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Mapi Sánchez Alayeto, jugadora profesional de pádel: “Si algo tenía claro después del palo que me llevé era que había que tirar hacia adelante” Mapi Sánchez Alayeto, jugadora profesional de pádel: “Si algo tenía claro después del palo que me llevé era que había que tirar hacia adelante”
Mapi se prepara para realizar un remate ante la atenta mirada de su hermana. WPT

Mapi Sánchez Alayeto, jugadora profesional de pádel: “Si algo tenía claro después del palo que me llevé era que había que tirar hacia adelante”

La jugadora maña, que padece esclerosis múltiple, llega a Calanda para disputar la fase final del Challenger
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Javier Gascó

Las mejores jugadoras de pádel se reúnen esta semana en Calanda para disputar el Tau Cerámica Bajo Aragón Challenger. Entre ellas, la pareja compuesta por Mapi Sánchez Alayeto y su hermana, Majo Sánchez Alayeto, es una de las favoritas para alzarse con el trofeo. Las jugadoras zaragozanas, que han sido número 1 mundial en varias ocasiones, llegan al Bajo Aragón con la vitola de locales, por lo que esperan que la afición calandina les aporte ese “plus de motivación” para salir campeonas.

Sin embargo, las Gemelas Atómicas, nombre por el que se conoce a la dupla maña, viven uno de los momentos más complicados de su carrera, ya que no solo compiten contra sus oponentes, sino también contra la esclerosis múltiple que en junio del año pasado le detectaron a Mapi. Tras las vacaciones de verano, debutan en territorio calandino.

-¿Cómo llegan las Gemelas Atómicas al torneo de Calanda?

-Llegamos después de un parón de torneos durante el verano, pero con muchas ganas. Nosotras hemos hecho cambio de entrenador, por lo que hay energías renovadas y creo que además es un plus de motivación jugar en casa delante de nuestra gente.

-Es su primera vez en este Challenger y llegan en un año en el que el nivel del cuadro es muy alto.

-Las únicas cuatro parejas que no lo juegan son las primeras del ranking. El resto de parejas estamos todas y nosotras vamos como número tres al torneo. Se puede decir que es el máximo nivel que se puede tener en un torneo Challenger.

-¿Cuál es su objetivo?

-Vamos a intentar ir a ganar, como en cada torneo al que vamos. Más allá de eso, nuestro objetivo es ir a luchar cada partido y a dar lo mejor de nosotras para salir satisfechas de la pista al saber que lo hemos dado todo.

-Reunir a las mejores jugadoras del mundo en Calanda hace unos años parecía imposible. ¿Qué ambiente se respira en el cuadro respecto a jugar en el municipio turolense?

-La mayoría de jugadoras conocen Calanda porque el año pasado ya vinieron a jugar. Lo que nos llega a nosotras es que la gente estuvo muy a gusto. Jugar en pueblos más pequeños, y no en ciudades tan grandes, se vive de una manera mucho más cercana. La afición te trata con mucho cariño.

-Usted y su hermana juegan como locales, al ser la pareja aragonesa por excelencia. ¿Les genera presión esa condición?

-No. Nosotras nos lo tomamos como un plus. Tenemos una tercera jugadora con nosotras en nuestro lado de la pista, así que hay que intentar aprovecharlo.

-La llegada del pádel a localidades más pequeñas también es una muestra del crecimiento de este deporte. ¿Cómo se ve esa evolución desde dentro?

-El pádel no deja de crecer. Todo el mundo hablaba de que en algún momento iba a parar, pero ha sucedido lo contrario. Cada vez se juega más. Esto también genera que las jóvenes que van saliendo por detrás tengan ilusión y motivación por llegar arriba.

-Usted es una referente para esas jóvenes.

-El hecho de que haya crecido tanto el pádel hace que las chicas jóvenes vean que es posible estar arriba y poder vivir de ello. Para nosotras es muy bonito ver que nuestra figura les impulsa y les ilusiona. Ahora lo comparamos con lo que vivimos nosotras cuando empezamos y no tiene nada que ver.

-Siempre ha jugado con su hermana como pareja, pero este año estar con ella le ha servido de apoyo, ¿verdad?

-Gracias a que tengo a mi hermana al lado creo que sigo jugando al pádel. Si no, creo que me hubiese planteado dejarlo todavía más en serio. El día a día es complicado. Mi hermana me ayuda mucho y con otra jugadora sería todo mucho más difícil.

-¿Cómo logra compaginar el deporte profesional con una enfermedad como la esclerosis múltiple?

-Al principio fue un palo muy duro. Tenía mucha incertidumbre sobre qué pasaba si me daba un brote, cómo me iba a recuperar... Luego lo asimilas y te vas haciendo a la idea. Aun así, todavía cuesta, sobre todo cuando tienes algún sustillo. Yo me centro en mi día a día, en dar lo que tienes ese día y no centrarte en lo que no tienes.

-Poder plantarle cara de la manera en la que lo hace es alucinante.

-Si algo tenía claro después del palo que me llevé era que había que tirar hacia delante y no quedarme pensando: “Ay, pobrecita”. Hay que luchar cada día, como todo el mundo hace con sus problemas. A mí me ha tocado esta enfermedad y lo que no se puede es estar apalancada cada día, sino tirar para delante.