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María José Sánchez Martín, abogada del turno de oficio de Teruel: “Es reconfortante ayudar desde el turno de oficio a la gente para que haga valer sus derechos” María José Sánchez Martín, abogada del turno de oficio de Teruel: “Es reconfortante ayudar desde el turno de oficio a la gente para que haga valer sus derechos”
María José Sánchez cuando recibió el diploma en el Colegio de Abogados

María José Sánchez Martín, abogada del turno de oficio de Teruel: “Es reconfortante ayudar desde el turno de oficio a la gente para que haga valer sus derechos”

“Creo que no estamos valorados suficientemente y tampoco bien retribuidos en la labor que hacemos”
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La turolense María José Sánchez Martín es abogada del turno de oficio desde hace más de veinte años y recientemente recibió un diploma de reconocimiento a su labor por parte del Consejo General de la Abogacía Española. Asegura que el trabajo que desarrollan con este servicio es fundamental para hacer valer los derechos de la gente sin recursos.

-¿Qué importancia tiene el turno de oficio?

-El turno de oficio es fundamental. En el artículo 119 de la Constitución se establece que la justicia será gratuita cuando lo disponga la ley y en concreto para las personas que acreditan insuficiencia de recursos para litigar. Eso significa que si no tuviéramos el turno de oficio, al no tener recursos económicos suficientes para poder contratar a abogados particulares, no podrían tener acceso a la justicia.

-¿Qué supondría eso?

-Que se les generaría indefensión y no podrían defender sus derechos ni hacer reclamaciones en los procedimientos judiciales.

-¿Hay mucha gente que carece de esos recursos y que acude a la justicia gratuita?

-Sí, ha aumentado el número de personas que no tienen los recursos. En muchas familias a lo mejor sólo entra un sueldo y con eso es dificilísimo vivir y mucho menos acceder a un abogado particular. Llevamos varios años viendo aumentar los casos. En 2023, por ejemplo, a nivel nacional, 40.748 abogados atendieron más de dos millones de asuntos.

-Dos millones de personas que de no ser por el servicio que prestan ustedes se habrían quedado sin el derecho a la justicia.

-Exactamente, no hubieran tenido derecho a la justicia y se hubieran quedado totalmente indefensas, bien para defenderlas o asistirlas, porque nosotros hacemos muchas intervenciones diferentes en los distintos órdenes jurisdiccionales, en laboral, administrativo, menores, civil o penal.

-Al final es un servicio que paga la Administración, aunque ustedes lo ejercen. ¿Se les reconoce lo suficiente tanto profesional como económicamente?

-No, no se nos reconoce lo suficiente. Profesionalmente esto es un caballo de batalla. En las encuestas que se hacen a nivel nacional, a veces las personas no tienen un buen concepto de los abogados de oficio pero eso no responde a la realidad. Los abogados de oficio trabajamos muchísimo con los clientes que nos llegan a través del turno. Tenemos nuestros despachos particulares y si estamos en el turno de oficio es porque nos gusta hacer esta labor y desempeñar esta función. Yo trabajo igual para un asunto que me viene a mi despacho de forma particular que en un asunto en el que me designan como abogado del turno de oficio.

-¿No hay distinción?

-Un buen abogado no distingue, para nada, la única diferencia es que la remuneración es inferior a la que percibes por un asunto particular. A veces son asuntos muy complejos que llevan muchas horas de trabajo, pero sin embargo la remuneración que recibimos es muy pequeña.

-Con lo cual la injusticia se comete con ustedes, ¿no?

-Yo creo que sí, que no estamos valorados suficientemente y tampoco suficientemente retribuidos en la labor que hacemos.

-Es muy vocacional entonces, ¿qué supone para usted este trabajo entonces?

-Para mí ejercer en el turno de oficio tiene un gran valor. Me siento muy reconfortada de poder ayudar a estas personas para que hagan valer sus derechos. Ves muchas situaciones que son muy sangrantes y sabes que si no les ayudaras, pues esta gente perdería mucho. Yo siento mucha satisfacción y compensación por este trabajo cuando te dan las gracias. Sólo con las gracias o un abrazo que te dan por la ayuda que les has prestado te sientes satisfecha y te vas muy contenta a tu casa cuando has podido hacer algo por alguien. Hay veces que el resultado no es el adecuado, porque en ocasiones no se puede conseguir todo lo que uno desearía para esta gente, pero es muy gratificante ayudar a las personas en estos temas.

-Es esa parte de la profesión que tal vez no se vea desde fuera, ¿verdad?

-No se ve. Esto es muy vocacional porque es voluntario. Un abogado tiene que estar formado en todos los sentidos para poder ejercer tu trabajo, de ahí que tengamos una formación continua que nos proporciona el Colegio de Abogados en un permanente reciclado con cursos para el turno de oficio, con independencia de las formaciones que se hacen para temas concretos y que se realizan durante todo el año. Metemos muchas horas de estudio porque tienes que actualizarte en todas las modificaciones que van saliendo y es una trabajo que no se ve desde fuera.

-¿Cuántos años lleva en el turno de oficio?

-Me colegié en el año 2000 y empezamos a trabajar, con mi compañera Mari Carmen Julián, el 8 de marzo; entramos en el turno de oficio en 2003, con lo cual llevo 21 años.

-¿Qué representa para usted el reconocimiento que le han hecho por esa labor en el turno de oficio desde el Consejo General de la Abogacía Española?

-Da mucha alegría y satisfacción por algo que no me esperaba en ningún momento. Estoy contenta de que mis compañeros hayan querido representar en mi persona el reconocimiento que en el Día de la Justicia Gratuita se daba a los abogados que ejercen este turno de oficio.