María José Hasta, escritora oscense: "Creo que todas las artes son la misma, y he descubierto que escribiendo ya lo haces todo"
La autora de 'Se te oscurece el pelo' cierra este viernes el ciclo 'A puerta cerrada' en la librería Santos Ochoa de AlcañizLa escritora oscense afincada en Zaragoza María José Hasta ha sorprendido a la crítica con Se te oscurece el pelo (Caballo de Troya), una ópera prima en forma de relatos breves que destila técnica, experiencia y sensibilidad a partes iguales. Es la última invitada del primer ciclo de encuentros con el autor A puerta cerrada que se celebra en Librería Santos Ochoa. Visitará la librería alcañizana esta tarde de viernes, a partir de las 20 horas.
-’Se te oscurece el pelo’ está formado por una serie de relatos... ¿conectados entre sí?
-Uno puede leer los relatos por separado y su disfrute no se ve afectado, y aunque están dispuestos en cierto orden cronológico, desde la infancia hacia la edad adulta, podrías leerlos en otro orden. Realmente no hay una conexión clara entre ellos, pero de algún modo se intuye que hay algo, un personaje principal que es recurrente en varias historias, aunque nunca se sabe quién es exactamente y si de veras es la misma persona. Es algo similar a lo que hizo Lucía Berlín en Manual para mujeres de la limpieza, aunque no fue buscado, sino que surgió así.
-Eso del paso de la infancia a la edad adulta es a lo que hace referencia el título, ¿no es así?
-Sí, pero sobre todo porque lo de oscurecerse el pelo es algo muy poco preciso, ambiguo, que no ocurre en un momento determinado y que de hecho no percibes cuándo está ocurriendo, pero que de hecho sucede.
-Eso de dejar de ser niño suena triste, aunque acostumbramos a darnos cuenta tarde... ¿qué tono tienen sus relatos?
-Intento hacer reir al lector, pero sin renunciar a cierta amargura. La vida y los sentimientos son así, nunca se dan por separados. Y cuando hablas de asuntos trascendentes a través del día a día, de lo cotidiano, te da para reir y para llorar.
-Su primer libro publicado está teniendo una gran repercusión...
-Desde que me llevé la sorpresa de saber que el libro iba a existir estoy abierta a todo lo que pueda pasarme. Me sorprende todo esto, lo confieso, pero lo estoy asimilando con cierta normalidad y mucha alegría, desde luego.
Pulsión
-¿A qué respondió esa pulsión de escribir para una licenciada en Bellas Artes, fotógrafa, educadora en museos y actualmente profesora?
-Estoy convencida de que todas las artes son la misma. Yo empecé a escribir en un momento de bloqueo creativo, entendiendo que la escritura es muy directa, que en cualquier momento puedes sacar lápiz y papel y ponerte a escribir. Lo hice porque pensé que esa acción desencadenaría otros procesos creativos para pintar o hacer vídeos, que es lo que solía hacer... pero descubrí que escribiendo ya lo estaba haciendo todo. Mi editora, Sabina Urraca, impartió un taller de escritura y el 80% de los textos vienen de esas clases.
-Urraca la ha definido como “una de las nuevas voces”... ¿Qué aporta de nuevo?
-(Risas). Lo que me gustaría que se percibiera de mi voz es honestidad y verdad. No sé si es algo nuevo, tendrá que ver con que estoy empezando, pero realmente quiero que mis textos se vean como un verdadero compromiso con lo que hago, con cierta valentía.
-Hablando de valentía... ¿qué hay de autobiográfico en el libro?
-Es una autoficción pero no sé hasta que punto me desnudo. Creo que cuando utilizo eventos de mi propia vida me separo todo lo posible de ellos, porque si escribiera demasiado ensimismada lo estaría haciendo solo para mí, y difícilmente resultaría divertido o interesante para otra persona. Me gusta ser como un fantasma que recorre estancias y momentos, que está pero que no se le ve. Pero junto a esos elementos autoficcionados hay mucha fantasía, mucha exageración y mucha ficción... mi vida no daría para escribir un libro.
-¿Diría que el hecho de proceder de Bellas Artes determina de algún modo su forma de escribir?
-Seguro que lo hace. Una licenciada en Bellas Artes ha leído mucha teoría de cine, ha visto muchas pelis y probablemente la forma de escribir sea diferente a la de alguien que se nutre de pura literatura. En mi caso lo visual está muy presente, lo plástico, las descripciones de los materiales, los sabores, las texturas... hasta pienso en los textos de una forma matérica.
-¿Qué quiere decir?
-Que cuando pienso o valoro un texto lo hago en términos materiales, en si tiene más o menos densidad o es más o menos poroso, en si necesita más o menos ligereza en términos de volumen... Y lo sonoro también está muy presente. Siempre arranco los textos a través de un sonido, de una frase que me suena muy bien aunque no sepa como suenan todas las palabras por separado. Algo parecido a lo que te ocurre cuando te gusta una canción en un idioma que no entiendes.