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Javier G. Marinero, técnico del departamento de cámara en producciones audiovisuales: “La industria audiovisual  en España no tiene nada que envidiar a la de otros países” Javier G. Marinero, técnico del departamento de cámara en producciones audiovisuales: “La industria audiovisual  en España no tiene nada que envidiar a la de otros países”
Javier Gómez Marinero el pasado miércoles en el Casino de Teruel

Javier G. Marinero, técnico del departamento de cámara en producciones audiovisuales: “La industria audiovisual en España no tiene nada que envidiar a la de otros países”

“La provincia de Teruel tiene todas las posibilidades del mundo para atraer todo tipo de rodajes de películas”
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El turolense Javier Gómez Marinero ha trabajado como técnico del departamento de cámara en varias producciones españolas e internacionales. El miércoles compartió su experiencia en el Casino de Teruel en un debate titulado Yo cuento historias: charlas sobre cine con gente que hace cine. Convencido del potencial paisajístico y patrimonial de su tierra, asegura que la provincia tiene muchas posibilidades en la industria audiovisual como ya se está poniendo de manifiesto.

-¿Por qué quiso dedicarse profesional al cine?

-Es una vocación tardía. Primero estudié Telecomunicaciones y me di cuenta de que lo que quería era esto, que me gustaba la cámara, la luz y cómo jugaba esta con los volúmenes, con las personas, con los colores, y lo que se podía expresar con ella. Vi que quería estar en la calle rodando y viajando, y este oficio me lo permite.

-¿A qué aspira dentro del cine, porque usted está centrado ahora en la fotografía?

-Yo aspiro a la dirección de fotografía, que es el top de mi departamento, que es el de cámara, donde estoy yo ahora y que es una manera de llegar a esa dirección de fotografía.

-Es un camino muy difícil.

-No es fácil entrar y una vez que estás en ello estás constantemente a prueba. Cada película al final es un examen y si lo haces mal, no te llaman para la siguiente. Es difícil, pero es agradecido y te mantiene a prueba siempre.

-¿Tienen más salidas profesionales con la televisión?

-Las plataformas y las televisiones han hecho mucho. La gente consume mucho cine. La liturgia de ir al cine a verlo en la gran pantalla está muy bien, pero para ver cine con calidad hoy día tienes la oportunidad maravillosa de sentarte en el sillón de tu casa y ver una buena película en buena calidad sin moverte.

-¿Cómo ha sido su evolución en el departamento de cámara?

-Empiezas con meritoriajes y conforme vas haciendo esto te dan la oportunidad de dar el salto a auxiliar, que es la persona que da la claqueta, lleva los partes de cámara, y de ahí pasas a foquista, que es un oficio que exige horas de vuelo. Al principio vas haciendo cosas pequeñitas pero poco a poco coges proyectos más grandes y eso conlleva ayudar a cámara.

-Hasta llegar a asistente de cámara, que es en lo que ya está trabajando.

-Exactamente, y ahí tienes que hablar con otros departamentos, con producción, con casas de alquiler. Cualquier necesidad que el equipo o nuestro jefe tenga pasa por el asistente y eres como la batuta del equipo de cámara.

-¿Cómo ha sido su experiencia en series como La Unidad?

-Está a punto de estrenarse la tercera temporada, que va a ser muy potente, y estamos muy contentos con el resultado. Ahora mismo ha salido también una película que se llama Infiesto para Netflix de la que estamos muy orgullosos a nivel fotográfico.

-¿Y su paso por el Ministerio del tiempo, una serie emblemática?

-Lo guardo con mucho cariño, porque además era una de las primeras que hacía como foquista, y fue un proyecto superdivertido porque cada día era una época distinta; hemos viajado, hemos hecho de todo y encima quedó una serie muy bien hecha. Desde el principio fue una apuesta muy grande por mejorar las series en España.

-¿Qué nivel tiene hoy el sector audiovisual en España?

-No tenemos nada que envidiar a ninguna otra industria audiovisual en ningún otro país, y de hecho vienen ellos a rodar aquí.

-De hecho usted llegó a trabajar con Arnold Schwarzenegger en Terminator. Destino oscuro, que se rodó en España. ¿Cómo vivió esa experiencia?

-No la disfruté tanto porque había tanta, tanta gente... que no te dabas cuenta de muchas cosas. No tienes el control que tienes en una producción un poco más pequeña. Fue importante la experiencia porque tenías todos los medios y era superdivertido, pero me quedé con la sensación de que me gustaba trabajar en algo mucho más controlable. Por ejemplo, la serie The Wheel of Time, que la hicimos en el Alcázar de Segovia, era una producción inglesa muy potente pero más recogida, la disfrutamos mucho más, y además había ganas de salir a rodar porque estábamos justo saliendo del confinamiento.

-En Teruel ha rodado varios trabajos como El páramo o Centauro, ¿qué potencial tiene esta provincia para el cine?

-La provincia tiene todas las posibilidades del mundo para atraer el rodaje de producciones. Es una gran desconocida, porque en sitios como Madrid ya se ha rodado y el espectador reconoce esos lugares, pero en Teruel no se ha rodado y, pongas donde pongas la cámara, aquí hay cosas maravillosas. En Blancas, por ejemplo, lo que se quería con El páramo era que el paisaje fuese un personaje más de la película, la soledad que crea la locura a los personajes. Todo eso suma, y luego estás cerca de Madrid, Valencia o Zaragoza para las empresas auxiliares.

-¿Tiene futuro la provincia en este campo?

-Tiene todo el futuro del mundo, y me consta que la Film Commission lo está haciendo muy bien. El cine es una industria que mueve mucho dinero y muy interesante para la provincia de Teruel, y, aparte, da publicidad al lugar donde se filma.