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Raúl Suevos Barrero, coronel de Infantería retirado: “Al Islam le corresponde resolver y encauzar su propio proceso histórico” Raúl Suevos Barrero, coronel de Infantería retirado: “Al Islam le corresponde resolver y encauzar su propio proceso histórico”
Raúl Suevos Barrero, coronel de Infantería retirado

Raúl Suevos Barrero, coronel de Infantería retirado: “Al Islam le corresponde resolver y encauzar su propio proceso histórico”

“Está claro que la injerencia no es la salida, y además los propios musulmanes son los que más la sufren”
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El coronel de Infantería retirado Raúl Suevos Barrero participó la semana pasada en una nueva actividad del Casino de Teruel, en colaboración con la Subdelegación de Defensa, en la que habló sobre Pensamiento radical islámico. Origen, desarrollo y estado actual. Durante la charla dejó claro que el problema del radicalismo islámico debe resolverse de forma interna y encauzar su propio proceso histórico como han hecho otras religiones. 

-Todos recordamos el 11 de septiembre de 2001 como una fecha que marcó una inflexión en la percepción del radicalismo islámico con el atentado de las Torres Gemelas de Nueva York, ¿pero cuándo arranca de verdad este problema?

-Es un problema de interpretación religiosa al final y lo tenemos también en el resto de religiones. Nosotros hemos tenido unas guerras de religión hace unos cientos de años absolutamente atroces y que dejaron diezmada a toda Europa, luego tampoco nos tenemos que sorprender de que en otra religión como es el Islam tengan también estos problemas de interpretación que conducen a un radicalismo violento que puede dar con algo como el colapso de las dos Torres Gemelas y un montón de miles de muertos.

-¿Sería equiparable este radicalismo al de la religión católica en épocas pasadas? 

-No hablando exactamente de terrorismo, pero por ejemplo, con el problema de Afganistán yo siempre digo que desde el mundo occidental, particularmente los Estados Unidos, se habla y se pretende llevar la democracia a un país islámico muy particular como es este, que desde mi punto de vista está aproximadamente en el siglo XIII para nosotros. En el cuadro de la Campana de Huesca se ve cómo el rey, para meter en vereda a sus nobles, lo que hace es convocarlos y cortarles la cabeza a todos. El problema de Afganistán es muy similar, y aunque actualmente está centrado en el grupo de los talibanes, ahora y antes su problema han sido los señores de la guerra y sería equiparable al problema que tenía Huesca hace un montón de siglos. A ese país los norteamericanos y occidente pretenden por arte de magia, con una serie de programas y primero con una ocupación territorial, llevarlo a la democracia. Sinceramente me parece que es imposible. Ese sería un ejemplo particular de lo que es el mundo islámico, que es mucho más que Afganistán.

-¿Cómo resolver ese desfase para poder evolucionar hacia una sociedad avanzada?

-A nivel de desarrollo es al Islam al que le corresponde resolver y encauzar su propio proceso histórico. Y en este momento parte de ese mundo islámico se expresa y se desarrolla mediante la violencia, en algunos casos una violencia atroz pero que desde mi punto de vista, y lo olvidamos en occidente muy frecuentemente, es que si cogemos las cifras de muertos que produce el terrorismo islámico son horrorosamente más superiores entre los musulmanes que entre las que produce entre los occidentales.

-¿Cuál sería la génesis histórica de todo este problema?

-El Islam tiene un cierto problema a la hora de resolver sus encrucijadas histórico teológicas.

-¿Pero por qué no han evolucionado como otras religiones, que sí se han adaptado o han derivado hacia un mundo moderno?

-Yo no soy experto en El Corán, ni en el cristianismo, no soy teólogo, pero digamos que Jesús nos habla de un Dios bondadoso y de poner la otra mejilla, mientras que el dios que predica el Profeta castiga, es un dios hasta cierto punto colérico, es un dios que no perdona. Son enfoques distintos. 

-¿Cuál es la vía de solución, porque la injerencia ha sido un rotundo fracaso, estas sociedades deben evolucionar por ellas mismas?

-Yo entiendo que sí, está claro que la injerencia no es la salida. Además, los paganos de esta situación, los que más la sufren son ellos mismos. Tenemos muy cerca las primaveras árabes, que empiezan en Túnez, que para mí es el mejor ejemplo de lo que han dado para sí estos procesos, pero se está viendo con unos problemas tremendos para desarrollarlo y no consigue salir adelante.

-¿Cómo puede intervenir occidente, o es mejor que no intervenga?

-Yo no lo sé, pero cada vez que interviene occidente mete la pata. Y ya no hablo de los norteamericanos, que desde mi punto de vista son especialistas en meter la pata, puesto que los europeos tampoco le vamos a la zaga como se vio en Libia, que está peor que nunca.

-¿Y Naciones Unidas no puede poner orden?

-Si hacemos un recapitulado de las intervenciones de Naciones Unidas tampoco es que sean muy exitosas, y yo he sido casco azul en dos ocasiones. No lo sé, yo soy muy escéptico.

-Es un peligro que sigue ahí latente para todos, para ellos y para nosotros.

-Por supuesto y en estos días más que hace un mes o que hace dos meses. La última gran metedura de pata es que Donald Trump se ha cargado el ministerio de Asuntos Exteriores, que para ellos es la Consejería de Estado, y son golpes de magia o de tuit del presidente de Estados Unidos; la última ha sido retirarse de Siria y haber dejado tirados a los que dieron la cara ante el Estado Islámico.

-El Estado Islámico no está por tanto finiquitado.

-Ni mucho menos, como no lo está Al Qaeda.