Irene Pérez Sánchez, becaria de pintura de paisaje de la Fundación Santa María: “Albarracín es infinito, no se acaba nunca por mucho que lo mires y lo pintes”
“Haber ganado la beca ha sido un honor, pero eso no quita para seguir disfrutando del curso más años”Irene Pérez Sánchez, que firma sus cuadros como Irene Persa, es la ganadora de la Beca Albarracín de Pintura 2018. Ya ha realizado prácticamente toda su estancia y está muy contenta con los resultados. Eso sí, aunque ha disfrutado del premio, anuncia que seguirá participando en el curso mientras pueda porque “son los mejores días del año”.
- ¿Se dedica profesionalmente a la pintura?
- Me he dedicado un tiempo, pero ahora estoy trabajando en una empresa familiar, ahora mismo vivir de la pintura es complicado. Tengo mi propia correduría de seguros, que no tiene nada que ver con la pintura, pero al ser mi propia empresa me permite tener mucho tiempo tanto para ir a este curso de Albarracín como para pintar por las tardes.
- Ganó la Beca en julio de 2018, ¿era la primera vez que participaba en el curso?
- Era segunda vez.
- ¿Qué supuso?
- Una alegría muy grande porque he sido estudiante de Bellas Artes y trabajo mucho la pintura de paisaje, tanto en concursos de pintura rápida como en concurso de pintura seca, que es pintura de estudio en la que se trabaja el cuadro de forma más lenta y se entrega ya en seco. Esta beca fue muy importante para mí porque está respaldada por la Universidad Complutense, es de bastante prestigio y es precioso estar allí diez días pintando el paisaje, cuanto más tiempo pasas más cosas descubres. Albarracín es infinito, no se acaba nunca por mucho que lo mires.
- ¿Se dedica al paisaje?
- Sí, aunque estoy especializada también en escultura, es una especialidad que cuando se termina la carrera es más difícil de continuar debido al espacio que hace falta para practicarla. Dentro de la pintura me dedico al paisaje porque me encanta pintar al natural.
- ¿Va a seguir yendo al curso?
- Sí, para mí haber ganado la beca ha sido un honor pero eso no quita para seguir disfrutando del curso porque para mí son los mejores días del año, estoy contando los días desde que se acaba porque nos lo pasamos fenomenal, además de pintar estas con gente interesada por lo mismo. El curso de Albarracín es una oportunidad estupenda.
- ¿Qué aporta el paisaje de Albarracín como artista?
- Tiene unas posibilidades infinitas, además del colorido que presenta, que es muy cambiante a lo largo del año. Dominan los tonos rojizos en verano por los enfoscados y la sequedad de los pastos. En primavera cambia mucho y hay unos contrastes tonales impresionantes. Puedes elegir pintar naturaleza exclusivamente, árboles, montañas, ríos… También la arquitectura es muy bonita y agradecida; no es regular, eso es una característica importante, los elementos son diferentes aunque guardan una armonía interesante. Ofrecen posibilidades tanto para un cuadro panorámico como de detalles, da para pintar años.
-¿Qué ha pintado?
- He estado pintando tanto calles como las cortaduras del terreno, las hoces que hay rodeando Albarracín son muy interesantes para mí por los contrastes de la roca y la vegetación. En las calles del pueblo he pintado tanto de día como de noche, cuando hay mucho contraste no solo lumínico sino de color por el enfoscado de las casas.
- ¿Hace grandes formatos?
- Adecuo el formato al tema que estoy pintando, hago tanto cuadros muy grandes, de más de metro y medio, como otros de 20 centímetros, creo que cada cosa que se representa se puede ver resaltada en un determinado formato. En mi exposición va a hacer cuadros bastante grandes y muy chiquititos.
- ¿En qué materiales?
- Siempre uso el óleo, a veces sobre lienzo y a veces sobre tabla, incluso con el color de la madera.
- ¿Ha pensado en el lugar de la exposición, la Torre Blanca?
- Estoy teniendo en cuenta en relación con los formatos el espacio del que disponemos, la Torre Blanca tiene muy buena iluminación aunque me parece interesante que algunos cuadros se vieran juntos y también el espacio del que disponemos para que sea una exposición coherente.
- ¿Cuántos cuadros ha hecho durante su estancia en la Ciudad de los Azagra?
- Unos 40 cuadros, hay de todo, desde cuadros muy rápidos a cuadros lentos, hay uno en el que he trabajado durante dos meses y medio, en cambio hay otros que he pintado en una hora. Tengo mucha obra, mi idea era pintar más para luego poder seleccionar aquellos más interesante.
- ¿ En qué estilo podría encuadrase su pintura?
- Es difícil enmarcarse a uno mismo en un estilo, pero podría decir que mi pintura es colorista y que está basada en la pintura del natural. El estilo es complejo de definir, un pintor está siempre en evolución, unos son más realistas, otros más abastractos, pero podríamos decir que mis cuadros son colorista y expresionistas.
- ¿Cómo es su proceso creativo, pinta directamente al natural o hace bocetos?
- Dependiendo de la complejidad del tema, hay cuadros que requieren un estudio previo, bocetos, dibujos, pinturas de pequeño tamaño… Pero también he realizado muchos cuadros sobre el lienzo y, cuando los he mirado después de un tiempo, los he retocado buscando lo que creo que les ha faltado en la inmediatez del momento. Cuando uno pinta un cuadro en una hora, al verlo después de un mes se ve de forma distinta.