Síguenos
Patricia Caro, directora de la Escuela de Danza Las Torres: Patricia Caro, directora de la Escuela de Danza Las Torres:
Patricia Caro trabaja en la Escuela Las Torres de Teruel y en la de Monreal

Patricia Caro, directora de la Escuela de Danza Las Torres: "El ballet podría crecer más en Teruel, pero no podemos abarcar más con los medios que tenemos"

banner click 236 banner 236

Patricia Caro (Madrid, 1978) lleva dirigiendo la sección de danza de la Escuela de Música y Danza de Monreal desde 2006, y la Escuela de Danza las Torres de Teruel desde 2013. La pasada semana sus alumnas de la capital compitieron contra compañeras de toda España, y demostraron que el nivel y la entrega de las turolenses no desmerece en absoluto.

-¿Cómo fue la participación de las turolenses en el Burgos?
-Excelente. Entre danza clásica y contemporánea nos llevamos dos medallas de oro (Vega de Carlos y Vega de Carlos y Ariadne Sánchez en dúo); cinco platas (Olivia Calvo, Ariadne Sánchez, Blanca Pradas, Vega de Carlos y Jara García, Martina Villamón y Olivia Calvo en grupo); y tres bronces (Ana Popa, Blanca Pradas y Raquel de Carlos). Entre los premios Orbe, que son más competitivos, Tiago Blanco logró el primer premio en Contemporánea Infantil e Isabel Hinojosa y Jara García dos segundos premios Orbe, en Contemporánea Infantil y Clásica Infantil.

-¿Las bailarinas llevan bien esta experiencia, siendo tan jóvenes?
-Para algunas era su  primer concurso, igual que para Jeilson Serrano como profesor de Contemporáneo que se estrena este año en nuestra Escuela. Salir fuera a competir es algo que les motiva mucho, les ilusiona, y como además alternamos el Nijinsky de Huesca que es más profesional con el Orbe de Burgos, que está más enfocado a amateurs y a escuelas, que se complementan muy bien porque nos permite conocer gente de toda España y además medirnos con chicas muy profesionales y con otras que entrenan las mismas horas que nosotras. Desde que empezamos a concursar en Huesca para las alumnas es un gran acicate y están esperando a que llegue la cita. Aún así nuestras bailarinas más pequeñas tienen nueve o diez años... son niñas todavía y hay que estar con ellas, animarlas y cuidar de ellas. Pero las que estuvieron en Burgos, que eran de diferentes especialidades y edades, hicieron una piña muy bonita y se ayudaron mucho. No fueron a hacer su variación y ocuparse de sí mismas, sino que estuvieron pendientes del grupo todo el tiempo, ayudando a las pequeñas a peinarse o maquillarse... Eso me gusta mucho de ellas.

-¿Cuándo se creó la Escuela de Danza Las Torres?
-Pues se fundó en 1978, hace 45 años, aunque al principio se llamó Asociación de Danza Mansuetos.

-Evidentemente usted no la fundó...
-¡No! (risas). Yo entré en ella como profesora hace 10 años, cuando ya llevaba siete trabajando en la Escuela de Música y Danza de Monreal, donde vivo. Empecé dos días a la semana, con dos grupos de niñas, fuimos creciendo, cada más grupos, más niveles... Después contratamos a otra profesora, Patricia Gallardo, que tuvo que irse y ahora tenemos a Jeilson Serrano, que lleva los grupos de Contemporánea aunque también es profesor de Clásica.

Alumnos

-¿Cuántos alumnos tienen en la actualidad?
-Antes de la pandemia superábamos los 100, y ahora mismo tenemos unas 80, aunque algunos de ellos están en las dos especialidades. En clásica tenemos grupos de Baby Ballet, predanza, infantil, juvenil, grado medio 1, grado medio 2 y adultos. Y en contemporáneo empezamos más mayores, desde infantil, juvenil y grado medio 1 y 2. Y podríamos crecer más porque funciona, pero abarcamos lo que abarcamos y no podemos llegar a más.

-¿Cómo terminó una madrileña en las escuelas de danza de Monreal y de Teruel?
-Yo después de estudiar en el Real Conservatorio Profesional de Madrid y en el de Fortea acabé los estudios en la Cátedra de Alicia Alonso, la directora del Ballet de Cuba. Allí estudié pedagogía de la danza, y fuimos los que empezamos a formar un grado profesional de danza, que entonces no existía en España. Bailaba entonces con el Joven Ballet de Cámara de Madrid y cuando el Ballet de Cuba venía al Teatro Albéniz bailábamos con ellos. Después empecé a dar clases en colegios y academias, en el Conservatorio Rafael de Córdova y después en conservatorios públicos. Mi novio es de Monreal, adonde yo iba de fiestas y en verano, pero estudió en Madrid y encontró trabajo, así que nos quedamos. Pero hace 17 años, antes de que nacieran mis hijas, decidimos cambiar de vida y volvimos a Monreal, donde vivimos.

-Allí dirige la sección de danza de la Escuela de Música...
-Sí, hice el proyecto pedagógico para ampliar la Escuela de Música a la danza, y ahora somos una de las tres escuelas de las dos disciplinas que hay en la provincia. Empecé a trabajar allí y al poco tiempo me llamaron de la Escuela de Teruel, donde estaba la profesora María Rosa Llopis. Cuando llegué la escuela estaba un poco de capa caída, con pocos niños y mezclados. Pero le di un poco la vuelta, redacté un proyecto educativo basado en la metodología de trabajo que h abía aprendido en el Conservatorio de Madrid y empezó a funcionar muy bien. Después, en 2016, el Gobierno de Aragón nos reconoció oficialmente como escuela privada de danza y desde entonces no hemos dejado de crecer.

El redactor recomienda