Quique Alcaine, actor de Piedrahita de Loscos e integrante de la compañía Nimú de Lui: "Actuar en sitios pequeños es una cuerda floja, si el público se cae es difícil que vuelva a subir"

Quique Alcaine es uno de los integrantes de la compañía teatral Nimú de lui, que tiene su sede en  Piedrahita, que es una pedanía de Loscos. Montaron la compañía de teatro amateur en noviembre de 2020, en plena pandemia, y desde entonces han realizado un total de 59 representaciones más de la mitad de ellas en diferentes puntos de la provincia de Teruel, aunque también han llegado a muchos rincones de Aragón y al resto del territorio nacional. El próximo 6 de abril tienen una cita muy especial porque actúan por primera vez en la capital turolense. Representarán Pareja abierta y será en el Teatro Marín a partir de las 20:30 horas. En ella, Alcaine encarna el papel protagonista, el del marido, Pio Antonini, y subirá a escena junto a la actriz Chus Garrido, en el papel de Antonia Mampreti.

-¿Con qué objetivo se constituyó Nimú de lui?
-La montamos en octubre del año 2020 y el objetivo era promocionar el arte escénico del teatro, éramos personas con trayectoria en el mundo de las artes escénicas y nos apetecía hacer teatro.

-¿Por qué tiene su sede en Piedrahita?
-Porque llevo 40 años viviendo allí y queríamos poner a esta pequeña pedanía de Loscos en el mapa.

-¿Cuantas representaciones han hecho en estos años?
-La primera representación fue el 21 de marzo de 2021 y, desde entonces, hemos hecho 59 actuaciones, lo que nos sitúa como el grupo de teatro amateur con más actuaciones de Aragón en estos tres años.

-¿Cuánta gente están en la compañía?
-Cuatro socios fundadores, aunque según la obra que estamos haciendo tenemos la colaboración de un actor y una actriz,  que se suman para echarnos una mano.

-Van a representar Pareja abierta. ¿De qué va esta obra?
-Es una comedia que trata de las relaciones extramatrimoniales permisivas y cómo las afrontan tanto la mujer como el hombre. Es una comedia, pero con un tema muy serio de fondo, que es lo chocante del asunto. Nuestro objetivo siempre es hacer obras que tengan un sentido y vayan más allá de la gracia.

-¿Es el estreno de esta obra?
-No, será el bolo número 41.

-¿Qué acogida ha tenido entre el público?
-Es un tema difícil, pero el público la recibe bien. Salvo en dos o tres poblaciones, que algunas personas han puesto mala cara, en el resto ha estado muy bien, se hace muy ligera y amena y ese toque de comedia le va muy bien.

-¿Les queda más recorrido con esta obra?
-La vamos a mantener dos años más porque está siendo solicitada, se está presentado a concursos nacionales, pero tenemos también en cartelera un drama, Pedro y el capitán, de Mario Benedetti, desde hace dos años.

-¿Cuándo se van a poner con la siguiente obra?
-A finales de este año vamos a empezar a prepararla, pero aún no sabemos cuál es. Tenemos claro que será una comedia y de un autor contemporáneo, pero estamos dudando entre varias y todavía no se ha tomado la decisión.

-¿Han llevado esas dos obras a muchos lugares?
-Sí, tienen un gran recorrido. El año pasado representamos a Aragón en Madrid, eso nos abrió muchas puertas. También hemos estado en Almenidilla, en Córdoba, en el Festival de Teatro Aficionado y nos hemos llevado el Premio a la Mejor Actriz con Pareja abierta y la Mejor Puesta en Escena con Pedro y el capitán. Si hacer teatro ya es difícil, participar en certámenes es casi imposible porque se presentan cien grupos  y seleccionan a cinco, por lo que ir ya casi es todo un premio. También estuvimos en un congreso a nivel autonómico en Jaca representando a la provincia.

-¿Es difícil sacar adelante un grupo de teatro amateur?
-Mucho, en Aragón somos 42 grupos de teatro y siete son de la provincia de Teruel. Entre esos 42 hay mucho nivel, actores y actrices muy buenos y hay mucha oferta, quizás más que demanda, es súper difícil conseguir bolos, hacerse un hueco. Nosotros no nos podemos quejar, nos sentimos muy orgullosos, también avalados por nuestra directora Rosa Lasierra, que es una gran profesional desde hace 30 años, es un referente en Aragón y en España y tenerla a ella en cartelera es una garantía para que nos cojan en muchos sitios.

-¿Vamos poco al teatro?
-Menos de lo que a nosotros nos gustaría seguro, parece que ha habido una década de parón con el teatro pero ahora está retomando. Nosotros estrenamos en la pandemia y fue de locos.

-¿Cómo ha afectado la pandemia?
-En ese momento frenó la asistencia por razones físicas, pero es verdad que tras ella la gente ha salido con ganas de tener contacto con lo que transmite el directo. Una actuación sobre el escenario es muy diferente al cine, es la magia que tiene el teatro y la gente tiene muchas ganas de ellos.

-¿Es más difícil actuar en un sitio pequeño como Cirugeda que en uno grande como el Teatro Marín?
-Es distinto, en sitios pequeños es más difícil llegar, la actuación es lo mismo, te concentras y entras en el personaje, pero si desconectan es complicado captarlos de nuevo, es una cuerda floja si se te caen de la obra ya no vuelven a subir.