Javier Gómez Marinero, cámara de cine y televisión: “Un mejor transporte en Teruel ayudaría al desarrollo de este tipo de profesiones”

El turolense Javier Gómez Marinero trabaja desde hace varios años como cámara en películas y series de televisión españolas. Tras estudiar en Valencia y en la Escuela de Cine de Madrid, pronto comenzó a formar parte de grandes producciones como El Ministerio del Tiempo, ORO o El Príncipe. Recientemente ha terminado el rodaje de la serie Presunto Culpable, aunque el último estreno en el que Gómez Marinero ha formado parte ha sido La Catedral del Mar.

-¿Cómo es el rodaje de una película o serie de televisión?

-En los rodajes está todo bastante marcado, y más en proyectos como La Catedral del Mar, El Ministerio del Tiempo o grandes producciones. Cada uno tiene su función muy acotada con profesiones especializadas. Como no hay mucha gente que tenga el nivel de hacer ciertas cosas, hay una persona encargada para cada cosa. Todo está muy medido y hay que entender que son producciones que cuestan mucho dinero. Entonces tiene que estar todo bastante atado para que cada persona se encargue de lo suyo. 

-Los rodajes siempre llaman la atención.

-Sí, es bastante divertido y curioso de ver. Por ejemplo, cuando estuvimos rodando La Catedral del Mar en Sos del Rey Católico,  gente conocida que tenía curiosidad por mi profesión hicieron el esfuerzo de venir a ver el rodaje y les pareció muy curioso. Es sorprendente, pero al final son oficios y cada uno hace su función. Puede parecer muy entretenido o divertido, pero, como en todo, también tenemos nuestros momentos de parón o aburridos. Y hay veces que viajar tanto puede  agotar más. Hay que tener carácter a favor de esta profesión, como todo, tiene sus ventajas e inconvenientes.

-Uno de los últimos estrenos en los que ha trabajado ha sido La Catedral del Mar.

-Sí, aunque no ha sido el último trabajo que he hecho. La Catedral del Mar la rodamos entre finales de 2016 y 2017, pero este tipo de serie necesita bastante postproducción, entonces ha costado terminarla.

-¿Cuál fue su labor como cámara en esta serie?

-En series o películas de este calibre el nivel de producción exige equipos de cámara avanzados, entonces vamos varias personas por cada cámara. Está el operador, el foquista y el auxiliar. También hay una técnico de imagen digital, un encargado de la videoresistencia, y el director de fotografía, que es el encargado de la luz y de la cámara, y el jefe del departamento. Cada uno tenemos unas funciones necesarias, porque con una sola persona no sería posible. En La Catedral del Mar mi puesto era foquista, que es el encargado de enfocar las cámaras. Al trabajar con 35mm y con ópticas de cine, la profundidad de campo es bastante ajustada y tiene que haber una persona encargada de eso. También de las transiciones a foco o de tener la cámara a punto, porque hay diferentes combinaciones. En esta serie teníamos Steadicam, para cuando hacia falta, Slider, Traveling e íbamos doble de equipo. Era una producción con bastante trabajo y bastante cosas que hacer.

-¿En qué otros proyectos ha trabajado? ¿Ha hecho alguna producción propia?

-Hace mucho tiempo, cuando empecé en esta profesión, sí que hice algún corto, pero llevo unos cuantos años que lo hago son producciones grandes; películas, series o miniseries. Ahora acabo de terminar la serie Presunto Culpable, que no tardará mucho en salir. En cine he trabajado con Carlos Saura, y este verano rodamos en Galicia y Barcelona La Sombra de la Ley, de Dani de la Torre. He trabajado en bastantes producciones, aunque por Teruel y Aragón no he hecho mucho. Estuve un tiempo en Teruel trabajando en el estudio coolte.net de unos amigos que hacen publicidad, pero directamente me vine a Madrid a estudiar y me quedé aquí trabajando. Este verano, a partir de agosto, me iré a hacer la nueva película de Daniel Calparsoro, El Silencio de la Ciudad Blanca.

-Aunque ya no viva en Teruel,  ¿mantiene el contacto con la ciudad?

-Sí, yo me he criado en Teruel y allí viven mis padres, mi familia y algunos de mis amigos, aunque los que no vivimos allí somos bastantes fieles a volver y juntarnos. Cada vez que puedo me escapo unos cuantos días. El problema por el que ahora voy menos es por el transporte, porque la manera de ir de la capital a Teruel es cada día más difícil. La gente que nos ha tocado casi por obligación desplazarnos para realizar trabajos que en Teruel no podemos realizar tenemos este tipo de problemas, que si no los hubiera ayudaría a que se desarrollasen este tipo de profesiones en Teruel o poder compatibilizar la vida entre un sitio u otro, sin tener que vivir en Madrid.