Jesús Buisán, Laura Satué y Paula Andreu: “Los 50 años de El Cachirulo de Alcañiz quedarán vivos en papel en el libro que vamos a publicar”
El Cachirulo Teresa Salvo de Alcañiz continúa con la celebración de su 50 aniversario, que arrancó el pasado mes de abril con las jornadas culturales, que supusieron el pistoletazo de salida de una conmemoración que terminará en abril de 2019. Fundada por el médico alcañizano Carlos Usinos, la asociación aragonesa celebró el pasado fin de semana un encuentro con los cachirulos del exterior, una convivencia en la que participaron 10 agrupaciones procedentes de comarcas de Aragón, Valencia y Cataluña. Dándoles la bienvenida estuvieron el presidente, Jesús Buisán, la secretaria de la asociación, Laura Satué, y la Real Moza, Paula Andreu.
-No todos los días se cumplen 50 años. ¿Orgullosos de celebrarlo con los cachirulos del exterior?
-En la Federación de cachirulos estamos 13 agrupaciones, y este fin de semana nos han acompañado 10. Han venido amigos procedentes de Albalate de Cinca, de Albalate del Arzobispo, de Andorra, Nonaspe, Calanda, Alcorisa, Samper de Calanda, Valencia, Puerto de Sagunto, Reus y Escatrón. Con ellos hemos pasado un día de convivencia.
-¿Y qué han representado estos 50 años para el Cachirulo de Alcañiz?
-Son 50 años de historia de verdad, y no sólo de folclore aragonés, sino que desde aquí se ha formado un tejido social muy importante que ha implicado no sólo a Alcañiz sino a toda la comarca.
-Actualmente en su agrupación hay 400 socios, pero hubo un tiempo en el que pasaban de los 1.000.
-Sí, hubo un tiempo en el que aquí llegó a haber una peña de fiestas de 900 niños. Ojo!, una peña infantil, y de socios se superaban los 1.200, lo cual dice mucho de la magnitud que tenía esta agrupación, que tiene socios de Alcañiz, pero también de fuera.
-La asociación El Cachirulo no sólo es folclore para Alcañiz, pero sí es la jota el pilar básico en el que se asienta toda la actividad, ¿o no es así?
-No todo es folclore, pero sí la parte más importante. No obstante, El Cachirulo está muy involucrado en la actividad social que se realiza en Alcañiz y no hay acto que se haga en Alcañiz en el que la peña El Cachirulo no colabore.
-En los tiempos que corren, ¿no cree que es un logro haber conseguido sobrevivir y mantener el listón tan alto?
-Como no puede ser de otra forma, el balance después de 50 años de existencia es muy positivo, porque lo más importante de todo es que nuestra institución sigue viva. Hay que tener en cuenta que 50 años dan para muchos cambios, la vida avanza y la actualidad también, y nosotros seguimos estando al pie del cañón. Seguimos estando vivos, luchando por el folclore y también estamos tan involucrados como desde el primer día que comenzó la peña. Y la gente sigue apoyándonos.
-Tienen ustedes también una escuela de jota, con grupo de canto, de rondalla y de baile. Hoy que el folclore está en horas bajas, ¿cuál es el estado de salud de su escuela?
-Muy bueno. Actualmente, entre el grupo de baile, de canto y la rondalla pasamos del centenar de componentes. En este momento tenemos alumnos de todas las edades, desde los niños más pequeños hasta adultos. El sábado anterior, por ejemplo, celebramos el fin de curso con toda la escuela y fue un éxito.
-Han comentado que el 50 aniversario continuará hasta el próximo mes de abril. ¿Qué nos depararán los próximos meses de celebración?
-Estamos pendientes de que podamos presentar el libro que se ha preparado en el que se plasman los 50 años de trayectoria de la asociación y que ha escrito el periodista Ramón Mur.
-¿Y para cuando está prevista la presentación del libro?
-Ahora mismo el libro está en imprenta y estamos pendientes de fijar una fecha definitiva. Ramón Mur ha hecho un trabajo excepcional de documentación y creemos que el resultado vale la pena, porque en ese libro quedarán vivos en papel esos 50 años de existencia que tiene esta asociación.
-¿Alcañiz es pueblo de jota?
-Alcañiz es de folclore, sobre todo de folclore propio. No hay evento en el que aquí no se baile la jota de Alcañiz, y eso de promocionar lo nuestro es muy bueno. En nuestra asociación tenemos voces jóvenes, con un grupo de niños que prometen y que pueden llegar muy lejos.
-Eso significa que hay cantera para rato.
-Sí, aunque menos que antes, porque hay que tener en cuenta que la jota fue durante un tiempo la única actividad extraescolar que realizaban los niños. Actualmente no es así, hay muchas actividades y los niños se distribuyen en unas y otras. No obstante, el folclore sigue vivo, y las familias en las que se ha vivido la jota desde dentro siguen inculcando a sus hijos que sigan disfrutando de ella.