Miguel Gimeno López, director de la empresa Cesta y setas: “Es interesante prohibir la recolección de setas de forma temporal”
“Con una semana o dos semanas de descanso se reduce la presión y los hábitats se van a regenerar”Miguel Gimeno López es director de Cesta y setas, una empresa valenciana que se dedica específicamente a la micología en diversos campos, uno de ellos el turismo micológico. En la Sierra de Albarracín está realizando estas semanas un trabajo para evaluar la producción micológica aprovechando la prohibición de la recolección con el estado de alarma y la orden de la Comunidad de Albarracín para el Parque micológico de la Sierra de Albarracín.
-. ¿La Comunidad de Albarracín os ha encargado un estudio sobre el parque micológico de la Sierra de Albarracín?
-Sí. Estuvimos comentando la posibilidad dada la circunstancia del Covid-19 de que no hay presión recolectora y de esta manera ver como se estaba comportando los setales para hacer un estudio de productividad del bosque sin presión recolectora. Se quiere saber exactamente que puede llegar a dar de sí cada hábitat de los diversos que incluye el parque micológico.
-¿Cuándo se empezó hacer el estudio en el parque micológico de la Sierra de Albarracín?
-Se empezó el día uno de mayo y vamos a visitar el parque micológico una vez por semana durante cuatro semanas. Vamos a estar todo el mes de mayo con el estudio. Haremos un informe con todos los resultados. Estamos recogiendo datos, que se pasarán a un biólogo, que es Javier Marcos, y hará el informe sobre productividad del bosque, los hábitats, las especies en concreto y las observaciones que vamos extrayendo durante este periodo del estudio.
-¿Qué hábitats se han elegido?.
-Hemos elegido pino silvestre porque es el más significativo del parque micológico de la Sierra de Albarracín. De hecho es el que más superficie ocupa. Otro hábitat son los pastizales y prados, que hay muchos diversos y ricos. También visitamos bosques de ribera, robledales y encinares. Estos son los hábitats más comunes del parque micológico de la Sierra de Albarracín.
-¿Cuál es su primera impresión?
-Lo primero que tengo que decir es que son dos puntos a extraer, dos conclusiones previas. Una, que los ejemplares se llegan hacer descomunales. Cosa que debido a la presión no se puede llegar a ver tan claramente y además de esto la gran eclosión que conlleva al no estar sometido por la presión recolectora a los setales. Es decir, en el caso de los perros chicos o las senderuelas, que son setas que crecen agregadas forman grupos enormes si no se recolectan. Es decir recolecto uno y es fácil que con el teje maneje se arranque otros y se dañen. De esta forma hemos visto como evoluciona completamente sin que nadie lo haya tocado. También es bueno puesto que al no extraer estas setas hacen sombra a las otras y hacen que fructifiquen más en grupo. Es una triple ventaja.
-Por lo que se ve no es tan malo el confinamiento del Covid-19….
-Para la naturaleza no. Creo que es la naturaleza la que nos ha tirado para casa a través del bichito. Pienso que estamos en un momento en que hay que replantearse reconducir nuestra conducta personal y diaria. En este campo de gestión forestal hay que conectar esta gestión forestal con el recurso micológico que tiene mucha salida. No solo como producto en sí, producto del bosque sino además como recurso turístico, y la gente venga a esta zona tan maravillosa.
-¿Qué recomendará cuando termine el estudio al Parque micológico de la Sierra de Albarracín?
-Lo que vamos a averiguar es la capacidad de soportar la presión recolectora de los hábitats que estamos estudiando. Como no los ha tocado nadie queremos saber la producción para que el parque a la hora gestionar sabiendo las condiciones climáticas que han ido sucediendo saber limitar el número de personas por zona de tal forma que no se masifique y no se sobre explote los setales que es cuando viene la esquilmación y los daños. Tengo que decir que los vecinos de la Sierra de Albarracín se han portado muy bien con la prohibición de no recoger esta temporada de primavera de setas.
-¿Se va a proponer que haya en el parque micológico cierres temporales para la recolección?
-Ya hay zonas donde se hacen estudios donde se tienen descansos de dos o tres años, pero sería interesante hacerlo con carácter de dos semanas para que esos setales descansaran y pudieran fructificar y también que fueran semanales. Hay que tener en cuenta que son zonas donde todos los días están sometidas a presión recolectora. Con una semana o dos que demos de descanso la seta se va a regenerar. Entonces veremos ejemplares grandes, no coger setas pequeñas. Ahora hemos visto ejemplares muy grandes de perros chicos que no nos cabían casi en el calibrador de 16 a 17 milímetros, descomunales. Esto no lo vamos a ver si no les dejamos crecer. Hay que tener conciencia al recolector a través de los parques mitológicos y que haya un poco más de conciencia en la recolección.
-¿Cree que la población aceptaría esta forma de recolección?
-A la población en realidad se la va a beneficiar con este tipo de gestión. Además hay que intentar dar una denominación de origen al producto. Si hacemos una gestión de regulación ordenada del producto, coherente y sostenible y también tener una trazabilidad del producto. Uno de los inconvenientes que tiene la comercialización de las setas silvestres es que estén libres de patógenos, que no tenga contaminantes. Si tienes un parque micológico que cumple con todos los requisitos que se exigen, ese producto va a ser como una denominación de origen. Se va a revalorizar el producto y esto es bueno para todos, ver setas recolectadas en el Parque micológico de la Sierra de Albarracín.