Jorge Martínez, galerista e instalador de exposiciones: "El artista tiene que aprender que no solo por colgar sus cuadros en una pared la gente vendrá a verlos"
Es el creador del montaje de la exposición ‘Arte de todos para todos’Jorge Martínez lleva más de media vida vinculado al arte, y ahora es responsable del montaje de Arte de todos para todos, un proyecto originado por la Fundación Quílez Listerri, el Colegio de Educación Especial Gloria Fuertes de Andorra y Atadi. Se trata de una muestra de pinturas realizadas por jóvenes con discapacidad intelectual acompañada por numerosas actividades culturales y un montaje digno del más renombrado de los artistas. Este lunes se inaugura, a las 19 horas, en el Edificio Bellas Artes de Teruel.
- ‘Arte de todos para todos’ sorprende en el fondo y también en la forma... En todos los pueblos del Bajo Aragón donde ha estado y también en Teruel lleva un montaje espectacular.
- Hay un hecho que se olvida siempre en el arte, y es que muchas veces respetamos poco la obra y nada al autor. Cuando yo conocí el colegio Gloria Fuertes hace dos años y medio, antes de comprometerme a colaborar con este proyecto pedí conocer la obra. Me enseñaron unos 400 dibujos, y no voy a decir que todos los chicos tuvieran esa capacidad creativa tan potente, pero salieron 65 obras que había que enseñar a la sociedad. Pero había que enseñarlas no para decir que esto era un fin de curso, o qué divertidos son los chicos con síndrome de Down... esto es una gran obra y hay que presentarla como una gran obra.
- ¿Es indispensable revestir la obra para atraer al público?
- Uno de los problemas que tenemos en las galerías particulares es que las exposiciones se visitan el día de la inauguración, y el resto del tiempo el galerista está aburridísimo. Las galerías que subsisten son las que tienen una buena agenda de clientes que exponen a pintores que saben que gustan a quienes pueden comprarles. Pero a las exposiciones no va nadie, ni siquiera aquellos a quienes les gusta el arte. Así que yo me comprometí con Arte de todos para todos con la condición de montar una gran exposición, que sorprendiera y apabullara a todo el que viniera a verla... y luego ya les explicaremos la obra, porque lo importante desde luego es la obra.
- ¿Cómo se les ocurrió realizar un programa de conciertos, obras de teatro y eventos en cada lugar que han expuesto?
- En cada pueblo decidimos reunir a todo el que pintara, escribiera o hiciera música e implicarle. En algunos lugares he estado tres meses hablando con ellos, pero ha valido la pena.
- Y más tratándose de arte de personas que no son reconocidos artistas, ni mucho menos.
- Pero va siendo hora de darle a cierta parte del arte la importancia que tiene. Y siendo duros y fríos, ¿eh? Hay mucha gente que es mejor que se dedique al baloncesto o a otras cosas. Es verdad que no todo es arte, porque si consideramos como tal lo que no lo es, no estamos respetando lo que sí.
- ¿De dónde ha sacado todo el cartón con el que construye las atmósferas y las cajas en las que se exponen las pinturas?
- Con esta exposición llevamos gastados 50.000 metros cuadrados de carton, y menos mal que logré convencer a la empresa DS Smith de Andorra, que les prometí que haría una exposición dentro de una de sus fábricas. Me manda el cartón con una alegría que yo a veces me asusto, y en algunos pueblos donde hemos estado ya me llamaban el señor cartón.
- ¿Este es el camino que debería seguir la exposición del arte en general?
- Yo soy un apasionado del arte y parto de la premisa de que tenemos el arte para no morir de la verdad. Mientras lo tengamos viviremos de algo. Pero a la gente le interesa lo que le interesa. El artista tiene que aprender que no solo por colgar sus cuadros de una pared van a venir todos a verlos. Tiene que aprender a enseñarlos con cierta perspectiva. Yo no pretendo que el arte sea el valor central de la sociedad, porque tiene otras necesidades y es imposible. Pero cuando menos que quienes sí girar alrededor del arte muestren cierto interés por hacer las cosas bien. Mucha gente no sabe que su vida cotidiana, que la cafetera de su casa o que la rueda de un coche nunca hubieran existido si hace miles de años alguien no hubiera pintado un toro en una cueva. El arte va por delante de todo, todo sucede siempre a partir del arte. Por lo tanto si hay que montar un circo para que la gente venga a ver arte, pues se monta un circo.
- ¿Está satisfecho con el resultado que están obteniendo?
- Hemos logrado que en sitios como Valderrobres, con 2.500 habitantes, hayan venido 900 personas; o en Cantavieja con 750 habitantes todos los viernes, que hacíamos una actuación, llenábamos 500 sillas. En todo el Bajo Aragón hemos atraído a 14.000 personas, algo que no se había visto nunca. La clave ha sido convencer a la gente de que esto es importante. Hasta al jubilado que nunca va a ir a una exposición, que piensa que esto son chorradas. Pues hemos logrado que ya no lo piense, y que nos diga que qué bien ha sentado esto en su pueblo. La gente acudía a la sala de exposiciones para que pudiera estar abierta. La idea era crear una necesidad de hacer cosas, y lo hemos conseguido.
- Y además han visibilizado al colectivo de personas con discapacidad intelectual. ¿Qué tienen estas personas para tener esa especial sensibilidad para el arte?
- Alguien se ha olvidado de que la genialidad en la pintura no nace de saber muchas cosas o tener una gran técnica. Los grandes pintores han reconocido que su ideal era volver a pintar como un niño. Estos chavales quizá no vaya a muchas actividades extraescolares, hagan ballet o vayan a ser grandes médicos, pero han nacido con un gen que yo lo cambiaría por todo lo lo que sé de arte. Saben pintar de verdad.