

Mariano Ariza, autor de la novela ‘María, la Fraila’: “En los pueblos hay historias de las que no se habla ni en familia, y menos si la protagonista es mujer”
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Mariano Ariza trabaja en la administración y, aunque nunca se había adentrado en el mundo literario, la historia de la abuela de su mujer le pareció tan fascinante que decidió novelarla, sobre todo para que no quedara desdibujada en el tiempo y para hacerle justicia a una mujer que fue una luchadora nata.
-¿Quién era María la Fraila?
-María Ara Bello, como se llamaba la Fraila tuvo una vida complicada. Nada más nacer en enero de 1910, fue expuesta en la Inclusa de Zaragoza y adoptada por sus padres, de Villanueva del Rebollar de la Sierra, en las Cuencas Mineras de Teruel. Dentro de la escasez de aquellos años, su infancia fue feliz, pero después de casarse muy joven, su vida se fue complicando. Además, la guerra civil, cuyo uno de sus frentes estaba muy cerca de Villanueva, afectó gravemente a varias familias del pueblo, entre ellas la suya. La Fraila tuvo que luchar contra la injusticia de ser despojada de lo poco que tenía, y superar numerosas adversidades, alguna de ellas trágica.
-¿Cómo surge esta novela?
-El hijo de María la Fraila, que es mi padre político,tiene una memoria prodigiosa a sus casi 90 años. Siempre ha contado cosas de la familia y acontecimientos y costumbres de su pueblo, Villanueva del Rebollar, porque los había vivido o se los habían contado. Como siempre relataba idénticamente las mismas historias, intenté recopilarlas para que ese inmenso legado lo tuvieran mis hijas y sus descendientes. Al intentar escribirlos, me percaté de que había partes de la vida de La Fraila que eran desconocidas, pero que sus hijos muchas veces sospechaban o imaginaban cómo habían sido. Así que, decidí ficcionar aquellos hechos desconocidos para la familia y otros, que sin documentación en la que sustentarlos, tampoco podía narrarlos como reales.
-¿Qué proceso de documentación ha seguido para llevarla a cabo?
-Un amigo me aconsejó consultar en el Archivo Histórico Provincial de Teruel. En el primer acceso encontré un expediente con la documentación oficial de los hechos que afectaron a María la Fraila y a su madre, y que habitualmente contaba Benjamín, el hijo de la Fraila. También consulté los archivos de la Guardia Civil, Correos, Obispado de Teruel y de los Ayuntamientos de Calamocha y de Villanueva del Rebollar y de numerosas publicaciones y páginas web, sobre etnografía y la situación político-social de la primera mitad del siglo XX, entre los que se encontraba la guerra civil.
-¿En qué época se ambienta?
-Los hechos que se narran tienen lugar entre 1910 y 1941. La trama principal se desarrolla en Villanueva, donde la pobreza y la miseria era la característica principal; y en Zaragoza, donde en los primeros años del siglo XX se produjo un incremento de la población, por la implantación de las primeras industrias y la celebración de la Exposición de 1908.
-En su obra narra cuestiones que, según señala, eran desconocidas incluso para los descendientes de sus propios protagonistas. ¿Cómo ha sido la respuesta del público tras su lectura?
-Me siento un tanto abrumado. No podía imaginarme la enorme aceptación que ha tenido la novela. Mi asombro fue cuando a los dos días de la presentación, había personas que me decían que ya la habían leído e incluso que les había emocionado, llegando a derramar alguna lágrima. Se trata de lectores de todas las edades, pero los de mayor edad, contrariamente a mi temor, de que les disgustara rememorar sucesos complicados en sus vidas, me agradecían el haber escrito la novela, y me decían que estaban contentos de poder leer tanto las costumbres de su pueblo, alguna que ya se no se recordaba, como los graves hechos que sus familias padecieron en la guerra civil. Les agradaba ver reflejados a sus antepasados y recordar acontecimientos como la construcción de su famosa fuente. Decían que era la historia de su pueblo, que las nuevas generaciones ya pueden conocer.
-¿Considera que ya es hora de que las mujeres luchadoras del medio rural, tantos años invisibilizadas, tengan por fin su hueco en la literatura?
-En pueblos muy pequeños y mal comunicados en aquellos años había historias dormidas, calladas que se ocultaban y de las que no se hablaba en las familias, y con más motivo si la protagonista era una mujer. Afortunadamente, desde hace unos años ya se han publicado novelas y relatos que han sacado a la luz este tipo de historias.
-¿Es su primera novela?
Sí. Por mi trabajo en la Administración, mi vida de escritor tenía que ver meramente con documentos técnicos y burocráticos. Nunca imaginé que pudiera llegar a escribir una novela.
-¿Tiene previsto seguir la trayectoria de la literatura?
-Cuando di a conocer la novela, siempre comenté que era mi primera y última novela. De tal forma fue así, que decidí autoeditarla, con lo que ello suponía eso de financiación y falta de publicidad. Hice una tirada de 400 ejemplares, que a los pocos días se quedó corta, después de la acogida que ha tenido, tal vez me replantee lo dicho en un primer momento. Ahora quiero saborear y disfrutar de esta novela y más adelante, podría iniciar un nuevo proyecto. Tengo alguna idea y estaría relacionada con mi pueblo, Lumpiaque, en Zaragoza.
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