Luis Zueco, escritor: “Lo realmente interesante del descubrimiento de América llegó después de los viajes de Colón”

Desde que Ediciones B publicó su tercera novela, El Castillo (2015), Luis Zueco se ha ido abriendo un hueco entre los escritores de novela histórica más leídos de Aragón. Su última obra es El mapa de un mundo nuevo, que cierra la bilogía sobre Isabel la Católica que inició El tablero de la reina. El martes, 17 de diciembre, la presentará en el Casino de Teruel (19.30 h.), tras más de cuatro meses girando con ella por toda España. “Me gusta viajar para presentar mis novelas”, asegura, “pero tengo ganas de retornar a la calma y ponerme a escribir de nuevo”.

-’El mapa de un mundo nuevo’ es una de esas novelas que hablan sobre muchos temas...

-Así es, aunque el tema principal es el del cambio de época que se da en España a finales del siglo XV, cómo se pasa de la Edad Media a la Edad Moderna. Habitualmente pensamos que el hecho decisivo es el descubrimiento de América, y aunque lo es, quería hacer ver al lector que en realidad fue mucho más complejo. El descubrimiento fue casi una consecuencia de ese cambio de mentalidad, del florecimiento del comercio, los viajes y la cultura. Y al mismo tiempo se tratan otros temas que tienen que ver con la política, con esa figura central que es Isabel la Católica, pero también la imprenta, la cartografía, las innovaciones tecnológicas que contribuyan a que todo salte por los aires y el mundo experimente un gran cambio.

-Cinco siglos después es fácil de ver, pero ¿cree que la sociedad del momento era consciente del cambio trascendente que vivían?

-Creo que no, y de eso también habla la novela. Igual que en nuestro tiempo podemos intuir cambios pero no tenemos una visión global, que llegará después, en aquella época creo que no se percibía la grandeza de lo que se estaba viviendo. Había novedades y una mentalidad viajera y comercial que antes no existían, pero me da la impresión de que solo la gente más intuitiva llegaba a entender lo que se estaba viviendo.

-Entre ‘El tablero de la reina’ y ‘El mapa de un mundo nuevo’ hay un salto temporal importante, entre una Isabel adolescente y otra al final de su vida...

-Yo no planteo mis novelas en torno a una época o un personaje, sino en torno a cosas que quiero contar. En la primera de esas novelas me centré en el mundo del ajedrez, el por qué de la importancia de un juego que utilicé cómo símbolo. Y en el proceso de documentación me surgió la idea de escribir otra novela de cómo los viajes cambiaron la historia. No es una bilogía planificada sobre Isabel, sino que son dos libros que tratan diferentes temas aunque tengan un contexto común.

-Su novela habla sobre viajes pero comienza después de la hazaña de Colón. ¿Por qué?

-Centrarme en el primer viaje de Colón hubiera supuesto hacerlo casi en exclusiva en él, y no era lo que quería contar. A fin de cuentas lo realmente interesante ocurrió después, cuando Colón regresa de sus viajes y el mundo tiene que plantearse qué hacer con todo eso que de repente había descubierto.

-¿Hasta dónde llega la ficción en su novela?

-Los protagonistas de mis novelas siempre son de ficción, y así el cartógrafo, o María, o el trovador lo son. Esos personajes pudieron existir perfectamente, pero me permiten ser muy libre para hablar de ese mundo. No se trataba de hablar de reyes y de batallas sino de entender su presente cotidiano. En ese sentido creo que estamos hablando de una novela de aventuras y misterio, fundamentalmente. Lo que ocurre es que tiene un contexto histórico muy importante, en el que tenemos a Isabel, a Fernando de Aragón o a Maquiavelo, entre otros personajes.

-La novela histórica acostumbra a tirar de misterios o de secretos ocultos para hacer más interesante un periodo histórico al lector. ¿’El mapa de un mundo nuevo’ lo hace?

-Sí, y lo hace precisamente a través de Colón, que fue una figura muy brillante, pero al mismo tiempo muy oscura, de cuyos 25 primeros años no sabemos nada porque él mismo se encargó de borrar todo el rastro. Esto es clave en la novela porque los personajes rastrearán su pasado, en un momento en el que Colón ya es virrey y almirante, alguien poderoso que empieza a tener enemigos.

-¿Cómo es la Isabel madura de su novela?

-Yo no es una adolescente, sino una madre que tiene que casar a cinco hijos y lidiar con cuestiones de estado muy complejas. Sus últimos años estuvo enferma y obsesionada por el que fue su gran problema: evitar que su legado se pierda y la Corona caiga en las manos peor indicadas.

-¿Y Fernando?

-Fernando gana peso en la novela conforme lo va perdiendo Isabel. Cada vez está más involucrado en los temas de Castilla, pero la muerte de Isabel lo dejó en una posición débil y comprometida. Ella fue una figura monumental que mantuvo unida Castilla y su muerte se dejó notar.

-¿Tiene ya los mimbres de su próxima novela?

-Ahora mismo tengo dos proyectos abiertos, una novela sobre el XVII y otra muy a finales del XVIII. Esta Navidad me centraré en uno de ellos.

-¿Y cuando podría estar en el mercado?

-Uf... quizá a principios de 2026, pero todavía queda mucho tiempo como para tenerlo claro.