Javier Jiménez, miembro de la comisión de Transportes del Colegio de Ingenieros de Caminos en Aragón: “No podemos renunciar a la doble plataforma del tren electrificada”
Javier Jiménez Mateo es miembro de la Comisión de Transportes de la Demarcación de Aragón del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. Hace unos días participó en la jornada celebrada en Teruel sobre el corredor Cantábrico-Mediterráneo, y sostiene que no se puede renunciar a la plataforma de doble vía electrificada.
-¿Es comprensible que en pleno siglo XXI siga existiendo una línea de tren en mal estado como la de Teruel a pesar de conectar grandes núcleos de población?
-No es normal esa situación. Está uniendo la tercera y quinta ciudad de España, y teniendo en cuenta los entornos logísticos de Zaragoza y Valencia, sería de esperar una línea con más capacidad y fiabilidad de la que tenemos en estos momentos. Se han echado en falta todas las labores de mantenimiento que no se han hecho en los últimos años y que es lo que se está haciendo ahora con las obras básicamente. Era una línea de mediados del siglo XX que en los últimos años ha sufrido un envejecimiento acelerado debido a la falta de mantenimiento.
-De mediados del XX pero con trazado del XIX y sin electrificar.
-Claro, y ese es un elemento que también es muy necesario y sobre todo ahora que se ha concienciado la población en el tema de la contaminación ambiental. Esta línea hubiese necesitado a finales del siglo XX una puesta al día, y eso es lo que se ha ido retrasando y lo que se está haciendo ahora con elementos como el tren tierra y el plan director.
-¿Con unas pendientes de 24 milésimas es competitiva la línea actual por muchas mejoras que diga el Adif que está haciendo?
-No, en cualquier trazado moderno se considera que una pendiente máxima debería de ser de 15 milésimas, si bien se admiten en casos excepcionales hasta de 18 milésimas. El hecho de tener 24 milésimas en tramos prácticamente largos lo que provoca es que puedan circular trenes con menor carga o con doble locomotora, lo que al final encarece los costes. Esa pendiente al final penaliza la línea en favor de las alternativas que hay a través de Madrid y Tarragona.
-Con lo cual lo que dice Teruel Existe es cierto, se van a hacer apartaderos para que pasen trenes de 750 metros, pero estos circularán vacíos y será una línea de retorno.
-Si se pone doble locomotora se podrá meter más carga, pero al final el problema es que hay que solucionarlo y esas pendientes no son asumibles para un transporte competitivo en la actualidad. Al final esto es un círculo vicioso que desincentiva el uso de la línea. El hecho de arreglar la línea está bien porque al final es una mejoría, y se va a notar, pero sigue sin ponerla en unos parámetros racionales. Habría que hacer unas variantes de trazado en las zonas de mayor pendiente.
-¿Con eso sería suficiente o para que quede igual que el tramo norte debería hacerse esa doble plataforma de doble vía electrificada?
-No podemos renunciar a la doble plataforma de la vía electrificada. Está claro que se puede hacer un desarrollo por fases, y sería una forma de poner a prueba esa capacidad o esa potencialidad de captar transporte, y conforme se incrementan el número de trenes podría justificarse esa segunda vía, que a la larga seguro que será necesaria.
-En el ramal norte del corredor está más que justificado, con lo cual en el ramal sur también debería estarlo, ¿no?
-Sí, sí, es obvio que al final, una vez que se ponen los medios y se pone en servicio una infraestructura competitiva eso atrae tráfico. Es cierto que vista como está la línea no tiene tráfico porque su estado no lo permite en las condiciones actuales, y a veces se pone en duda que en un futuro lo pueda tener. Con las mismas condiciones que en el corredor al norte de Zaragoza, al final el tráfico vendrá porque une los puertos de Bilbao y Valencia. Claro, ese tráfico empezará a competir por el resto de líneas paralelas.
-Si no se hacen ya, esas otras líneas se van a saturar y colapsar el transporte ferroviario, con lo cual urge.
-Sí, es esperable que los tráficos actuales harán insoportable la infraestructura existente, con lo cual el Cantábrico-Mediterráneo con doble vía entre Zaragoza y Sagunto a través de Teruel favorecería ese reparto y que las otras infraestructuras se aligeraran.
-Y unido a todo ello se vertebraría el territorio, que es algo que se olvida muchas veces.
-Sí, efectivamente, pero hay que tener cuidado con todo eso porque al final el ferrocarril tampoco es la panacea. El ferrocarril tiene que servir para atraer también inversiones a Teruel, si no al final el riesgo es que pase de largo. Para conseguir la vertebración del territorio tiene que traer más cosas consigo.