José Baldó, ganador del Concurso de Microrrelatos Mirambel Negro: “La novela negra te provoca, te mueve, te lleva a estar leyendo con cierta tensión”
El turolense José Baldó García ha ganado este año el II Concurso de Microrrelatos Mirambel Negro, y el año pasado quedó en segundo puesto. Casado y con dos hijos, aún consigue rascar algo de tiempo a su jornada para dedicarlo a la lectura y la escritura.
-¿Cuándo comenzó su afición por la escritura?
-Siempre me ha gustado escribir alguna cosa, pero a escribir para los demás empecé de una manera muy casual. A mí me gusta mucho el cine y Mario Hinojosa, que es amigo, me puso en contacto con Gonzalo Montón, coordinador de la revista Cabiria. Cuadernos Turolenses de Cine, donde me dieron total libertad para escribir artículos sobre el tema que yo quisiera. He participado en un par de ocasiones y la tercera está pendiente porque este año pasado no se hizo. También fue Mario quien me habló de este concurso y me animó a que participase y he descubierto que es una cosa que me gusta, aunque siempre se tiene ese miedo a enseñar lo que uno escribe a la gente, la inseguridad de si va a gustar…. Además este verano, de nuevo Mario Hinojosa, me invitó a participar en El espejo de tinta, las páginas de relatos del Diario de Teruel que coordinaba y donde, durante el mes de agosto, aparecieron relatos de escritores nóveles o consolidados de la provincia. Tengo algún relato más que está en alguna antología pendiente de publicación y también voy escribiendo cosas que me las guardo para mí.
-¿Había participado en algún otro concurso?
-Me presenté a un concurso de relatos del programa Negra y Criminal de la Cadena SER y sí que me seleccionaron y gané una semana, pero no pasé a la final. El año pasado me presenté también a este concurso de microrrelatos de Mirambel Negro y quedé el segundo.
-¿Conocía Mirambel antes de presentarse al concurso?
-No, no había ido nunca. Sí había estado cerca, en Cantavieja. Pero me puse a buscar información por internet y vamos, es un pueblo que lo tiene todo, ya no solo porque sea bonito, sino porque para los que nos gusta un poco la historia, la literatura o los temas ocultos, las historias que se cuentan en La venta de Mirambel de Pío Baroja son un filón.
-O sea que la primera vez que fue a Mirambel fue para recoger el premio…
-Quizá quede un poco mal decirlo, pero sí, y me encantó poder ir a conocerlo cuando fui a buscar el premio. De hecho me volví a presentar porque lo pasé genial y me trataron tan bien que quería volver. Fue un fin de semana estupendo.
-¿Qué es lo que más le sorprendió de Mirambel?
-La gente, fueron súper amables conmigo y me trataron de maravilla. Luego, el pueblo es muy bonito, parece como parado en el tiempo, que se dice siempre de muchos sitios pero en este caso es verdad. Está muy bien conservado, con mimo, con detalle, con cariño… Es maravilloso pasear por sus calles, y conocer el convento, lo bien conservado que está, las grisallas… Te transporta a otra época y conoces como vivían las monjas. Me gustó mucho.
-¿Es la novela negra el género que más le gusta?
-Bueno, a mí cuando leo o cuando veo una película, me gusta que me provoque algo. Eso pasa cuando lees novela negra, te provoca, te mueve, te lleva a estar leyendo con cierta tensión. Procuro leer de todo, pero últimamente sí que me entrego más a este tipo de lectura porque es fácil, cuando llegas a casa cansado estas novelas te atrapan y te evades.
-Entiendo que es usted un gran lector… ¿Cuáles son sus escritores de cabecera?
-Desde siempre me ha gustado mucho leer. Leo de todo. El último libro que leído ha sido Patria, de Fernando Aramburu, el que se ha leído todo el mundo (risas). Pero yo creo que mi base es El Conde de Montecristo de Alejandro Dumas, me parece un pilar fundamental, uno de esos libros que te hace ser lector, que te mete esa droga en el cuerpo. Pero he leído desde Dumas, a Juan Rulfo, Stephen King o James Ellroy, casi todos incluidos en el género negro.
-Sus dos relatos, tanto el del año pasado como el de este son muy truculentos, con escenas muy sangrientas, inquietantes...
-Sí, tengo gusto por estas escenas. Cuando escribo me gusta no ser condescendiente con el lector, dale un puñetazo en el estómago, que se le revuelva, que le provoque sensaciones. Intento no ser excesivamente gráfico pero, al ser microrrelatos, tengo que ir directamente al grano y mostrar una escena. Como no soy muy de sugerir acabo siendo bastante gráfico, también porque soy visceral.
-Ambos relatos podrían ser como una continuación de la misma historia.
-Sí, tienen relación ambos en cierta manera con la historia que cuenta Baroja del cura hechicero, una historia muy potente, fascinante, tenga o no base real. A partir de ella, y al tener que condensar la historia en doscientas palabras, hay que tratar de que el lector lo visualice rápido, así que hay que buscar algo muy que sugiera muchas cosas, que sea una escena muy cinematográfica. Además Mirambel tiene esa oscuridad, esos escenarios, poca luz en las calles, los crudos inviernos que imagino en la época. Todo te lleva al terror, al misterio, creo que es un escenario muy, muy propicio para este género.