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María Adelantado, escritora: “El capitalismo global no es sostenible, la idea de su colapso ha dejado de ser radical” María Adelantado, escritora: “El capitalismo global no es sostenible, la idea de su colapso ha dejado de ser radical”
María Adelantado, autora de ‘Sonata telúrica en La Mayor’

María Adelantado, escritora: “El capitalismo global no es sostenible, la idea de su colapso ha dejado de ser radical”

La autora de ‘Sonata telúrica en La Mayor’ plantea una utopía ambientada en parte en la provincia de Teruel
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La primera novela publicada por la valenciana María Adelantado, Sonata telúrica en La Mayor, plantea una utopía ambientada en parte en la provincia de Teruel. Una especie de aviso a navegantes sobre lo que, en opinión de su autora, debería depararnos el futuro.

¿Se trata de una distopía o una utopía?

-Yo entiendo que es una utopía sin ambages. Quizás el capítulo primero sí tiene un cariz distópico, porque una noche ocurre un evento tremendo que afecta a todo el planeta y al conjunto de la humanidad. Eso provoca mucha muerte, tristeza y confusión. Pero ese evento, que es puntual, es imprescindible, es la condición sine qua non para que pueda surgir de forma verosímil el nuevo mundo transformado que aflora en la Sonata Telúrica.

-¿Que características tiene ese futuro que plantea?

-Se da una inversión casi total de la realidad sociopolítica que conocemos. En el tiempo de la novela, que arranca en 2112 no existen las guerras, no se conciben ni siquiera como posibilidad. No hay pobreza, ni hambre, ni analfabetismo, ni gente sin hogar, ni violencia de ningún tipo. Lo que desencadena esa situación se remonta a 2036, en una metáfora sobre el Juicio Final. Las personas que no están preparadas para vivir en paz, las que ponen obstáculos, las agresivas, las inconscientes, las que más contribuyen a mantener los males actuales, mueren todas en la misma noche. La humanidad que queda es necesariamente humilde, consciente de ser parte de un todo mayor y deseosa de corregir el rumbo de la historia y realizar su aporte personal a la comunidad, local y global.

-¿Cree en un futuro real de esas características?

-Creo que un futuro así, más humano y amable, no solo es posible, sino necesario y, de hecho, creo que está en camino, al acecho, manifestándose cada día un poco más. El capitalismo global no es sostenible. La idea de colapso ha pasado de ser radical y minoritaria a ser, si no dominante, sí pensable y realista. Lo mismo con la idea de la extinción de la raza humana. Y a la vez, existe una tendencia global de búsqueda del sentido de la vida. Esa idea de un futuro donde se ha superado o eliminado el mal está en el corazón de las narrativas de las tres religiones abrahámicas. Hay mucha gente esperando desde hace muchos siglos que algo así ocurra.

-¿Por qué escribió este libro?

-Ha sido un proceso largo. Tuve la idea en 2003 en el contexto de las grandes manifestaciones contra la guerra en Irak por las famosas armas de destrucción masiva que nunca se encontraron, seguramente porque no existían, o al menos no en manos de Irak, que llevaba dos décadas sufriendo un bloqueo brutal. En aquellos días yo vivía en Londres, estaba releyendo 1984, de Orwell, y mirando la prensa era difícil no ver que esa distopía estaba ocurriendo, vivíamos con Gran Hermano, se imponía la neolengua, el doble pensar.

-El libro está cargado de símbolos y juegos metafóricos...

-La Sonata Telúrica tiene tono profético, juega con lugares y símbolos de las religiones abrahámicas, aunque hay pequeñas incursiones a varias otras culturas y creencias. Hay episodios frente al Santo Grial de la catedral de Valencia y capítulos enteros que transcurren en Roma o Jerusalén. Hay un mensaje trascendente sobre el autoconocimiento, o el alma, si se quiere, de los personajes. Pero hay otro mensaje, quizás más urgente: el del cumplimiento de la promesa de una nueva generación humana, presente en varias culturas.

-¿Qué papel tiene la música en el libro? ¿Por qué una sonata y precisamente en La mayor?

-Hay varias razones, no todas musicales. Sonata es un anagrama de Sotana, y La Mayor se abrevia LaM, que es Mal invertido. Además, La es No en árabe. Era una manera de decir NO a cierta forma de vida, la que se extingue en el capítulo primero. La razón más musical es que La Mayor es una tonalidad que suena bucólica, inocente, yo creo que muy adecuada para el tono del libro.

-¿Por qué es oportuna la inclusión de Teruel?

-Hay varios motivos. Parampara, la narradora, en el sexto capítulo se une a un colectivo que va reconstruir y repoblar una aldea abandonada, semiderruida. La situé en Gúdar-Javalambre porque está relativamente cerca de Valencia, donde ella vivía. También porque Teruel es una de las provincias de España más despobladas, aunque tiene paisajes maravillosos. Entonces, quise darle un poco la vuelta a eso y repoblarla. Además es una zona que conozco un poco, no tanto como desearía.

-Alterna topónimos reales, como Teruel, Olba o el río Mijares, con otros inventados, como Boca de Lobo o Los Establos. ¿Estos últimos se inspiran en lugares concretos y reales?

-Para crear Boca de Lobo sí me inspiré en dos lugares reales que amalgamé y recreé con libertad. Uno es Masía Collado Royo, una aldea abandonada en los años 50 y ahora reconstruida, que yo conocí cuando aún era pura ruina, y otra aldea cercana donde viven amigos y que pertenece a San Agustín.

-¿Cómo puede conseguirse la novela?

-Quien me la pida a través de maria.adelantado@gmail.com puede obtenerla dedicada, y además puede comprarse online en Amazon, FNAC, Casa del Libro o pedirse en cualquier librería de barrio.