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José Francisco Casabona, arqueólogo: “El periodo de esplendor del Castillo de Alfambra llegaría hasta el siglo XIV” José Francisco Casabona, arqueólogo: “El periodo de esplendor del Castillo de Alfambra llegaría hasta el siglo XIV”
José Francisco Casabona en Alfambra

José Francisco Casabona, arqueólogo: “El periodo de esplendor del Castillo de Alfambra llegaría hasta el siglo XIV”

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José Francisco Casabona es arqueólogo e historiador del arte y a principios de este mes participó en las I Jornadas sobre el Castillo de Alfambra y la Orden de Monte Gaudio, en la que dio a conocer a los vecinos de la localidad lo que se conoce de esta fortaleza por las fuentes documentales que se conservan.

- ¿Cuáles son las últimas averiguaciones que se han hecho sobre el castillo de Alfambra?

- Lo que hemos hecho ha sido una primera aproximación documental que sirviera para respaldar el plan director del castillo. En principio lo que se ha hecho ha sido abrir un poco el camino, es decir, por una parte sintetizando fuentes que ya estaban publicadas y son importantes, y  luego yendo a aquellas fuentes primarias de documentación emanada de la propia orden de San Juan de Jerusalén; también otra documentación que nos permitiera acercarnos a lo que estaba pasando en el castillo en cada momento de la historia. 

Evidentemente no es un trabajo exhaustivo ni final, es muy incompleto pero nos ha permitido tener unas secuencias documentales que ahora habrá que respaldar con los trabajos de arqueología, que nos van a dotar de argumentos y de criterios para la restauración, y sobre todo también para el conocimiento, para entender mejor el castillo.  

- ¿Qué es lo que se sabe del castillo, por ahora, a partir de estas fuentes documentales? 

- Que en el siglo XIII el castillo era importante, que tenía una gran potencial militar albergado. Que en el siglo XIV se realizan, antes de la Guerra de los Pedros, obras de envergadura, aproximadamente a mitad de siglo, encargadas por Juan Fernández de Heredia, que fue comendador de Alfambra y luego fue maestre de la Orden de San Juan de Jerusalén. Es decir, que se sigue creyendo en el castillo como un elemento importante. En el siglo XV detectamos ya los primeros síntomas de decadencia, en el marco de la decadencia general de la orden, y también de una pérdida de función militar del castillo, aunque sin embargo hemos encontrado la peculiaridad de un depósito de artillería muy importante, gestionado por herreros que venían de Teruel para el mantenimiento de las piezas. Es algo muy singular.

- ¿A qué pudo deberse?

- Los castillos siempre han sido recursos y no existen en esas fechas depósitos militares en el sentido del Estado moderno. Entonces cada cosa estaba guardada ahí donde había capacidad para custodiarla, y luego cuando había un problema era el rey quien pedía ese material. Probablemente sea por eso o quizás también porque guarda algún material de algún momento anterior y está en servicio, no sabemos si de la Guerra de los Pedros o de alguna campaña concreta. 

- Luego hasta el siglo XV es un castillo importante.

- Sí, pero ya vemos entonces que tiene problemas con las cerraduras, porque ordenan ponerlas nuevas. La orden en sí ya está en decadencia.

- ¿Cuál fue entonces su máximo momento de esplendor?

- Yo creo que el periodo de esplendor del castillo de Alfambra llegaría hasta el siglo XIV.

- ¿Qué función tenía?

- En primer lugar es la sede de una encomienda, es decir, el castillo no solo sirve para defenderse, que lo es, sino también para gestionar desde allí todos los recursos y el ejercicio del propio poder. Evidentemente antes fue una defensa frente a los musulmanes, y conforme avance la frontera una vez conquistada Valencia, esa importancia militar decae. Entonces pasa a tener una función interna y conforme la decadencia de la orden vaya aumentando, el castillo perderá importancia. Además, por un problema que tienen muchos castillos, y es que está muy alto, con lo cual pierde funciones porque para el comendador es más cómodo vivir abajo.

- ¿Qué valor puede tener este castillo como recurso turístico, más allá del histórico y patrimonial?

- Bueno, evidentemente la propia imagen del castillo que tiene cuando vienes de cualquiera de las carreteras ya es potente a nivel paisajístico. Tiene un aljibe muy interesante, restos de un torreón importante, y hay que esperar un poco a lo que nos diga la recuperación a través de la arqueología. En sí es un castillo que ha sufrido mucho, pero que puede recuperar una parte de su esplendor y ser comprensible como castillo.

- ¿Por qué atraen tanto a la gente las fortificaciones?

- Yo creo que la propia sociedad española va evolucionando y hemos pasado de ser monumenticidas a empezar a tener una cierta sensibilidad hacia una parte de nuestro patrimonio. Suelen ser elementos identitarios y siempre se asocian los pueblos con dos o tres hitos, uno es el castillo, otro es la parroquia, otro una determinada ermita, y todo eso se une a la mejora de la sensibilidad patrimonial. 

-Las jornadas de Alfambra no eran para técnicos, sino para el ciudadano, para la gente del pueblo, ¿qué valor tiene esto?

- Eso es importante porque la información es un criterio de transparencia y los técnicos debemos contar lo que estamos haciendo. Es una obligación y la acogida en Alfambra ha sido impresionante siendo un pueblo pequeño.

- Los castillos en los pueblos se suelen asociar con vivencias personales.

- Claro, esa es la cuestión, los castillos son signos de identidad y todos los abuelos que hoy van con andador han jugado de niños en el castillo, se han caído por las cuestas y han tirado piedras. De alguna manera un castillo tiene algo también de vuelta a un referente.