Lucía Soraya Sánchez, sexóloga, matrona y premio Menina 2024 de la Delegación del Gobierno: “Están llegando a Teruel muchos casos de migrantes víctimas de violación o mutilación genital”
La sexóloga y matrona ha hecho de la prevención de las violencias machistas uno de sus principales objetivosEl 93,3 % de las llamadas realizadas al IAM hasta septiembre en Teruel han sido por violencia
Las organizaciones feministas de la capital alzan la voz contra la violencia machista
En Teruel hay 197 mujeres con medidas de protección activas por violencia de género
Matrona, psicóloga, asesora de parejas o educadora sexual son algunas de las numerosas ocupaciones de Lucía Soraya Sánchez. Su activismo en favor de los derechos de las mujeres y su labor con las migrantes que llegan a Teruel, muchas de ellas después de haber sido víctimas de la barbarie masculina, le han hecho acreedora de uno de los premios Meninas que el delegado del Gobierno de España en Aragón entregó la semana pasada.
-¿Qué supone un reconocimiento como este?
-Es un honor, una gratificación porque no me lo esperaba. Cuando te lo dicen te ilusionas, pero cuando lo recibes no te lo crees porque, la verdad, yo llevo haciendo trabajo con mujeres toda mi vida y como voluntaria de Médicos del Mundo desde 2012 y, bueno, hay cosas que vas haciendo que piensas que no se ven ya que es todo muy voluntario, que la gente no se entera. Pero resulta que realmente sí que se está viendo, sí está teniendo una repercusión importante en las personas que ayudamos y en el medio alrededor. Porque al final sientes que ayudas, aunque sea duro y quede mucho trabajo por hacer.
-Entre otras facetas, usted ha destacado su labor con las mujeres migrantes.
-Lo es acompañar a las víctimas, ayudándolas, haciendo que tengan una mejor vida y eso no se puede explicar con palabras. Ahora, dentro del recurso de las Hijas de la Caridad hay muchísimas mujeres que están llegando directamente por la ruta canaria que la distribuyen aquí, que vienen de África, directamente prácticamente de la patera, y últimamente estamos viendo muchos casos muy graves.
-¿Se refiere a casos de mutilación genital?
-Sí, de hecho hay muchos y están llegando más con la crisis migratoria. Son casos que a lo mejor antes veías uno de vez en cuando de mutilaciones más graves, de violencias graves o de matrimonios forzosos con violaciones dentro del propio matrimonio, o mujeres que están huyendo de conflictos bélicos donde ellas son parte de la guerra.
-¿Qué reportan estas mujeres cuando llegan a suelo europeo?
-El proceso migratorio es desolador. Lo primero, porque es muy difícil comunicarte con ellas porque la mayoría a veces no hablan inglés ni francés. Normalmente, cuando llegan a mí, ya han pasado por un psicólogo, por un trabajador social, que más o menos ya han relacionado todo. No hacemos a la mujer relatar su trauma una y otra vez para no revictimizarla. En las Hijas de la Caridad llevamos ya atendidas a una veintena de mujeres en el último año y medio. Su llegada a España no ha sido fácil y algunas han estado más de tres años de penuria, han estado en la calle y pueden haber sido violadas e incluso tener hijos de esas violaciones. Algunas de estas mujeres han entrado varias veces al servicio de Urgencias en estado de shock porque tiene verdaderos flashbacks por todo lo que han vivido, con secuestros, mutilaciones, incluso de adultas, a veces hasta como castigo por haber sido violadas.
-Los casos de violencia machista no se circunscriben a las mujeres migrantes. En España es una situación todavía demasiado presente. ¿Está normalizado?
-Además de mi trabajo como matrona en un centro de salud tengo una consulta privada y acuden mujeres pidiendo ayuda por lo que ellas se identifican por un bloqueo sexual. Cundo exploras ves que, a veces, se trata de víctimas de abuso a las que les cuesta incluso reconocerlo. Son estas violencias más silenciadas o normalizadas en las que la víctima piensa que como siempre ha vivido ese tipo de violencia ni siquiera le pone nombre porque lo entiende como lo normal.
-¿Opina que la sensación de impunidad crece entre los agresores? ¿Se está normalizando la violencia sobre la mujer?
-En general, en cifras globales tenemos mucho que hacer. Quiero pensar que todo esto está mejorando en el sentido de que hay más denuncias. No quiero pensar que esto se esté normalizando entre las personas jóvenes, pero yo voy a los institutos a hacer educación sexual y veo algún sector en el que hay como un resurgimiento de ese machismo, de esa masculinidad hegemónica en la que se vuelve a situar al hombre por encima de la mujer. Y sí que se ven tratos machistas de control, de vejaciones de alguna manera, que pueden desencadenar posteriormente en violencias más evidentes.
-¿Cuánta influencia tiene el acceso precoz al porno?
-El acceso precoz al porno tiene bastante influencia, por eso es importante que los profesionales hagamos una educación sexual de calidad en la que metamos temas como es la tecnología, el uso a propiedad de la tecnología. Los chavales tienen un móvil o una tablet y no podemos evitar que lo vean. Lo que tenemos que hacer es acompañarlos a que disciernan lo que es realidad y lo que es ficción.
-Si la violencia sobre la mujer se ha agudizado, también lo ha hecho la LGTBIfobia.
-Me considero activista LGTB. Soy profesora del máster de sexología, y la sexología al final, la diversidad, es una parte de la sexología, entonces no podemos entender la sexología sino desde la diversidad LGTB también. No puede haber educación sexual si no se contempla desde la diversidad