Nicolás Escudero, de la comparsa de gigantes y cabezudos de Andorra: “Es muy emocionante bailar a Pascuala e Iranzo; la gente te da mucho cariño donde vas”

La Comparsa de Gigantes y Cabezudos de Andorra suma dos nuevas figuras, la Labradora y el Minero, y recupera al Pimentón, que no salía desde 1988. Uno de sus porteadores, Nicolás Escudero, destaca la implicación del pueblo en el mantenimiento de una tradición que llevan por todo Aragón, donde reciben innumerables muestras de cariño cada vez que bailan a los gigantes Iranzo (el Pastor de Andorra) y Pascuala (su mujer), reproducciones de los abuelos del ganadero José Luis Iranzo asesinado vilmente por Norbert Feher el 14 de diciembre de 2017.

- ¿Por qué decidieron recuperar al Pimentón?

- Salió a petición popular tras una exposición fotográfica que hicimos en el patio de la Casa de Cultura. Resultó ser muy querido y se hicieron unas cestas de Navidad para recaudar fondos y encargarlo. La gente se ha portado muy bien y varios establecimientos han colaborado, incluso Puntadicas nos donó el traje.

- ¿Cuándo y por qué se perdió este cabezudo?

- Ya existía, pero hacía 30 años que no salía. No se sabe muy bien qué pasó con él en su día, si se destruyó o lo guardaron por ahí. La última vez que lo sacaron fue en las fiestas patronales de San Macario en 1988.

- ¿Cuáles son sus rasgos característicos?

- Es muy grande, tiene el aspecto de un abuelo y el gorro con forma de pimiento, de ahí su nombre.

- La Labradora y el Minero surgen para engrosar la plantilla de los cabezudos de la localidad.

- Son dos figuras emblemáticas que reflejan dos actividades muy vinculadas a la historia y actividad económica de la localidad: la labradora, como homenaje a todas las mujeres y hombres que han trabajado en el campo, y el minero, en recuerdo a todas aquellas personas que laboraron en las duras profundidades de las minas. Dos símbolos humanos que inmortalizarán esas dos profesiones tan arraigadas en nuestro pueblo. 

- ¿Cuál ha sido el proceso para elaborar estas tres figuras?

- Trabajamos con Aragonesa de Fiestas. El concejal de Fiestas les dijo a ellos mismos que eligieran un modelo acorde a lo que representa Andorra y han vuelto a cumplir. Los gigantes de Iranzo y Pascuala los hicieron ellos también, así como San Macario y Santa Bárbara. Llevan ya cuatro gigantes y tres cabezudos.

- ¿Cómo se han financiado estas nuevas figuras?

- La Labradora y el Minero los ha pagado el Ayuntamiento, mientras que el Pimentón, como fue a petición popular, se ha financiado con el esfuerzo de todo el pueblo.

- ¿En qué festividades salen estas figuras?

- Los cabezudos, en Interpeñas; los gigantes y los cabezudos, en las fiestas de San Macario; y en diciembre sacamos a San Macario y Santa Bárbara para la fiesta de los mineros. 

- ¿Cuántos gigantes y cabezudos tienen en total?

- Diez cabezudos y seis gigantes tenemos ahora. 

- ¿Y tienen gente suficiente para llevarlos?

- Poco a poco la comparsa ha ido aumentando y la gente se va animando a participar. Estaremos diez cabezudos y siete u ocho porteadores de gigantes. Antonio Rodríguez, el encargado, es el que los guarda, los viste... Lleva 18 años al frente de la comparsa. Pero mucha gente se está implicando. Estamos avanzando mucho. Hicimos una exposición sobre el pasado y el presente de los cabezudos de Andorra con mi amigo José Ángel Aznar, que además va a coordinar un libro. El proyecto también contempla un audiovisual.

- ¿A qué fecha se remonta la tradición de gigantes y cabezudos de Andorra?

- No se sabe a ciencia cierta porque en el archivo municipal no aparece nada. Pero esta es la tercera comparsa que tenemos, échale 60 o 70 años. Se han ido perdiendo muchos cabezudos antiguos, pero Macario y Santa Bárbara se recuperaron en 2006.

- Además de participar en las fiestas de Andorra, también salen fuera a lucir los emblemas de la villa minera. 

- Vamos todos los años al Encuentro de Gigantes de Aragón y después a todos los pueblos en que salen encuentros, si podemos ir. Los más reclamados son Iranzo y Pascuala.

- Bailar a Iranzo y Pascuala tendrá connotaciones especiales para ustedes después del asesinato de José Luis Iranzo.

- Es muy emocionante y la gente te da mucho cariño allá donde vas. Nos dicen que están con nosotros, que Andorra no está sola.