Rebeca Opic, artista formada en Teruel: "Estudiar Bellas Artes es hacer una larga transición a lo largo de distintas disciplinas y técnicas"
La zaragozana expone en el campus de Teruel 'Mirándonos', que obtuvo un accésit en Campus ArsRebeca Opic es una zaragozana egresada en Bellas Artes en el campus de Teruel, y actualmente cursa el Máster de Gestión y Emprendimiento de Proyectos Culturales de la Universidad Internacional de La Rioja. Además es una de las cuatro propuestas artísticas que obtuvieron accésit en el concurso Campus ARS para estudiantes y jóvenes egresados. Su obra Mirándonos puede verse expuesta, junto a las otras tres y a la pieza ganadora, en los jardines del campus de Teruel.
-¿En qué consiste, desde el punto de vista formal, su instalación ‘Mirándonos’?
-Está concebida para exponerse al aire libre y está formada por dos elementos. El primero es una especie de hábitat construido con tres espejos de cuerpo entero, dispuestos como si formaran las tres paredes de una habitación y dejando libre una de ellas, donde se sitúa el espectador. El otro elemento es el poema objeto, una estructura de metal que sujeta la pieza significativa a nivel conceptual de la instalación, que consiste en un corazón creado con piedra. Lo que pretendo con Mirándonos es crear un hábitat íntimo en un lugar público. La piedra no deja que te introduzcas dentro, sino que te obliga a mirarla desde fuera, para que el reflejo que arrojan los tres espejos forme también parte de la obra.
-¿Cuál es la intención conceptual de la pieza?
-He querido trabajar un tema que tiene que ver con la salud mental de las personas. Apelo a la comunicación individual, la que mantiene consigo mismo el espectador que casi se mete en la obra y se ve reflejado en ella. La intención es invitar a la reflexión sobre el aspecto de uno mismo, y una reflexión más profunda que tiene que ver con el poema objeto, que es una pieza neutral, construida con piedras recogidas en el entorno del río Turia, y que apela a lo más interno de la persona, el corazón. Al mismo tiempo tampoco renuncio a que varios espectadores se reúnan en torno a la obra, y que sirva de punto de partida para la comunicación interpersonal.
-¿Por qué elige el corazón como elemento clave?
-Tiene que ver con la visión de un órgano interno en contraposición a lo externo que vemos reflejado en el espejo. Y no solo por lo estético, ya que a mí el corazón me sugiere belleza, sino porque representa el motor que nos mueve, que tiene un sonido tan reconocible.
Piedra
-¿Y por qué lo representa con piedra, un material duro, frío y estático?
-Precisamente por ese contraste entre algo vivo y sonoro y algo inerte y silencioso. Y porque siendo las piedras del entorno del río Turia me permite relacionar la obra con el territorio, con el entorno que ocupa. Las zonas de senderismo del entorno de río me han transmitido siempre mucha paz, invitan a la meditación y la reflexión. Y me pareció interesante llevar ese estado de relajación a un lugar convulso, con mucho trasiego y mucha gente, como el campus universitario, donde emergen sentimientos muy diferentes, con la angustia por los exámenes, la frustración, la preocupación o el ensimismamiento que a veces sufrimos como producto de concentrarte en los estudios. Me gusta lo que surge de preguntarse qué hace una pieza que transmite silencio y calma en un lugar con tanto ruido.
-La pieza está realizada ah hoc para el concurso Campus ARS, o había formado parte de alguna serie creada anteriormente.
-Está realizada a propósito para la convocatoria, aunque la pieza del corazón formó parte de otra exposición que hice en Bellas Artes, donde estaba insertada en una instalación más grande, diferente a Mirándonos. La hice en tercer curso y se titulaba Con (secuencias de vivir), y estaba formada por seis piezas diferentes, que representaban distintas fases de la vida desde un punto de vista más introspectivo. Y lo curioso para mí ha sido comprobar que cambia por completo sus connotaciones, porque un poema objeto se mueve mucho dentro del entorno en el que lo coloques, puede llegar a cambiar por completo su significado. No es lo mismo una vitrina llena de agua que una instalación al aire libre.
-¿Se considera especializada en el arte instalativo, o es solo uno de los lenguajes que el gusta utilizar?
-He tocado muchos palos y diferente técnicas y disciplinas, aunque donde más cómoda me siento, y donde más obra tengo es en el campo de la instalación. Sobre todo porque en ese ámbito la pieza no se acaba con crear la pieza, sino que además tienes que generar un hábitat específico que forma parte de ella, que como te he dicho antes le da una vivencia muy diferente. Más allá de eso, he trabajado sobre todo el videoarte, la fotografía, el grabado, el dibujo... Al final estudiar Bellas Artes es hacer una transición muy larga en cuanto a técnicas y disciplinas.
-Ha comenzado un máster en Gestión de Proyectos Culturales. ¿Le atrae más el comisariado que la creación artística?
-Ese máster no solo se refiere a la gestión de proyectos culturales ajenos, sino también a la gestión de tus propios proyectos personales, y te proporciona herramientas para impulsarlos ante entidades públicas o privadas. Además es muy amplio y te ensancha el campo, porque cubre más ramas además de las artes plásticas, como la música, el cine o el mundo editorial.