José Miguel Abril, autor del busto de Pertegaz en Olba: “Los escultores debemos tener varios frentes abiertos y dar la talla en todos ellos”

José Miguel Abril es el autor del busto de Manuel Pertegaz que desde el pasado día 18 de mayo se exhibe en la Fuente de los caños Olba. Muestra un hombre con una gran sonrisa y el busto está ubicado sobre un pedestal de arenisca que representa las telas que utilizó el diseñador.

-¿Cómo fue el proceso creativo de la escultura de Pertegaz?

-Es complicado hacer un busto de quien no has conocido, recabé mucha información a partir de fotografías para meterme un poco en su personalidad y representar ese carácter tan peculiar, esa expresión. Mi forma de trabajo es reunir muchas fotografías que se van quedando grabadas en el subconsciente y durante el proceso de trabajo van saliendo de forma impulsiva y espontánea. 

-El día en que se presentó recibió las felicitaciones tanto de la familia como de los colaboradores de Pertegaz.

-La crítica de ellos para mí era muy importante porque era la gente que le había conocido personalmente y todos estaban muy satisfechos, me dijeron que era un gran trabajo. Los retratos son un tema delicado, hay artistas que quieren dar una interpretación tan personal que se alejan tanto de la realidad que no suele ser del gusto de los más cercanos, por eso hay que ser muy meticuloso.

-¿Por qué de bronce?

-Es un material más duradero para exteriores y se es más fácil trabajarlo porque puedes corregir fallos, algo que no ocurre con la piedra, que no tiene margen de error. Modelar en barro es como dibujar hasta que vas acertando con la expresión.

-El busto descansa sobre un pedestal de piedra que se asemeja a telas, ¿no?

-Sí, está sobre unas telas en piedra arenisca que parecen de verdad. En todas mis esculturas intento aportar algo que se salga de lo normal, marcar la diferencia y dar exclusividad a la obra.

-Ha titulado la creación La fuerza de un coloso, ¿Por qué?

-Las palabras las usó el propio Pertegaz y me pareció que reflejaban el triunfo de una persona humilde que sale de una pequeña villa y triunfa en el mundo. Llegó a la cumbre, pero a lo largo de su vida pero tuvo altibajos importantes y supo resurgir de sus cenizas y volver a triunfar, es un poco la mentalidad americana, donde el éxito es la unión de muchos fracasos.

-Ha pintado a un Pertegaz sonriente, ¿era tan alegre?

-Yo creo que sí porque en el 90% de las fotos sale sonriendo. A pesar de que, como me han confirmado sus allegados, tenía cierto rubor, cierto complejo y muchas veces se tapaba la boca. En este caso esta caracterización era importante para el trabajo, era la chispa. Hay muy pocos bustos donde el personaje sale sonriendo y eso convierte esta obra en más exclusiva, es más fácil hacer una expresión seria que sonriente.

-Trabaja mucho la escultura religiosa ¿es de la que hay más demanda?

-Sí, al igual que la pública. Y en esta profesión tienes que ser muy completo, tener muchos frentes abiertos para poder dar la talla en cualquier de ellos. La escultura religiosa es necesaria para adquirir cierta financiación. También alterno mi trabajo con otras de restauración de edificios antiguos, como la Torre Gótica de Alcañiz o el rosetón que hice para la Torre del Compte.

-Vamos, que le pega a todo.

-Sí, tienes que ser un todoterreno y hacer trabajos de cantería especializada es un campo que también domino. Intento hacer de todo y dar un servicio, que es importante, porque a veces no es fácil encontrar gente que haga estos trabajos.

-También ha hecho algunas obras para la Sagrada Familia de Barcelona, ¿no es así?

-Sí, me contrató el templo para hacer la pierna del soldado romano en la fachada del Nacimiento y también la mano y la maza de Jesús carpintero.

-Estará orgulloso, ¿verdad?

-Sí, poder dejar tu sello en el proyecto arquitectónico más importante del mundo es todo un honor, además sigo mantenimiento el contacto.

-Usted tiene el taller en Alcañiz, ¿es difícil abrirse camino  desde una ciudad pequeña?

-Cada día es más difícil. Pero no en esta ciudad, en todo el país llevamos varios años en los que la apuesta por la cultura y el arte se queda en un cuarto plano. Es muy complicado hacerse un hueco y vivir de ello, intentas moverte mucho pero cualquier exposición que se hace en Madrid o Barcelona supone un mayor coste  para los que estamos fuera. Las redes sociales e internet nos acercan mucho a todos. Aparte de estar ahí, necesitas un círculo en el que conversar con alguien con tus mismas inquietudes y nutrirte también de esa gente. Los que estamos por aquí cerca nos conocemos todos, pero nos falta poder encontrarnos con gente más dispar.