José Ramón Caballero, consejero de asuntos taurinos de la Organización Colegial Veterinaria: "Tenemos que ser capaces de conservar el patrimonio genético del toro de lidia"

José Ramón Caballero de la Calle, consejero de Asuntos Taurinos de la Organización Colegial Veterinaria española y veterinario especialista en este ámbito, habló en el Congreso Taurino de Veterinaria en Teruel del programa nacional de mejora de raza bovina de lidia.

-¿Cómo se está trabajando la  mejora genética del toro de lidia?
-El programa nacional de mejora genética de la raza bovina de lidia del Ministerio de Agricultura trata de aprovecharse de una serie de herramientas y conocimientos científicos y técnicos para que los ganaderos sean capaces de aplicarlo a su ganadería y conservar la raza cuya característica principal es la bravura; seleccionarla y buscar aquellos encastes que más interesan para la fiesta. Hay una serie de técnicas o formas de mejorar esta producción que se basan en métodos científicos.

-¿Cuáles son los objetivos principales del programa?
-Que la raza bovina de lidia se conserve en el futuro y sobre todo que siga teniendo su funcionalidad. Está organizado por el Ministerio, pero tienen que participar voluntariamente las asociaciones que forman el libro genealógico de la raza de lidia.

-¿Qué número de ganaderías está participando?
-La teoría es que sean todas o al menos llegar al 40% o 50%. Las que participan son las que están marcando la pauta. A partir de ahí, los ven otros y dicen: Yo también creo que puedo participar o podemos coger reproductores de estas ganaderías para incluirlos en las nuestras. Creo que esto es una cosa que se empieza a ver resultados y cuando los resultados empiezan a ser fehacientes, los distintos ganaderos se van incorporando al programa, siempre y cuando cumplan unas normativas.

Asociaciones

-¿Son receptivos los ganaderos?
-Hay de todo. Hay cinco asociaciones que forman el libro genealógico de la raza bovina de lidia. Hay unas que están más involucradas que otras, pero en teoría todas tienen un programa de mejora y conservación de la raza. Tiene también su vinculación científica, asociada a grupos de investigación, que son los que van marcando la pauta en función de las necesidades del ganadero. Porque una de las cosas que no hay que olvidar es que las ganaderías de lidia tienen la peculiaridad de que están hechas a imagen y semejanza del ganadero, de su propietario. Entonces, el programa te da todas las herramientas para desarrollar estos objetivos, pero también te deja la libertad de poder decir cuál es tu línea de trabajo, cuál es tu objetivo final, pero siempre y cuando cumpla con estas normativas. Esto no es un trabajo de hoy para mañana, ni es algo que se pueda improvisar, sino que tenemos que seguir un orden, una rutina, que al final nos permita alcanzar el objetivo.

-¿Es más complicado para ganaderías pequeñas?
-Es mucho más complicado para ganaderías pequeñas porque realmente necesitan una inversión, en instalaciones, en estadística, en técnicos que no se pueden aplicar de repente. Tienen que mirar a medio o largo plazo. Sin embargo, si se hace bien, esas ganaderías pequeñas se pueden beneficiar de estas acciones. Pueden ver qué es lo que hay. Vamos a cambiar nuestra forma de producir, vamos a introducir animales nuevos, animales que están totalmente mejorados.

-¿Hay ayudas económicas para participar en el programa?
-Sí, dentro de los programas de la mejora de las razas hay una serie de ayudas, ahora son razas puras, con ayudas que vienen desde la Unión Europea. Estas ayudas se pueden gestionar a través de las asociaciones.

-¿Se van viendo resultados con la aplicación del programa?
-El programa lleva ya más de diez años, sí que hay resultados científicos y técnicos, hay ganaderías que lo están aplicando y están mejorando, que estaban más deterioradas y que al aplicar esto se están recuperando.

-¿Qué va a notar el aficionado con esos animales?
-Obviamente, aquellos animales que tienen esta mejora la manifiestan porque fundamentalmente lo que están buscando son características funcionales de bravura. El espectador ve que estos animales dan el juego esperado, se mejora el espectáculo. Tenemos que ser capaces de conservar ese patrimonio genético y que lo podamos expandir a las generaciones futuras, igual que lo hemos heredado de las pasadas. Y no nos podemos olvidar de esto, de esta conservación porque realmente, dentro de lo que es el territorio español, disfrutamos de una raza con características únicas, una raza única, un ecosistema único. No podemos olvidar que su funcionalidad es el gen de la bravura, ese es el que tenemos que conservar, transmitir y desde luego homogeneizar para que todos los ganaderos sean capaces de aprovecharse de estas inversiones de mejora y que realmente se vea en el espectáculo.