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Pedro Blanco, presidente de la Sociedad Micológica Turolense: “Se va creando cultura micológica y se van cogiendo nuevas especies” Pedro Blanco, presidente de la Sociedad Micológica Turolense: “Se va creando cultura micológica y se van cogiendo nuevas especies”
El presidente de la Sociedad Micológica Turolense, Pedro Blanco, durante la charla sobre setas en el Campus de Teruel

Pedro Blanco, presidente de la Sociedad Micológica Turolense: “Se va creando cultura micológica y se van cogiendo nuevas especies”

“Los rebollones todo el mundo los conoce y lo que hacemos es enseñar para que cojan cosas nuevas”
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La Facultad de Ciencias Sociales y Humanas de Teruel mantiene su cita anual con la Micología. El presidente de la Sociedad Micológica Turolense, Pedro Blanco, impartió este miércoles una charla de iniciación a esta disciplina, hablando de setas comestibles y, el 13 de noviembre, se centrará en las venenosas. Además, en octubre y noviembre se celebran los Lunes micológicos, en el laboratorio de Física y Química del centro universitario, donde cualquier persona puede llevar sus hongos para aprender a identificarlos. Estas propuestas están organizadas por esta asociación, el departamento de Didáctica de las Ciencias Experimentales de la Facultad, el grupo Beagle de investigación en didáctica en Ciencias Naturales y el Instituto de Investigación en Ciencias Ambientales de Aragón. 

-¿Cuáles son las claves para empezar a interesarse por la Micología?

-Primero, que a uno le guste el campo y la naturaleza en sí, para que no vaya solamente a recoger rebollones, a cargar las cestas, si no a interesarse por aprender alguna cosita más. Los rebollones casi todo el mundo los conoce y lo que hacemos en estas charlas es enseñar, inculcar la cultura de la Micología y que la gente aprenda más cosas que hay en el campo y cuando salga pueda coger cosas nuevas y no se vaya con las manos vacías.

-Porque, además, en la provincia hay una gran riqueza y una gran variedad. ¿De cuántas especies podríamos hablar?

-Cuando hicimos los primeros cursos de la Universidad de Verano, se llegaron a clasificar setecientas y pico especies, pero podría haber el doble o cerca de 2.000 especies en la provincia. Pero tampoco vamos a ir a que aprendamos muchísimas sino inculcar en la gente un poquito aquellas especies que son más bien comestibles y que cuando salgan puedan disfrutar. También algunas venenosas, para que aprendan que son venenosas y que esas no se deben coger.

-¿Cuáles serían las principales que pasan desapercibidas pero son buenas para comer?

-Aquí es que prácticamente solo se coge el rebollón, las babosas, por supuesto, los boletus edulis y las setas de cardo. Las amanitas cesáreas, que las hay también, las conoce muy poca gente; los boletus aéreus, que también los hay, los coge muy poquita gente. Aunque ya se va creando una cultura y se van recogiendo nuevas especies: los coprinus, también geotropas y setas que se pueden comer y que se deben poder reconocer fácilmente.

-¿Cómo está siendo la temporada?

-La temporada es un poco irregular. Llovió en su momento pero luego hizo mucho calor. Se han cogido luego algunas tormentas, ha vuelto a hacer calor... Ha sido irregular. Ahora nos han caído las últimas lluvias, un poquito tarde pero no significa que no van a ser buenas para algunas especies que todavía da tiempo para poder recogerlas. Va un poco más retrasado por que el calor se ha alargado. 

-Cada vez hay más afición, pero ¿hacemos bien la salida al campo y cuidamos bien el entorno?

-Cada vez hay más afición porque la labor que se está haciendo va calando pero es una labor de mucho tiempo. Aquí, desde que se empezó hace 30 años, la gente va reconociendo pero es una labor muy lenta. Cada año poco a poco vamos sabiendo cosas nuevas pero no queramos aprender todo en una jornada.

-¿Cómo se pueden identificar las setas?

-No es ir a un libro. Me compro un libro y a empezar a pasar hojas y fotografías y ver si se parece o no se parece. Con eso no llegamos a identificarla. Hay que ir por partes y ver las características de ellas para llegar a identificarlas. 

-¿Qué hay que hacer ante los riesgos de consumir setas venenosas?

-Precisamente, esta semana se publicó en el DIARIO DE TERUEL que desde el Hospital Clínico de Barcelona que es el centro de referencia, se explicaba que la gente o bien porque las ha identificado mal o por qué tampoco tiene cuidado y dice: “Me parece que esta es la buena”, se producen las intoxicaciones. En Micología no existe el “me parece”, o estás muy seguro de que es la seta comestible o si no es mejor dejarla en el lugar donde está.

-Los cotos sirven para conservar mejor el entorno.

-Tiene su papel. Pero todavía hay gente que va a coger kilos. Estos días me dicen: “He cogido 40 kilos”. Y yo entonces les digo, solo se pueden coger en zona libre 3 kilos por persona y día. Es que parece que se hacen más al coger más kilos y los cogen completas con el pie, con tierra, agusanadas... y luego tienen que volverlas otra vez al medio. Lo que hay que hacer es coger lo que uno se vaya a comer.