Jesús Sánchez, músico y folclorista que dirige Festifalk: “Cuando empezamos había unos 60 voluntarios y hemos llegado a ser unos 180”

Jesús Sánchez es un músico y folclorista turolense que dirige el festival internacional de música folclórica Festifalk, que este año cumple 32 años.

-¿Cómo surgió la idea del festival?

-Hace 33 años llevaba y dirigía un grupo de música tradicional. Estuvimos haciendo una actuación allí en Alcalá de la Selva y después estuvimos tomando un vino con el alcalde de aquel momento, Benito Ros, que me dijo que a la gente de Valencia, que son los turistas que más hay en esta zona, les encantaba la música tradicional nuestra, que había traído otro tipo de actividades diferentes y que le habían costado mucho dinero y no había tenido la afluencia ni el éxito que teníamos nosotros.

Le dije que si veía que esto gustaba, si quería y me apoyaba, podíamos intentar hacer algo entretenido que durara un fin de semana y con la opción de poder invitar a alguna otra comunidad autónoma, porque el grupo que entonces dirigía yo era con otra comunidad autónoma.

Me dijo, que vale, que si lo hacíamos nosotros, ellos nos apoyarían en lo que pudieran. En el tema logístico, yo le pedí, claro, que me gestionase el alojamiento y tal. En ese momento, como estaba ahí la colonia Polster, él lo hizo, nos brindó el apoyo y al año siguiente empezó como un festival de carácter nacional. A los tres años, ya planteamos la posibilidad de abrirlo a otros países.

Por tanto, se convirtió ya en festival internacional. Esa es un poco la trayectoria.

-¿Qué diferencias hay entre aquella primera edición y la de este año, que es la 32? 

-Diferencias importantes, muchas. En aquellos años, la gente y todos los voluntarios que colaboraban en el festival ayudaban a hacer los frentes de escenario, que los hacíamos todos manualmente. A día de hoy, tenemos ya unas infraestructuras importantes, una logística más profesionalizada en el sentido de que contamos con gente que nos ayuda, con empresas que nos apoyan para sacar adelante este festival.

Y hemos pasado de tener en aquel momento en torno a 60 personas a tener ediciones en las que hemos estado 150, hasta 180 participantes. Aunque últimamente vamos reduciendo por muchas razones, desde el fin de la pandemia, en aspectos como la logística, costes y demás. Ahora, en este año, los días que más gente vamos a tener estaremos 125.

-¿Cómo se consigue que grupos internacionales como Ofafolau, Crea Danza o Tupa Marka vengan a Teruel?

-Yo llevaba ya muchos años de trayectoria con grupos de música tradicional. Tenía contactos porque había viajado con mi grupo a otros países europeos y demás. 

Pero la necesidad de organizar las cosas bien y cada vez más amplias hace que nos asociemos en un momento dado grupos de las características del mío para organizar este evento.

Y entonces se crea Festifolk España, que es una de las fundamentales en las que festival se apoya. Se dedica exclusivamente a coordinar los cuarenta y tantos festivales que tenemos en España en fechas y en grupos y tal. Nos reunimos varias veces a lo largo del año en diferentes lugares de la geografía española donde hay festivales y allí coordinamos un poco lo que son los circuitos.

Imagínate que, por ejemplo, viene un país y nos plantea que él tiene la opción de viajar desde el 16 de julio hasta el 15 de septiembre. Pues tenemos nosotros en esas reuniones que ir montando circuitos que les cubran todo ese periodo que tienen disponibilidad de viaje. Ese es un poco el plan.

-Aparte de organizador, también actúa con su grupo BureArte. ¿Cómo se vive este festival desde el punto de vista del artista? 

-Lo vivo de una manera especial porque lo he hecho ya desde el primer momento como artista, he participado muchas veces.

Luego ocurre que, precisamente, miembros de los grupos en los que he estado siempre son voluntarios a la hora de colaborar en la organización, de trabajar como guías de los grupos, de llevarlos a los municipios... Se vive muy intensamente porque no solo te presentas al momento del escenario que te corresponde. 

Nosotros, por ejemplo, este año actuamos el viernes y, lógicamente, ese momento que compartiremos escenario con Colombia es muy agradable porque nos gusta a todos subir a actuar.

Hay momentos muy agradables que son los de convivencia, ya luego en la residencia, porque cada país coge su instrumento y compartimos música. Igual inicia un país una música y el otro le sigue. Vamos conviviendo y compartiendo. 

-¿Qué diría que es lo más complicado a la hora de organizar este tipo de festivales?

-La logística de alojamiento, para que los grupos estén más o menos agrupados en la misma zona, porque cada vez se complica más el tema de permisos de determinados países para venir a España, ya que hay muchos que no tienen convenio para embajadas o para consulados.

También hay una parte que se está complicando cada vez más, la movilidad de autobuses. Es complicado, por el tema horario, compaginar las salidas, la actuación de la noche, el regreso del autobús, el número de horas de parada...

No puedes salir hasta que no han transcurrido esas horas y eso lo hemos notado.