José Luis Guillén, presidente de la Asociación Provincial Comercio Teruel: “La respuesta a la reapertura del comercio ha sido muy positiva, pero muy lenta”

El alcorisano José Luis Guillén asumió recientemente la presidencia de la Asociación Provincial Comercio Teruel en sustitución de Ignacio Benajes, se ha propuesto recuperar el comercio de proximidad y la confianza de los clientes. La digitalización, la modernización y la dinamización serán los tres pilares sobre los que se asiente.

Guillén, que en los últimos 4 años ejerció como vicepresidente de la asociación encabezada por Ignacio Benajes, destacó la importancia del servicio prestado por los pequeños establecimientos durante el estado de alarma y pidió a los clientes y a las instituciones que no lo olviden.

-¿Con qué objetivo asume la presidencia?

-El principal objetivo es recuperar el comercio de proximidad y la confianza de los clientes.

-Ese comercio se ha visto amenazado por las grandes superficies, las plataformas online y ahora, una pandemia…

-Llevamos hablando desde hace tiempo de tres vertientes: la digitalización, la modernización y la dinamización. Las tres son muy importantes y en algún caso, como en el de la digitalización, no hemos estado a la altura o no hemos podido subirnos a ese carro pero debemos hacerlo o estamos acabados. Entre otros motivos, se encuentra la edad bastante avanzada de los propietarios de los establecimientos en algunos sectores. No podemos luchar contra las grandes superficies con precios pero sí con servicios. Durante la pandemia, esta virtud del comercio de proximidad ha quedado en evidencia. 

-¿Debe el pequeño comercio agruparse para acceder con mayores garantías a la venta online? 

-Estamos realizando un estudio sobre esto, sobre la creación de plataformas para la compra y distribución. Hay varios proyectos en la mesa. En el Bajo Aragón, una empresa privada está realizando un sondeo para ver de qué manera se puede crear este espacio. Sería muy interesante y nos importa sobre todo el reparto. Hemos comentado lo curioso que ha sido que, en estos meses, los panaderos han llevado el pan a las casas o los tenderos una botella de aceite o un kilo de azúcar. Eso se ha hecho en la ciudad de Teruel y en las pequeñas poblaciones. Y ahora, hay que devolver el favor que el comercio ha hecho a los clientes. El personal sanitario ha estado al pie del cañón desde el primer minuto, pero también el comercio para que no faltaran los productos de primera necesidad. Las compras por internet llegan cuando llegan, pero aquí se ha estado sirviendo en 20 minutos. Eso es muy importante y hay que tenerlo en cuenta, valorarlo y apoyarlo.

-¿Cómo han respondido los turolenses a la reapertura del pequeño comercio?

-La respuesta ha sido positiva, pero muy lenta. Hay miedo a salir a la calle y entrar en un comercio. Pero el comercio turolense, al igual que no estaba preparado para una digitalización tan rápida como ha exigido el mercado, si lo ha estado para contar con todas las medidas de protección. Los establecimientos disponen de pantallas protectoras y cumplen con los aforos, con los protocolos de desinfección y limpieza establecidos, y con la cuarentena de muchos de los productos. Hemos podido arrancar, pero vamos muy despacio.

-¿Cree que esa reducción del consumo obedece solo al miedo al contagio o también a la incertidumbre sobre la situación económica?

-Creo que responde más a la inseguridad, al miedo a la pandemia. Inicialmente, en el tema económico, la gente ha seguido teniendo ingresos, aunque haya sufrido un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE). La crisis económica nos llegará más adelante, cuando cierren empresas. Vienen tiempos difíciles, pero en estos momentos creo que obedece más al miedo de las personas que a su situación económica. 

-¿Y qué hay de la modernización?

-La modernización no se acomete en la mayoría de los casos por motivos económicos. El coste es muy elevado, sobre todo para los negocios que subsisten en pequeñas poblaciones. Muchas veces, las inversiones se realizan a razón de los beneficios que producen. Y muchos comercios de proximidad en los pueblos apenas dan para pagar las cuotas a la Seguridad Social y conseguir un sueldo pequeño.

-Pero esos comercios se han desvelado como los más necesarios durante el estado de alarma…

-Los multiservicios durante la pandemia han ayudado mucho: los propietarios han sido como la asistenta social, el médico y hasta el cura. Han sido quienes han apoyado a la población, sobre todo a la gente mayor. Eso es algo que debemos tener en cuenta, sobre todo las instituciones. Mi comentario a la dirección general de Comercio del Gobierno de Aragón siempre es ese. 

El comercio ha sido un servicio social durante la pandemia y no debemos olvidarnos de quienes lo están prestando. En los municipios en los que se asientan no hay centro de salud y son los propietarios los que se preocupan si algún día alguien no va a por el pan. Ese es un valor a tener muy en cuenta, sobre todo en una provincia como la nuestra, tan afectada por la despoblación. Y ayudarles con la exención de impuestos, por ejemplo, es muy importante.

-De las tres vertientes que citaba al principio, ¿qué papel juegan las asociaciones en la dinamización del pequeño comercio?

-La dinamización es un punto muy importante y contamos con con todas las asociaciones para ello. Desde CEOE-Cepyme Teruel y la Asociación Provincial Comercio Teruel trabajamos en defensa de todas ellas y las apoyamos. El contacto es estrecho. 

-¿Qué importancia tiene el asociacionismo en este sector?

-Los problemas comunes son mucho más fáciles de solucionar desde una asociación que individualmente. Además, ofrece más posibilidad de emprender campañas publicitarias por cuestiones de economía, capacidad y posibilidad. La asociación ofrece acompañamiento y apoyo por lo que ir en grupo es muy importante y los asociados lo valoran mucho. Una persona que no esté asociada puede leerse cada día el BOE para ver las modificaciones en la normativa, pero desde las asociaciones se ha estado remitiendo informes a las empresas, incluso personalizados, sobre cómo gestionar sus espacios.

-Se refiere a la cambiante normativa de los últimos meses…

-Efectivamente. Por cultura y edad, hay personas que no sabían interpretar la normativa. La información era muy difusa y cambiante, complicada de gestionar. La asociación ha trabajado mucho y ha dado indicaciones sobre la adecuación de los espacios, la colocación de la cartelería, las medidas de protección, el uso de las mascarillas… Sentimos el compromiso y la responsabilidad de trabajar con una honestidad plena para todos los asociados. Durante el estado de alarma, incluso llamamos uno por uno a cada asociado para preguntarle cómo estaba y brindarle apoyo moral e incluso compañía. 

-Las Administraciones han anunciado importantes ayudas para el sector. ¿Están llegando?

-Las instituciones están realizando una gran labor en cuanto al apoyo económico a nuestra labor. Pero la Administración es lenta a la hora de ejecutar los presupuestos. La pandemia ha obligado a modificar todos los presupuestos de 2020 para hacer frente al gran gasto que ha supuesto la Covid-19. Hay buenas noticias y somos positivos. También hay que destacar la importante labor que han hecho muchos ayuntamientos con las exenciones de cobro de muchas de las tasas municipales para los comercios y la hostelería. La política cercana es mucho más rápida que la Diputación o el Gobierno de Aragón. Pero sabemos que están trabajando y que pronto habrá buenas noticias.