Javier Arruga, escritor: "En la Educación Secundaria de EEUU se considera superado el modelo de clases magistrales"
El autor aragonés presenta esta tarde en Senda (19,30 horas) su último libro, 'Lecciones Americanas'Javier Arruga (Perdiguera, 1970) presenta mañana en Librería Senda (19.30 h.) Lecciones Americanas (Sibirana), en la que a través de su experiencia como profesor visitante entre 2015 y 2018 en Nuevo México regresa al género del diario, que ya tocó en otras obras como Montes Universales, Gentes Universales (Mira), que forma parte de su trilogía aragonesa.
-¿Qué le llevó a trabajar tres años como profesor de Secundaria en Estados Unidos?
-Un programa de intercambio del Ministerio de Educación, por tres años, al que accedí por la curiosidad personal y profesional. Quería trabajar y formarme como docente en Estados Unidos, donde en el aspecto didáctico nos llevan varios cuerpos de ventaja.
-¿Son valorados allí los profesores españoles?
-En EEUU menos del 25% de los profesores se jubilan como tales, y el 50% deja la profesión tras cinco años. Esto sucede porque se gana más en otros trabajos, y psicológicamente es muy erosivo. El resultado es que hay pocos profesores y no cubren la demanda. De hecho yo fui como profesor de Español, y acabé dando clase de Economía y de Historia de Nuevo México, un estado fascinante que perteneció a España hasta 1821, pero cuya historia desconocía por completo como la mayoría de los españoles. Tuve que ponerme al día en unas semanas.
-¿’Lecciones americanas’ es novela o ensayo?
-Es un diario, pero en España, a diferencia de Francia o Inglaterra y pese a que Elvira Lindo o Trapiello comienzan a trabajarlo, el diario sigue siendo un género arrinconado y hasta ahora había que disfrazarlo de ensayo narrativo.
-¿Hay ficción?
-Siempre hay una cierta cocina y elaboración, pero no ficción. Es como levantar acta sobre un estudio sociológico de una parte de EE UU en la que yo me encuentro, centrándome en la educación pero no exclusivamente en la educación. Hay personajes pero no dan lugar a la ficción. Son personajes además que están nombrados por sus iniciales, para mantener su privacidad y tener más libertad a la hora de hablar de ellos.
-¿Educación pero no en exclusiva?
-Así es. Se habla de cine, de literatura, de geografía y de educación. Es como una enciclopedia que reúne muchos temas atravesados por un interés común, que es ese estudio sociológico. Y dentro de él, la educación es uno más de esos temas.
Impuestos
-Hablemos de ese tema. A los españoles nos encanta pagar pocos impuestos y presumir de un gran educación pública. ¿Ganamos a los EEUU o nos dan sopas con onda?
-De entrada en EEUU los impuestos son sagrados. El 90% de los estudiantes estudian en la pública y sobre esos impuestos se ejerce un control férreo. Los profesores en ese sentido tienen mucha presión, apenas tienen bajas por enfermedad, por ejemplo. Y nos llevan mucha ventaja en aspectos que la Lomloe está tratando de introducir: empleo de nuevas tecnologías, aprendizaje competencial y no memorístico, y un aprendizaje basado en que el alumno haga cosas. En EEUU la clase magistral está casi vetada, es una técnica muy superada, todo tiene que suponer una acción por parte del estudiante porque el objetivo es formar ciudadanos competentes para hacer cosas. Y, simplificando un poco, allí se espera que todo el entorno del estudiante sea enseñanza. Con 16 años todos los estudiantes empiezan a trabajar porque se entiende que eso forma parte de su aprendizaje.
-¿El bajo sueldo de los profesores allí no se traduce en una educación de poca calidad?
-Se traduce en una gran rotación de profesores, pero eso es algo que afecta a las plantillas de todos los sectores de la economía. Durante el mismo curso hay muchos profesores que cesan y otros que se incorporan. Es raro que el mismo claustro de un instituto empiece y termine el curso. Eso hace que cobren mucha importancia los directores y jefes de estudios, que vigilan mucho el transcurso de las clases porque son quienes garantizan la continuidad del proceso educativo.
-Una cosa en la que la educación en EEUU nos gane por goleada.
-Los estudiantes de Secundaria son autónomos y están empoderados. El Instituto es como su propia casa y se mueven como pez en el agua en él. Ellos se organizan sus festivales de Halloween, jornadas, bailes y lo que sea, de forma autónoma. Y allí pueden sacarse el carné de conducir, el de monitor de tiempo libre, y un montón de formaciones complementarias.
-¿Y algo en lo que estén por detrás de nosotros?
-He tenido alumnos de Secundaria con problemas para hacer ecuaciones de segundo grado.
-¿Y cuando se superan esos problemas?
-A veces no se superan. De entrada se entiende que no todo el mundo tiene que ir a la universidad, y hay titulaciones universitarias para un director de Centro Deportivo o un Gestor de Cervecería que no va a exigirte demasiados conocimientos teóricos, que son eminentemente prácticas. La educación obligatoria es hasta los 18 años y en ese momento hay una importante segregación, pero es que siempre se pueden importar trabajadores cualificados de cualquier parte del mundo.