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José Orduña, arborista: José Orduña, arborista:
José Orduña durante la demostración de escamonda en Bueña. Bea Martín

José Orduña, arborista: "La escamonda de los chopos responde a una necesidad del hombre de tener leña y vigas"

"Esta práctica se sale de la arboricultura moderna, es algo prohibido, un ejemplo de lo que no hay que hacer"
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Cruz Aguilar

Jose Orduña atiende el teléfono para hacer la entrevista a 25 metros de altura porque está en la capota de un árbol haciendo trabajos de arboristería. Es bombero forestal en la helitransportada de Daroca y compagina ese trabajo con los que realiza como silvicultor y arborista especializado en podas de altura. También hace derribos de árboles que es necesario retirar y, por si le faltaba alguna faena más para sus ratos libres, desde hace unos años hace esculturas en madera, con motosierra. Hace unos días ofreció una demostración de poda de chopos cabeceros o escamonda en Bueña.

-¿Qué particularidades tiene podar un chopo cabecero?
-Es algo que se sale de la arboricultura moderna, es algo prohibido, un ejemplo de lo que jamás hay que hacer a un árbol, es algo que no está contemplado porque generas un árbol mucho más peligroso, pero en el caso de los chopos son árboles que se han trabajado así toda la vida, se han mantenido así por una necesidad que tenía el hombre. Es un tratamiento de producción de madera para vigas de la casa y para leña. Los árboles frutales se podan para tener fruta, si lo dejas libre se haría muy grande, tendría menos producción y sería un incordio recolectarlos. En el caso de los chopos, cuando las vigas tienen entre 25 y 30 centímetros de diámetro se cosechan y los árboles se quedan como si fuera un puño de una mano cerrado.

-¿Solo se hace con estos árboles?
-No, la escamonda que hacemos en esta zona nuestra se hace con el chopo cabecero, Populus nigra, y con el sauce blanco también para el aprovechamiento de la madera y en otro sitios se hace incluso con azarollos. Antiguamente era la única manera de tener madera sin cargarte el árbol porque había tanto ganado que era todo un desierto, se comían todo. A mayor escala tenemos robles cabeceros, en un chopo la cosecha es cada 15 o 20 años, en un roble necesitas dos generaciones, aunque es verdad que las traviesas son mucho mejores, mas resistentes, y estos árboles se escamondan en Francia y otros lugares de Europa.

-¿Qué tipo de madera da el chopo cabecero?
-El Populus nigra da una madera de buena calidad, tiene una densidad muy buena, cuando se seca es ligera y muy flexible, casi todas las vigas que tenemos en Aragón son de chopo o de sabina, un árbol que también se trabajaba mucho para hacer vigas. Además en el caso de los chopos cada 15 o 20 años puedes cosechar el árbol.

Escamonda

-¿Tiene mucho trabajo con la escamonda?
-Son árboles que la gente casi no cuida, el que los escamonda es porque le molestan para pasar o porque se han caído. También hay gente que los quiere tener arreglados por amor al arte. En el Alto Alfambra creo que hay algunas ayudas, pero son trabajos caros, faenas peligrosas y la madera hoy en día apenas tiene valor, aunque se revalorizará, porque ahora ya está tirando la gente de la madera que pilla para calentarse. Puede ser que en unos años nos veamos apurados y, aunque ahora la gente tira más de almendros o leña de carrasca, si hay necesidad no le hará ascos a nada.

-¿En qué estado están ahora los chopos cabeceros?
-Muchos tienen ramas podridas y, por desgracia, están muy abandonados. Son una fuente de biodiversidad, en su interior acogen a muchos mamíferos, como comadrejas, hurones, martas, murciélagos o diferentes tipos de insectos.

-¿Qué madera utiliza para hacer sus esculturas?
-Ahora mismo cedro, que tengo bastante de San Martín del Río, donde se secó un cedro del Líbano y me encargaron la faena de talarlo, tenía 90 centímetros de diámetro. También utilizo Populus nigra si cuando hago una escamonda sale alguna viga buena la aprovecho, y pino carrasco y albar.

-¿Cuáles son las podas que más hace?
-Podas de mantenimiento, sobre todo árboles muy grandes. Hay muy pocas personas en el país que lo hagan de forma manual y sean finos en este tipo de trabajo, es mejor hacerlo con cuerdas que con una máquina, ya que estás en el árbol y llegas donde las máquinas no pueden acceder. A veces te encuentras con un árbol gigante en medio de una urbanización y no cabe la pluma, es necesario cortarlo manualmente.

-¿Qué  esculturas hace?
-Tanto realistas como abstractas y sobre todo me gusta hacer cosas que tengan que ver con el entorno natural, como mesas de diseño sin que pierdan la esencia del tronco del árbol. Trofeos para concursos… Lo que me gusta es hacer cosas que tengan conexión con la naturaleza.

-¿Con tan poca gente especializada cada vez tendrá más faena en los trabajos silvícolas?
-Tengo mucha faena porque para realizar trabajos en altura sí hay empresas, pero de arboristería con trabajos en altura no hay muchas. Lo que sí que veo es  que la gente cada vez le tiene más amor a los árboles, y eso para mí es bueno porque prefiero podarlos a derribarlos. En alguna ocasión también hay que derribar, pero tienes que saber lo que se puede tirar y lo que no. A veces se hacen salvajadas, como podas agresivas u obras que revientan las raíces y todo ello pone en peligro el árbol y a la gente que pasa junto a él.