Jorge Gonzalvo, coordinador de Atrapavientos: “Fomentar la lectura tiene que ser algo divertido asociado a que a uno le den ganas de leer”

La Asociación Atrapavientos, que coordina Jorge Gonzalvo, realizó el pasado sábado en el Jardín de los Amantes de Teruel la actividad Libros que importan para el fomento de la lectura. Gonzalvo considera que las lecturas no se pueden imponer, y que debe fomentarse haciendo cosas divertidas con las que a uno le entren ganas de leer.

-¿Qué es la Asociación Atrapavientos?

-Atrapavientos surge en marzo de 2010 y es una asociación sin ánimo de lucro cuyo propósito es fomentar la lectura, sobre todo entre la gente joven, porque además ahí hemos descubierto que perdemos lectores en la preadolescencia y en la adolescencia. Aunque nos gusta decir que hacemos actividades para niños de 10 a 100 años, nuestro foco principal suele estar en los adolescentes.

-¿Cómo hacen ese trabajo?

-Diseñamos campañas de fomento de la lectura como la de Libros que importan, pero hacemos también mucha formación a profesorado. Nos llaman de bibliotecas, de colegios, de institutos de toda España para que formemos a su profesorado en creatividad o en cómo fomentar la lectura. Algo que nos ha sorprendido mucho en estos casi catorce años es que una organización muy pequeña y muy humilde que nace en Zaragoza termina recorriendo toda España, y además ya hemos estado en varios países del mundo, porque hemos colaborado con el Instituto Cervantes en Estocolmo, en Utrecht, en Rabat y en Casablanca. También tenemos una larga relación de amistad con el Centro Cultural de España en México. Estuvimos en el 2019 en México y acabamos de estar hace menos de un mes, con tres semanas de gira participando en la Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil y en la Feria  del Libro de Guadalajara.

-¿A qué se debe tanta proyección exterior?

-Pues pensamos que es por el entusiasmo y porque siempre las propuestas de fomento de la lectura que hacemos son un poco diferentes. Para nosotros fomentar la lectura tiene que ser algo divertido, algo asociado a que a uno le den ganas de leer. No estamos muy de acuerdo con esto de las lecturas obligadas en los sistemas educativos en general. Tienen un poco ese déficit, que parece que se pone todo el foco en fomentar la lectura, pero a veces no es de la forma adecuada. Entonces, claro, hacemos actividades donde lanzamos cuentos al viento, plantamos historias en jardines escolares en papel plantable, hacemos actividades de fomento de la lectura con ilusionistas y con álbumes ilustrados, y un montón de cosas.

-¿Hasta dónde llegan sus actividades?

-Podemos estar un día en la Feria del Libro de Guadalajara en México dando una charla ante 800 personas, pero una semana después estamos en un pueblo con quince personas fomentando la lectura en el entorno rural. También hemos trabajado mucho con gente joven y con colectivos con discapacidad.

-¿Se lee poco o se lee más?

-En España se lee bastante y las cifras la verdad es que son bastante positivas, al margen de que los estudios, los informes de hábito a la lectura a veces puede que lleven un poco de sesgo, pero cuando tú vas a colegios, a institutos, a bibliotecas, resulta que se lee mucho. Los niveles de lectura en España son bastante buenos y estamos hablando de que casi un 68 o un 70 por ciento del ciudadano en España lee con bastante frecuencia, y hablamos de casi diez o doce libros al año. Es verdad que perdemos lectores siempre y en casi todos los países en la preadolescencia, porque decide que no le interesa o que no tiene tiempo para dedicarle a la lectura. Y en eso ponemos más el foco.

-¿El buen lector es en papel o se está imponiendo en libro electrónico?

-Puede serlo perfectamente en las dos cosas y, además, ya se ha demostrado que una tecnología como el ebook no ha desbancado el papel ni lo desbancará. Es verdad que hay estudios que dicen que lo que es narrativa, poesía, lo que es digamos literatura de disfrute, se lee más en papel, y a lo mejor el ebook permite leer libros más técnicos o más ensayos.

-¿Usted cómo disfrutas más?

-Con los dos. Por ejemplo, leo muchísimos libros sobre libros, muchísimos libros sobre el fomento de la lectura. Esos los leo más en electrónico porque además hay cientos, pero lo que es mi disfrute como lector es en papel, siempre.

-¿Corren riesgo de desaparecer las librerías por la venta a través de plataformas?

-No, mi opinión es que no. De hecho, ahora mismo yo creo que las librerías están atravesando un momento dulce porque durante y después de la pandemia todo el mundo se volcó en apoyar la cultura y sobre todo las librerías. Y luego, frente a otras plataformas conocidas por todos, yo pienso que con las librerías el papel del librero es fundamental, lo mismo que el del bibliotecario en las bibliotecas. El librero es un prescriptor maravilloso de lecturas, y eso es insustituible. Además, la gente se ha dado cuenta a raíz de la pandemia de lo necesario que es, en general, el comercio de cercanía, pero sobre todo los comercios vinculados a la cultura. Nosotros desde Atrapavientos casi todos los proyectos que hacemos los vinculamos a que al final haya algún tipo de conexión o de premio relacionado con las librerías.