Nora Bruna Torrijo, socorrista en la piscina de Calamocha: “Los usuarios de la piscina se han sentido muy seguros”
“Mucha gente se preguntaba porqué otras personas no venían, pero una menor afluencia les daba seguridad”Nora Bruna Torrijo es socorrista y monitora de natación en la piscina de Calamocha desde el año 2011. Este verano ha sido atípico a consecuencia del coronavirus y, además de velar porque los niños y adolescentes no realizaran juegos peligrosos en el agua, se ha tenido que ocupar de que mantuvieran las distancias de seguridad y llevaran mascarilla a consecuencia del coronavirus.
-¿Qué diferencia ha habido este año con respecto a los anteriores con respecto al funcionamiento de la piscina de Calamocha?
-Pues en primer lugar no se han realizado cursos de natación. También han venido muchos menos chavales jóvenes a la piscina. Se ha notado mucha menos gente en general, había aforo para entrar.
-¿Se ha quedado gente fuera sin poder entrar porque se había completado el aforo?
-Si el aforo estaba lleno, se hacía lista de espera y, si alguien se borraba, se iba llamando a la gente, pero al 100% no ha estado salvo algún día puntual.
-¿La gente se notaba con más miedo a causa de la pandemia?
-La gente que ha venido a la piscina ha sido muy respetuosa, acatando las normas, es verdad que ha costado un poco lo de la mascarilla en el césped, no estás acostumbrado a llevarla y menos en el césped.
-¿Se quejaban de incomodidad por la mascarilla?
-Sí, claro, porque se pasa calor.
-¿Cómo han llevado los niños la distancia de seguridad?
-Ahí si que ha habido que estar insistiendo y recordando que dada uno debía de estar en su parcela, que no se podría jugar como otros años, ni estar apoyados en la valla o sentados en la playa de la piscina. Por eso creo que no ha venido algunos críos a la piscina, tenían que llevar mascarilla y estar en su parcela. Pero al igual que ha habido críos que no han venido y otros eran usuarios, también hay otras cuadrillas que han venido todos los días y hemos tenido que repetirles las cosas, pero es normal, otros años recordábamos a los niños que no se podían hacer aguadillas ni volteretas en el agua, este año querían jugar como todos los años y tenías que recordarles que no se podía y que no estuvieran en la misma parcela, que debían estar separados. Luego llegó lo de la mascarilla y a veces intentaban comer algo para justificar que no la llevaban, eso lo hacían también adultos, al principio se lo tomaban como que era algo que habíamos impuesto nosotros, pero luego se han dado cuenta de que es por seguridad de todos, que no es que no lo inventemos para fastidiar.
-¿Se han sentido afortunados los vecinos de Calamocha de contar con piscina?
-Sí, lo comentaban, y cuando les decías lo de la mascarilla te hablan de que era una suerte tener la piscina, que había que aprovecharla. Al principio costó adaptarse al cierre, porque cerrábamos de 3 a 4 para desinfectar y había mucha gente que venía a esa hora para nadar tranquilamente o venía pronto para tomarse el café, pero luego todo el mundo se ha sabido organizar y los usuarios que venían antes han sabido viniendo.
-¿Los fijos de siempre de la piscina han sido este año también los fijos?
-Sí, aunque siempre echas en falta gente, lo que más se han echado a faltar son cuadrillas de críos y adolescentes, han venido 2 o 3 cuadrillas, pero los chavales de entre 14 y los 20 se han echado en falta porque venían uno o dos sueltos, no en cuadrilla.
-Esos grupos son los que usuarios habituales de las piscinas, ¿dónde han estado?
-No tengo ni idea, sí que es verdad que los he echado en falta pero no sé dónde habrán estado, solo sé que a la piscina no han venido y creo que no han venido porque no podían estar libremente como otros años, al entrar al vestuario no podían entrar juntos, solo de 3 en 3, son normas que había que cumplir.
-¿La toma continua de mediciones del agua ha supuesto mucho incordio?
-No, para nosotros en cierto modo ha sido mejor porque lo tienes más controlado todo. Si se baja el cloro enseguida te das cuenta, pero sí que es verdad que tomabas la medición, dabas una vuelta avisando a alguien de algo y ya volvías a tomarla. Había que cogerlas cada hora para tenerlo controlado, si te descuidabas un poco te pasabas de la hora. Tampoco cuesta mucho coger la medición, es un momento.
-¿Qué comentaba la gente de un año tan raro de piscinas?
-La gente que venía estaba muy contenta de venir a la piscina y no entendía porqué otra ente no venía porque se sentían muy seguros, se cumplían las normas y se les hacían cumplir las normas. Por un lado se preguntaban porqué no acudía la gente, pero por otro el que hubiera menos afluencia también les daba seguridad. Había parcelas diferenciadas, se desinfectaba todo, se sulfataba 2 veces al día y los que han venido han estado muy contentos.
-Además de socorrista en invierno es monitora de zumba, pilates o patines, ¿cómo se prevé el curso?
-Creemos que se va a poder dar porque tenemos instalaciones muy grandes, yo no me ocupo de organizarlo pero pienso que no tendremos ningún problema porque se limitarán aforos y los haremos, igual que se han abierto las piscinas. Todo depende de si hay colegio y de si desde el Gobierno de Aragón nos dejan tener extraescolares. Si nos dejan, al igual que nos han dejado abrir las piscinas, se podrá hacer sin ningún problema.
-¿Hay mucha afluencia en las actividades?
-En algunas sí hay mucha gente, pero lo que se ha hablado es que intentarán colocar a los grupos grandes en las zonas grandes y además creo que no van a ser tan numerosos como el año pasado, como ha ocurrido en la piscina. De todas formas la organización no la llevo yo.