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Ricardo Álvarez, responsable de comunicación de la Federación Aragonesa de Solidaridad: “La ayuda a la cooperación no es suficiente, hacen falta políticas a nivel mundial” Ricardo Álvarez, responsable de comunicación de la Federación Aragonesa de Solidaridad: “La ayuda a la cooperación no es suficiente, hacen falta políticas a nivel mundial”
Ricardo Álvarez presentó en Teruel la pasada semana el informe de la FAS

Ricardo Álvarez, responsable de comunicación de la Federación Aragonesa de Solidaridad: “La ayuda a la cooperación no es suficiente, hacen falta políticas a nivel mundial”

“La solución pasa por un cambio de las reglas del juego y en la medida que cada administración pueda”
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Cruz Aguilar

Ricardo Álvarez fue socio fundador de Acción Solidaria Aragonesa cuando se constituyó en 1985 y desde el año 2000 trabaja la cooperación de forma más activa. Forma parte de varios grupos de la  Federación Aragonesa de Solidaridad, donde es responsable de comunicación, y de la Cátedra de Cooperación en la Universidad. Es profesor universitario de física aplicada, ahora ya jubilado .

-¿De qué se ocupa la cátedra de cooperación al desarrollo?

-De formación, investigación y sensibilización.

-¿Qué evolución ha visto en estos años en la cooperación?

-En los años 50 del siglo pasado, que es cuando se inicia, la  cooperación era asistencialista,  paternalista. Luego se pasó a la formación y más tarde se pensó que había que formarles pero no en lo que nosotros pensamos sino que fueran ellos los que decidan cuáles son las líneas de trabajo que quieren seguir porque lo contrario ha dado resultados nefastos. Todas las iniciativas de cooperación deben de partir de la premisa de cooperar y no colonizar, evitando imponer nuestro modelo de desarrollo, que muchas veces choca con la realidad de esos países. En los dos últimos años se está revisando por parte de las ONG, a través de su coordinadora, todo el sistema de cooperación español.

-¿Qué va a cambiar?

-Se busca que sea una cooperación más eficaz, más coordinada, que los diversos actores tanto públicos como privados vayan a la par. El sector privado puede hacer muy buena cooperación, pero también mucho daño al mantener estructuras de tipo colonial. Se está introduciendo de manera muy fuerte los aspectos ambientalistas y de igualdad de género, que siempre han estado.

-¿Todos los organizamos se plantean la cooperación?

-Los grandes entes sí que suelen tener esa cooperación, pero puede saltar por los aires con cualquier motivo, evidentemente para nosotros totalmente desenfocado. El problema es que la cooperación es un aspecto graciable por parte de las administraciones. Pasa lo mismo que con los derechos sociales, no está establecido qué porcentaje de los presupuestos públicos se tiene que destinar a ellos, pero con una diferencia, y es que existe la idea generalizada del derecho a determinadas asistencias. En el campo de la cooperación existe la desigualdad pero no se plantea que determinadas naciones tengan derecho a ser asistidas.

-¿El racismo, cada vez en aumento en España, afecta de alguna forma a la cooperación?

-Creo que suele afectar más a las relaciones de proximidad, no se suele invocar con respecto al global de la cooperación.

-¿Cómo está Aragón en materia de cooperación dentro del conjunto de España?

-Estamos en el puesto número 11, nuestro porcentaje de cooperación es el 0,06%, lo que no habla bien de la cooperación estatal.

-¿Alguien cumple ese 0,7%?

-Algunas administraciones sí lo han cumplido puntualmente, una de las que más compromiso ha demostrado es la Diputación Provincial de Zaragoza, que lo alcanzó hace unos años y dicen que lo siguen cumpliendo.

-¿Qué supondría cumplirlo?

-Evidentemente sería un salto, un compromiso, pero eso no soluciona el problema, lo único que lo arreglaría es la coherencia de políticas a nivel mundial. Hay que ir a la Organización Mundial de Comercio para ver qué pasa con las patentes, cualquier decisión puede echar por tierra toda la cooperación. No basta con la ayuda, que sigue siendo verticalista, sino apostar por ayuda horizontal en equidad y justicia. No se trata de dar limosnas, de dar ayudas puntuales, porque además ni siquiera está el compromiso de continuidad. La solución pasa por un cambio de las reglas del juego internacional y en la medida que cada administración pueda.

-¿Y qué pasa con las patentes de la vacuna de la covid?

-Acaban de acordar una cifra astronómica de dosis que se van a poner a disposición de los países menos favorecidos, no sé si la cifra va a bastar o con qué celeridad se hará, pero es obvio que esta es una de las más crasas desigualdades. Realmente les estamos vacunando por interés, la malaria sigue haciendo estragos y sin embargo no se investiga ni se hace nada.  No se pueden solucionar todas las desigualdades del mundo en dos semanas, pero hay que trabajar en disminuirlas y da la impresión que las desigualdades no disminuyen sino aumentan.

-¿Cómo ha afectado el covid a la cooperación?

-El Gobierno de Aragón redujo en un 20%, de 5 millones quitó uno en 2020, el ayuntamiento de Huesca también y un ayuntamiento como Alcañiz la eliminó directamente. Pero es quitar de donde no hay, porque la cantidad que obtienen es muy poca y tienen el 99,5% del presupuesto para detraer, ahí es donde está el dinero y no en la cooperación.

-¿La pandemia nos hará más solidarios?

En el sentido ético creo que sí ha sido una llamada de atención pero no sé si llegará ese salto cualitativo de llevarnos a cambiar de actitud y adoptar otro modelo de cooperación basada en derechos de todos y no en un asistencialismo. Hay que pasar del asistencialismo a la corresponsabilización, todos los derechos para todas las personas y en todos los países porque tan ciudadanos del mundo somos unos como otros.

 

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