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Miguel Ángel Granero, ciclista que consiguió un Everesting Challenge en Villarroya: “Para subir un puerto hay que contar con tres factores: cabeza, piernas y desarrollo” Miguel Ángel Granero, ciclista que consiguió un Everesting Challenge en Villarroya: “Para subir un puerto hay que contar con tres factores: cabeza, piernas y desarrollo”
Miguel Ángel Granero, a la derecha, con Arturo Martín, alcalde de Villarroya de los Pinares. C. M.

Miguel Ángel Granero, ciclista que consiguió un Everesting Challenge en Villarroya: “Para subir un puerto hay que contar con tres factores: cabeza, piernas y desarrollo”

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Miguel Ángel Granero Navarro es un aficionado a la bicicleta de Valencia que el pasado sábado consiguió hacer un Everesting Challenge en el puerto de Villarroya a la par que apadrinaba el puerto.

-¿Qué es un ‘Everesting Challenge’?

-El Everesting Challenge es un reto ciclista que consiste en subir los 8.848 metros de desnivel que tiene el Everest en una sola ruta, subiendo y bajando un mismo puerto o una misma cuesta, hasta conseguir lograr los metros.

-¿Vale cualquier puerto o tiene que tener características especiales?

-Lo normal es que se haga en un puerto por tener la referencia de la distancia, pero se puede hacer en cualquier cuesta aunque tengas que subirla trescientas veces. Eso sí, tienes que subir y bajar lo mismo para evitar los metros de desnivel que acumulas por inercia en las bajadas. 

-¿Por qué eligió Villarroya para llevar a cabo el reto?

-Estoy haciendo también otro reto que hay en internet que consiste en apadrinar puertos, y no se puede apadrinar cualquier puerto, solo los que han denominado BIG, Brevet International du Grimpeur, o Diploma Internacional del Escalador. Estos puertos están listados en una web donde seleccionaron mil puertos  europeos. Los criterios que determinaron los desconozco, pero por ejemplo en Teruel están seleccionados Javalambre, Valdelinares y Villarroya.  Para apadrinar un puerto tienes que subirlo veinticinco veces en un tiempo determinado en función al desnivel que tiene. Si un puerto tiene más de 500 metros de desnivel desde su inicio tienes un año para hacer las veinticinco ascensiones, si tiene entre 200 y 500 metros de desnivel, como el caso del puerto de Villarroya que tiene 380 metros, tienes un mes para subirlo, y si tiene menos de 200 tienes un día. Aunque yo tenía un mes, como vivo en Valencia, que no está precisamente al lado, decidí hacerlo en un día. Y según mis cálculos,  subiendo veinticinco veces el puerto en un día lograba a la vez un Everesting Challenge, con lo que mataba dos pájaros de un tiro. 

-¿Cuántas horas le llevó?

-Empecé a las tres de la mañana y terminé a las doce de la noche. Estuve dieciocho horas y media encima de la bici más las paradas, con un total de 21 horas.

-¿Se controlan estos retos de alguna manera?

-No tiene sentido apuntarse un reto que no hayas conseguido. En el caso de los Everesting tienes que enviar el track para que ellos lo convaliden, con lo que si tiene revisión, además tiene unas normas para poder cumplirlo.

-Imaginamos que un reto así necesita una preparación especial. ¿Cuál es el secreto?

-Yo siempre digo que para subir un puerto hay que tener en cuenta tres factores: cabeza, piernas y desarrollo. Evidentemente para hacer un reto así, que te va a llevar entre 16 y 20 horas de bicicleta más las paradas, necesitas una preparación física mínima, un buen fondo, conocer bien tu organismo y conocer el puerto también. Lo bueno de un Everesting es que subes y bajas en el mismo sitio y lo acabas conociendo muy bien. Tienes que aprovechar para dejarte el coche arriba o abajo, en un punto donde te sirva de apoyo. Yo ese día cada tres subidas y bajadas paraba, comía y bebía, luego cada dos para evitar la fatiga. 

-¿Qué dificultades encontró en este puerto?

-Se me hizo bastante duro por el calor que hizo, y es que es un puerto muy expuesto al sol. También, al no ser un puerto muy transitado estuve muchas horas solo, porque la compañía se agradece. He hecho otros Everesting en Valencia y venían amigos que me acompañaban algún rato.

-¿Y lo más gratificante?

-Tiene sus momentos bonitos,  como ver amanecer encima de la bici, la noche también tiene su encanto… Y además como Villarroya es un pueblo pequeño enseguida se enteró la gente de  lo que estaba haciendo y pasaban a verme y ofrecer su ayuda, por lo que les estoy muy agradecido por su apoyo. El alcalde se acercó a conocerme e interesarse por lo que hacía y en la fonda donde estuve alojado se portaron muy bien, me dieron hielo para tener las bebidas frías y esperaron a que terminase para darme la habitación. Agradezco mucho la hospitalidad que me brindaron.

-¿Conoce más puertos de la zona?

-Sí, me gusta mucho conocer nuevas montañas y nuevos puertos y he subido varios. Además hay otro reto a nivel nacional que es el reto CIMA, Certificado Ibérico de Montañas Ascendidas, donde hay 640 puertos distribuidos por toda la península, algunos en Teruel. Los vas subiendo y los vas apuntando. Son retos personales y me gusta ir sumándolos.

-¿Cuál es su próximo reto? 

-La semana que viene voy a la Quebrantahuesos y luego quiero hacer la Transpirenaica, con casi mil kilómetros de recorrido y 25.500 metros de desnivel, dónde vamos unos amigos sin asistencia.