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Mabel del Pozo, actriz profesional, madrina del equipo rojo del Rally Desafío Buñuel: “Desafío Buñuel no sólo es un reto creativo sino vital, de crear un equipo en muy poco tiempo” Mabel del Pozo, actriz profesional, madrina del equipo rojo del Rally Desafío Buñuel: “Desafío Buñuel no sólo es un reto creativo sino vital, de crear un equipo en muy poco tiempo”
Mabel del Pozo ante la escultura de Diego en el Mausoleo de los Amantes

Mabel del Pozo, actriz profesional, madrina del equipo rojo del Rally Desafío Buñuel: “Desafío Buñuel no sólo es un reto creativo sino vital, de crear un equipo en muy poco tiempo”

“El cine es un trabajo en grupo, que no se nos olvide, todos somos lo mismo y tenemos que estar a una”
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Primero fue la inspiración, después llegó la foto y seguidamente la entrevista. La actriz Mabel del Pozo contemplaba la escultura de Diego en el Mausoleo de los Amantes cuando de pronto se transformó en la Catherine Deneuve frente al sepulcro del cardenal Tavera de la película Tristana, para quedar retratada en la imagen como la Ángela Molina de Ese oscuro objeto del deseo. Esa es la magia de un festival como Desafío Buñuel, que organiza la Fundación Amantes y en el que Mabel del Pozo participa como madrina del equipo rojo.

-¿Qué le dice un festival como Desafío Buñuel, donde las películas que compiten se hacen durante su celebración?

-Me dice que hay efectivamente un reto de explorar la creatividad y llegar a un resultado en 48 horas inspirándonos en el gran Buñuel. Además, al llegar he encontrado que este desafío no solo es creativo sino vital, porque hay un reto de crear equipo en muy poquito tiempo. En mi caso está sucediendo y es una vuelta a la ilusión del inicio, a cuando empezabas a hacer teatro amateur o estabas estudiando y tenías que hacer familias sí o sí. Creo que estoy conectando con esa parte de mí de la exploración absolutamente altruista.

-El cine, a diferencia de otras artes, es eso, un trabajo colectivo, de equipo.

-Eso es el cine, un trabajo en equipo, que no se nos olvide nunca; todos somos lo mismo y tenemos que estar a una.

-¿Qué es Buñuel para la gente que se dedica al cine?

-Es un referente absoluto, es el exponente creo de una época y de un estilo del surrealismo, pero a la vez representa la capacidad de contar historias desde un lugar absolutamente único, genuino y poético. A mí me da mucha pena cuando el cine poético parece que se pierde. En España a veces hay muy poca oportunidad de hacer un cine que tenga que ver con el surrealismo o con la poesía.

-¿Hay que repensar el cine en el momento actual, cuando parece que se busca más el impacto visual que el emocional?

-Creo que tenemos ahora unos cineastas que son absolutos maestros. Hay un cine español maravilloso, pero sí es verdad que hay algo por hacer; pienso que lo está haciendo este festival, y es no olvidarnos jamás de dónde venimos y de qué referentes cinematográficos tan inspiradores tenemos. No sé si hay que volver a algún lado, lo que sí que creo es que no conviene olvidarse de la capacidad creativa de nuestros directores.

-Buñuel es turolense, ¿qué se siente al estar en su tierra?

-Me encantaría visitar Calanda, la verdad. Estar aquí supone la posibilidad de entrar en contacto con su esencia. Creo que el lugar de donde uno viene también es lo que uno es, porque lo hace a uno. Me encantaría conectar un poco con la esencia de Buñuel durante estos días aquí y encontrarle.

-¿Y la relación que tiene este festival con los Amantes de Teruel, que es una historia muy cinematográfica?

-La historia de los Amantes es magnífica, me recuerda a Romeo y Julieta. Los Amantes de Teruel sí que son un referente famosísimo que ha inspirado muchísimas obras de arte a todos los niveles, y ahora yo los acabo de ver. Al verlos y estar tan cerca de ellos pasa algo en la respiración. No sé si es leyenda o realidad, y estábamos debatiéndolo; cómo hemos perdido la inocencia de creer que se puede morir por el amor, y que lo que te dicta el corazón es el camino y, si no, a la tumba. Es apasionante verlos ahí tumbados con esa imposibilidad de tocarse aun en la muerte. Hay serenidad en esa muerte, no sé por qué.

-Los grandes festivales de cine son un poco agobiantes, ¿cómo se siente en uno tan pequeñito como este y tan cercano?

-Para mí, sinceramente, es mucho más confortable, más cómodo, y me da más posibilidad de ser yo misma. Por lo que estoy viviendo hasta ahora me siento en casa, en familia, y como si conociera a todo el mundo desde hace mucho tiempo. A Carla Nieto sí que la conozco y somos amigas desde hace mucho tiempo, pero a los demás los acabo de conocer y tengo la sensación de que somos amigos desde hace tiempo también.

-¿Su primera vez en Teruel?

-Sí, y estoy alucinada, es precioso.

-Vamos, que volverá.

-Segurísimo, sí, sí, espero que me adoptéis un poquito, porque yo quiero volver. Ayer estuve paseando por la noche y hasta pedí un deseo en la fuente del Torico. Mirando en perspectiva desde atrás, el Torico me pareció una plaza muy bonita en el silencio de la noche, cuando sólo se oía el agua de la fuente; al modo Fellini, al modo Dolce vita, pedimos un deseo en la fuente. Fíjate qué inspirador ha podido llegar a ser este festival en unas horas. Estuvimos viendo también las casas modernistas dando un paseíto por la noche, y es absolutamente inspirador. De hecho, es que me parecía ver a los personajes de ciertas películas. De Buñuel estaba viendo a Catherine Deneuve andando por aquí, o a Fernando Rey. Era muy cinematográfico sentir a los personajes saliendo por las calles, como todo lo hermoso, claro.

-Actúa en el corto Hijos compartidos, ¿está satisfecha del proyecto que le ha tocado?

-Estoy muy contenta de haber conocido a Enrique Ortega y a todo el equipo y estoy feliz. Tengo una sensación de llevar tiempo trabajando con ellos y en realidad acabamos de conocernos.