José Antonio Sobrino, catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Valencia: “La teledetección ayuda a conocer el estado de salud de nuestro planeta”
El catedrático de Física de la Tierra de la Universidad de Valencia y presidente de la Asociación Española de Teledetección, José Antonio Sobrino, ha impartido esta semana el curso de Teledetección desde Satélite: Procesamiento Digital de Imágenes, y Aplicaciones Copernicus de la Universidad de Verano de Teruel.
Sobrino lleva ya varios años participando como docente en este curso que se realiza desde el año 2002. Este año, como novedad en sus contenidos, los alumnos podrán familiarizarse con el programa Copernicus.
-¿Qué es la teledetección?
-La teledetección es la observación de la Tierra a distancia con el uso de sensores que se ubican en satélites, que orbitan nuestro planeta a distintas alturas. Hay satélites de alta resolución espacial y de baja resolución espacial. Los de alta resolución espacial pueden llegar incluso a diez metros de resolución, con lo cual nos ofrece un detalle importante de la superficie terrestre, los de baja resolución pueden llegar a un kilómetro o incluso los satélites geoestacionales que están a cinco kilómetros.
-¿Considera que es una herramienta efectiva a la hora de luchar contra el cambio climático o la desertización?
-La teledetección es la principal fuente de información para conocer el estado de salud de nuestro planeta. Debido a que en un instante dado se puede tener una fotografía a nivel general de la Tierra. Por tanto se pueden detectar todos los procesos que sufre la superficie terrestre, desde procesos como la desertización o la quema indiscriminada y la tala de árboles. También se pueden detectar los niveles de contaminación de las aguas, el aumento de la temperatura o el deshielo de los glaciares. Es una herramienta que cada día se utiliza más y que ha venido para quedarse.
-¿Cómo funciona esta herramienta (teledetección) en el ámbito de la seguridad ciudadana?
-A nivel ciudad una de las aplicaciones que hay es el estudio de los efectos de isla de calor, es decir, cómo aumenta la temperatura debido a la existencia de los materiales que se utilizan para construir la ciudad. Estos materiales liberan durante la noche el calor que atrapan por el día. Por tanto hacen que las zonas más densamente edificadas puedan tener diferencia de temperatura de cinco o incluso diez grados, respecto a la zona rural. Esto en ciertas zonas y sobre todo en verano implica un problema para la habitabilidad o para el confort de los ciudadanos. Ha habido episodios importantes de olas de calor, un caso claro fue durante el verano de 2003 en países como Francia, que provocaron un aumento del número de decesos, sobre todo en personas que tenían problemas respiratorios.
-¿Actualmente se encuentra generalizado el uso de este tipo de sistema entre organismos que se dedican a combatir los problemas ambientales?
-Digamos que la teledetección hasta hace no mucho estaba un poco limitada a trabajarla en los departamentos universitarios o en organismos de investigación y no trascendía mucho al ciudadano y tampoco se utilizaba como debería de utilizarse siendo la herramienta que es a nivel público.
En la actualidad esto está cambiando. Ha habido un impulso importante sobre todo en el proyecto Copernicus de la Unión Europea, que utiliza satélites cuyas aplicaciones son de uso diario necesarias para hacer un seguimiento de la política agraria común de la Unión Europea, para ver la clasificación de los distintos tipos de superficies y su evolución en el tiempo. Por tanto, cada vez van a ser más utilizados por los gestores del bien público, porque ya se están dando productos temáticos, que con apretar, prácticamente un botón del ordenador, de un mapa de riesgos o de un mapa de la situación actual de cualquier parámetro de física se pueden obtener datos.
-Nos encontramos en época de riesgo de incendios. ¿Cómo puede la teledetección combatirlos o incluso prevenirlos?
-En primer lugar, detectando las zonas que tienen más probabilidad de sufrir un incendio gracias a una constelación de satélites. Actualmente, estamos en un proyecto donde mediante el uso de satélites como el Meteosat segunda generación, cada 15 minutos proporcionamos una alerta de las zonas que tienen más riesgo de sufrir un incendio. Por lo tanto, existe un aspecto positivo en el de la detección pronta del incendio.
Además tiene interés en cuanto nos permite estimar las áreas afectadas, una vez se ha producido el incendio, y nos permite ver cómo van evolucionando o se van recuperando la cobertura terrestre, en función del grado de severidad del incendio.
-¿Qué es el programa Copernicus y en qué fase de desarrollo se encuentra?
-Copernicus es un programa de la Unión Europea, que utiliza satélites que ha construido la Agencia Espacial Europea. Contempla una familia de seis satélites que se denominan Sentinel, se van a lanzar dos de cada uno de los satélites y se asegura hasta el año 2030 una cobertura a nivel espacial de distintos tipos de satélites, como las microondas. Lo bueno que tiene Copernicus es que estos satélites proporcionan información útil para seguir las políticas de la Unión Europea, fundamentalmente la Política Agraria para evaluar el grado de necesidad de los cultivos o ver los efectos del calentamiento sobre la cobertura terrestre. Es una herramienta fundamental, que ya ofrece productos de calidad.