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Jackeline Rojas, activista colombiana por los derechos humanos: “En Colombia a los opositores de izquierdas se les elimina asesinándoles” Jackeline Rojas, activista colombiana por los derechos humanos: “En Colombia a los opositores de izquierdas se les elimina asesinándoles”
La activista Jackeline Rojas durante su visita a Teruel

Jackeline Rojas, activista colombiana por los derechos humanos: “En Colombia a los opositores de izquierdas se les elimina asesinándoles”

La activista denunció en Teruel el incumplimiento de los acuerdos de paz y la persecución contra líderes sociales
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Hace algunas semanas la activista por los Derechos Humanos Jackeline Rojas, miembro de la Fundación Comité de Solidaridad con los Presos Políticos en Colombia, ofreció una conferencia en Teruel en la que denunció el incumplimiento de los Acuerdos de Paz a los que llegó el gobierno colombiano en 2016 con las FARC y el asesinato sistemático al que están siendo sometidos sus ex combatientes.

-¿En qué situación se encuentra Colombia?

-Las asociaciones que nos encargamos de supervisar la aplicación de los acuerdos, en los que habíamos depositado las esperanzas de que terminara un estado de guerra y confrontación que viene durando casi un siglo, hemos visto que ni siquiera se han cumplido el 30% de las medidas previstas en estos más de cinco años. Pero los recursos se han gastado. Y muchos de esos recursos, por cierto, proceden de la Unión Europea. Ustedes deberían preguntar a su gobierno qué ha pasado con el dinero de sus impuestos que se han marchado para poner en marcha un plan de paz fallido, que ha incumplido la mayor parte de sus compromisos pero que ha gastado el dinero. Además los miembros de la guerrilla se reubicaron, sin armas, en centros de reincorporación, y están siendo asesinados por los paramilitares y el ejército. Ya van más de 326 asesinatos. Y en tercer lugar tenemos que denunciar que, sin una guerrilla contra la que combatir, los objetivos hemos pasado a ser los líderes sociales y los defensores de los derechos humanos. Todo aquel que se opone al desarrollo de megaproyectos en el territorio, a la entrada de empresas multinacionales que van a seguir explotando el país y sacando su riqueza, somos la piedra en el zapato del gobierno. Desde la firma de los acuerdos de paz, van más de 400 líderes sociales y sindicales asesinados.

-¿Usted esta amenazada?

- Sí, desde el año 2000 fui declarada objetivo militar. He sufrido varias agresiones y he perdido familiares en el conflicto. Pese a todo tengo muchas ganas de regresar a Colombia porque hay mucho trabajo por hacer. Una nunca quiere perder la vida, pero tampoco perdemos la esperanza.

- ¿Qué programas del plan  se han quedado sin cumplir?

-En realidad todos, pero voy a destacar dos de los cinco puntos del plan de paz. El primero es la Reforma Rural Agraria, una de las apuestas políticas de las FARC. Pero los campesinos siguen siendo expulsados de sus tierras porque las multinacionales están entrando. El segundo es el de Participación Política. A los ex guerrilleros no se les está integrando en el sistema político, se les está asesinando. Es cierto que a la organización guerrillera se les dio cinco curules (escaños) en el Senado de la República, pero el 70% de la cámara y de las estructuras del Estado están en manos de la ultraderecha, y están demostrados sus lazos con el narcotráfico y el paramilitarismo colombiano. No van a permitir que estas personas lleguen a ser alcaldes o responsables políticos y por eso están siendo asesinados. Pasará lo que con la Unión Patriótica, que también fueron de las FARC, y fueron eliminados uno a uno hasta su total exterminio.

-Pero las FARC se han convertido en un partido político, los Comunes... ¿compiten en igualdad de condiciones al resto de formaciones?

-En absoluto. Desde la izquierda se está intentando hacer un gran Pacto Social para intentar llevar un candidato común, pero lo veo difícil.

-¿Por qué?

-Porque no creo que el gobierno permita que se llegue a eso. En Colombia ya se ha hecho otras veces ese ejercicio de asesinar a los candidatos de izquierda a puertas de las elecciones. Eliminaron a Jorge Eliécer Gaitán, a Pardo Leal, a Jaramillo, a Pizarro... que eran líderes que venían de unos procesos de paz, de amnistia y de acuerdo con las guerrillas que existieron. Intentaron competir en la arena política y fueron eliminados. Asesinados.

-Antes decía que se habían gastado todos los recursos económicos previstos para un plan que lleva 5 años sin cumplirse. ¿Donde han ido?

-Calculamos que un 20% del presupuesto total de Colombia se dedica a la corruptela, a nutrir las arcas personales de los grandes políticos.

-¿Los procesos electorales en Colombia, incluido el que se opuso en primera instancia a la firma de los acuerdos de paz en 2016, son habitualmente limpios?

-En Colombia existe todo el abanico de corrupción de la democracia. La ultraderecha asesina a sus opositores, juega con el miedo y la presión hacia los electores, y también hace trampas en el momento de contar los votos. En Colombia el que escruta elige, literalmente. En las últimas elecciones aparecieron, en los lugares donde se escrutaban los votos, cajas con tarjetones ya marcados destinados a mezclarse con los votos de verdad. Y no se habían molestado ni siquiera en sacarlos de las cajas de donde llegaban de imprenta.

-¿Las injerencias extrajeras siguen siendo un problema?

-En el año 2000 se puso en marcha el Plan Colombia, que en teoría estaba diseñado para que EEUU apoyara militarmente al gobierno colombiano en su lucha contra el narcotráfico. Y en la realidad solo ha supuesto la entrada de fuerzas militares estadounidense para proteger a las multinacionales que explotan los recursos. Los últimos gobiernos, el de Álvaro Uribe, José Manuel Santos e Iván Duque, han estado al servicio de Estados Unidos.

-¿La vuelta a la lucha armada se plantea como solución?

- No, para nadie. Estamos agotados. Personalmente no tengo mucha fe en lo electoral, porque incluso si ganara la izquierda no tiene poder fáctico suficiente para gobernar, porque tiene muchos sectores en contra. Creo que la movilización de la gente debe de ser la clave para controlar y frenar al gobierno.

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