Javi Moragrega, propietario de un hotel en Beceite: “Tras esta crisis tendremos que reinventarnos para ser referente turístico otra vez”
“Desde la semana que cerramos a la Semana Santa calculo que habríamos facturado el 30% de todo el año”Javi Moragrega es el propietario del hotel La Fábrica de Solfa, de Beceite, y también gestiona, junto a su hermano, la empresa de servicios turísticos Senda. Lleva 22 años dedicado al sector turístico y ahora lleva casi dos semanas confinado en casa y con su hotel cerrado a consecuencia de la crisis del coronavirus.
-¿Desde cuándo tiene el hotel cerrado?
-El día 13 ya lo cerramos, nos hablamos los hosteleros y vimos que era necesario cerrar por la población de riesgo en la zona y de todo Teruel, decidimos por solidaridad con la gente cerrar. La mayoría cerraron el viernes, si quedó alguno igual es porque tenía a alguien y hasta que se fueron.
-Recibir clientes era peligroso para los vecinos, ¿no?
-Sí, porque casi toda la población son personas de riesgo, más del 60% de los vecinos tienen más de 65 años, cerramos por precaución. Cuando cerramos unos empezaron a anular reservas en los otros porque aquí tenemos una buena estructura hotelera, nos llevamos bien y cuando están llenos los hoteles llenamos los restaurantes también.
-¿La mayor parte de los hoteles del Matarraña son de propiedad privada?
-Sí, no hay ninguna cadena hotelera, son hoteles pequeños con 8, 10 o 20 habitaciones, el más grande creo que es de 22, somos gente que ha apostado por el territorio hace 15, 20 o 30 años, por el destino Matarraña.
-¿Cómo llevan el confinamiento, están aprovechando el parón para algo?
-Hemos hecho una campaña como todo el mundo del sector para que no anulen la reserva, que la aplacen durante el periodo de un año o año y medio, nos da igual el tiempo, pero que no cancelen. También estamos intentando trabajar en grupos de WhatsApp de hoteleros, después de todo esto tanto la parte pública como la privada nos tenemos que unir para hacer promociones de nuestro destino y salir en apoyo de todas las zonas rurales. Creemos que nos costará arrancar , todos están haciendo ERTEs de un par de meses, lo hemos hecho para poder paliar el coste económico de cada empresa y buscar liquidez, porque tenemos gastos fijos y préstamos, estamos buscando líneas de financiación para paliar nuestras necesidades básicas.
-¿Cuando empleados suman entre todos?
- Directamente entre todos los hoteles habrá 400 puestos de trabajo y el 80% está en ERTE en la zona, el 20% restante somos los propietarios, que somos autónomos. En este momento estamos ingresando cero.
-¿En esa batería de medidas aprobada por el Gobierno hay alguna que se ajuste a sus necesidades?
-Deberían haber hecho un corte de dos meses en el que se hubiera cubierto todo, que no nos cobraran luz, agua ni hipotecas. Como un parón de dos meses. Nosotros tenemos que hacer ERTE, pagar a las gestorías, seguir pagando los autónomos de marzo. Para el sector turístico tendría que haber sido un parón del todo, porque nosotros no vamos a ingresar ni un euro. Y a ver cuando arrancamos qué ocurre porque tardaremos otro par de meses al menos en que vuelva a venir la gente. Trabajamos con alguna agencia extranjera y están retrasando el viaje para septiembre, llevamos años trabajando con ellos y siguen confiando en nosotros. Hay gente que retrasa las reservas, otros que no y les tenemos que devolver la paga y señal que han pagado. Es lo que nos toca vivir, ahora el sector turístico lleva varios años en alza y esto nos va a trastocar, nos tenderemos que reinventar otra vez para poder ser referente. Es el momento de que todo el sector turístico y la parte pública se deben unir para vender un destino transversal que salga reforzado de esta crisis.
-¿Qué porcentaje de facturación supone para ustedes la Semana Santa?
-Desde el momento que cerramos ya era una buena temporada, entre esas semanas y la Semana Santa es en torno a un 25% o un 30% de la facturación anual, para Semana Santa yo tenía el hotel lleno 10 días y también el restaurante, son momentos en los que la gente consume.
-¿Cree que los españoles apostarán por gastar el dinero en casa cuando salgamos de esta?
-Esto se tendrá en cuenta, durante algún tiempo la gente hará viajes nacionales, es la tendencia que veo, luego nos tendremos que adaptar a las nuevas necesidades y los nuevos criterios. Habrá que marcar protocolos para que puedan hacer la reserva y el checking online, para que puedan pagar directamente con tarjeta, métodos electrónicos para que la gente tenga más seguridad.
-Pero la mayor parte de los hosteleros del Matarraña siempre han destacado por el trato personal y además en un hotel hay que hacer camas y servir desayunos, todo no puede ser tan plastificado, ¿no cree?
-Eso sí, pero más allá de ese trato personal, todo lo demás hacerlo a través de plataformas, que el personal será necesario, por supuesto, cada vez más porque nosotros vendemos otra cosa, y es un paisaje, un trato cercano y eso no los tenemos que perder. Pero a lo mejor nos tocará adaptarnos a sistemas de limpieza más perfectos, vender los desayunos individualmente o tener una carta de desayunos. Creo que la sociedad va a cambiar después de esto y tenemos que aprovechar nosotros como espacio y paisaje esa línea. Después de estar dos meses en casa necesitaremos ver horizontes y puestas de sol, esa es la baza que tenemos, esa píldora de paisaje hay que saber venderla.