Guillermo Valero, trompetista y bailarín, participa este sábado en el Festival de Jazz de Teruel: “Los jazzmen antiguos no tenían medios y hacían música con lo que pillaban”
Una original propuesta de swing de los años 20 y baile podrá disfrutarse a las 13 horas en el Espacio LuvitienThe Shag Sharks, formado por Guillermo Valero y Verónica Juan, ofrecerán este sábado, a partir de las 13 horas, un vermut musical en el Espacio Luvitien en el contexto del Festival de Jazz de Teruel, acompañados por el contrabajista Óscar López. Su concepto musical nos lleva al Nueva Orleans de los años 20, con un show de música y baile popular.
-¿Qué géneros definen lo que hace The Shag Sharks?
-Nuestro rollo es el del swing anterior a la big band de los años 20, cuando es más callejero, más New Orleans. A partir de esos años se desarrolla el concepto del big band y el jazz va evolucionando y haciéndose más complejo, así que de algún modo va olvidándose esta música más popular, más de la gente, que nosotros recuperamos. Y dentro de ese estilo nos dedicamos a los bailarines, porque nosotros somos bailarines también, así que los tempos, las duraciones y todos los detalles de los temas los adaptamos al baile.
-Su instrumentación es muy peculiar. ¿Respeta los estándares de la época?
-Sí. Mi instrumento principal es la trompeta y el de Verónica es el ukelele, aunque también llevamos alguna que otra cosa...
-Entre ellas la washboard, que literalmente es una tabla de lavar.
-Es una tabla de lavar de las de toda la vida, pero con accesorios como un platillo o una bocina. Se cuelga del cuello y se toca con dedales, para hacer más ruido. Es un instrumento de percusión muy tradicional, que viene de la tradición de los jazzmen antiguos que no tenían medios ni dinero y hacían música con lo primero que pillaban por casa. Luego hay gente que los ha perfeccionados hasta un nivel técnico tremendo, pero en nuestro caso es simplemente un acompañamiento. También utilizamos de vez en cuando dos cucharas con las que se hace la percusión, que es otro instrumento tradicional de este tipo de bandas tradicionales.
-Su espectáculo reúne música y baile, pero además incorpora elementos teatrales, prácticamente de comedia, ¿no es así?
-Más o menos lo intentamos, aunque eso va surgiendo espontáneamente. A nosotros no nos gusta que nos etiqueten de comerciales ni mucho menos, pero es verdad que las canciones que hacemos, en esta época, eran temas muy comerciales, conocidos y muy pegadizos. No se trata de un jazz muy difícil ni enrevesado sino más bien todo lo contrario. Lo bueno que tiene este tipo de música es que el público enseguida se engancha, y los ponemos a hacer coros o a participar en el espectáculo. En otras ocasiones nos ponemos a contar la historia de la canción... según cómo veamos al público, intentamos que se meta de un modo u otro en la actuación.
-¿Qué repertorio maneja The Shag Sharks? ¿Son todo adaptaciones de temas populares de la época, estándares, tenéis algún tema propio?
-Son adaptaciones de canciones de la época. Muchos de esos temas no tienen ni siquiera autor, porque son de los años 20, pero también hacemos algún estándar de jazz, y nos movemos en muchos mares diferentes. También hacemos alguna adaptación de temas de actualidad, como Umbrella de Rihanna, por citar uno.
-¿Cómo recibe el público no familiarizado con el género este tipo de concierto?
-La gente suele agradecerlo. A los niños les gusta porque es muy divertido y pegadizo, a los mayores porque les recuerda a alguna canción que quizá bailaban de jóvenes. En cualquier caso siempre es divertido y sorprendente, porque la raíz es música que se hacía para que la escuchara la gente normal.
-¿Cómo se fundó The Shag Sharks?
-Pues en julio del año pasado fue a tocar a Campello (Alicante) con la Big Band de Sedajazz, donde vivía Verónica, que formaba parte del coro del conjunto de baile. Allí nos conocimos y nos enamoramos. Como los dos tocábamos, bailábamos y cantábamos, porque ella llevaba ya cierta trayectoria de cantante desde pequeña, quizá en otros estilos como bandas de rock, pues a los dos meses decidimos montar una banda. Yo le apoyo en el tema musical, ella a mí en el del baile, y ahí nos vamos complementando.
-¿Tienen algún trabajo grabado?
-No, todavía no. Apenas llevamos un año y pocos meses, así que nos ha dado tiempo a rodar y poco más. Este pasado mes de julio hicimos el mismo concierto en el que nos conocimos, el mismo día en Campello y ahora, que vemos que la banda funciona, empezamos a plantearnos grabar un disco. Pero eso será más adelante.