Gregorio Muelas, autor de la novela 'Caos I. El Águila y la Cruz': "Cómo eran los antiguos romanos no difiere mucho de nuestra forma de ser"
"Uno de los grandes errores en los que puede incurrir un escritor de novela histórica es el presentismo"El escritor Gregorio Muelas presentó esta semana en el Casino de Teruel su novela Caos I. El águila y la cruz (Olé Libros), acompañado por Francisco Rodilla. Es una obra voluminosa sobre un periodo poco conocido de la historia de la antigua Roma, la tetrarquía, en la que es inevitable hacer paralelismos con el presente.
-¿A qué se debe su interés por la tetrarquía, ese sistema de gobierno que llevó a la antigua Roma a su descomposición total?
-Ya incursioné en la tetrarquía con El primer tetrarca, que es mi primera novela, y además ambientada en la antigua Roma, en este caso en el bajo imperio romano. Estamos en el comienzo de la decadencia, aunque yo creo que los romanos de la época no lo contemplaban como tal, como tampoco lo hacemos hoy en día de que estemos al final de un periodo y a lo mejor resulta que sí es así.
-Se sabe poco y se habla menos de este periodo.
-Es un periodo apasionante, pero muy desconocido sobre todo para el gran público. Yo como historiador y como saguntino, con tantos vestigios que tiene Sagunto, parece que estaba destinado a escribir de esto. Siempre me ha fascinado la antigua Roma, y cuando inicié este proyecto hay una lectura, Las memorias de Adriano, de Marguerite Yourcenar, que me marcó mucho. Yo quise entonces hacer lo propio escribiendo las memorias ficticias de algún gran emperador que hubiera hecho algo muy relevante pero que no hubieran corrido ríos de tinta sobre este personaje y lo encontré en Diocleciano.
-¿Qué es para usted el emperador Diocleciano?
-Es como el personaje central de El primer tetrarca, que de hecho es el fundador de la tetrarquía. Lo que pasa es que en esa novela ya hay un personaje muy importante que es Constantino y me di cuenta que merecía como poco una saga, varios volúmenes. Quiero destinarle cuatro novelas y esta es la primera.
-Bajo el epígrafe común de Caos, que ya lo dice todo de ese periodo, ¿no?
-Es un título bastante significativo porque es una época realmente caótica. Yo creo que ningún autor lo ha abordado directamente es el periodo más complejo de la milenaria historia de la antigua Roma, y ya es decir. La novela comienza en el año 310, que es un año muy importante porque hay seis augustos disputándose el poder único, la preeminencia sobre todos los territorios del imperio, y ningún césar; eso quiere decir que no hay ningún heredero.
-¿Dónde están los límites entre la historia y la ficción en su novela?
-Evidentemente, la novela histórica te enfrenta al rigor histórico. Tienes que ser muy riguroso a los acontecimientos, pero en este caso se sabe lo que sucedió, pero no cómo sucedió. Entonces mi imaginación ha tenido que rellenar todos esos huecos que la historia no nos ha dejado.
Investigación
-Imagino que le habrá llevado mucho tiempo la investigación previa del periodo histórico en el que se desarrolla.
-Le he dedicado más de una década de investigación, porque el proyecto empezó hacia el 2010, arrancó con El primer tetrarca y luego ha ido creciendo con este siguiente proyecto de la trilogía.
-La novela se desarrolla en multitud de lugares. ¿Los ha recorrido todos para inspirarse?
-Evidentemente uno tiene que viajar e intentar visitar los lugares, pero algunos no los he podido recorrer todavía, aunque tengo un proyecto de hacerlo. Internet es una fuente inagotable de información si sabes manejarlo bien. El reto de esta novela era meterme en la piel de los grandes personajes de la época, porque hay otros autores que prefieren ficcionar a través de personajes imaginarios que ponen como el telón de fondo del contexto histórico y te lo pincelan.
-¿Con qué disfruta más, con la investigación o la redacción del relato literario?
-No me lo he planteado, creo que a un cincuenta por ciento. Me gusta enfrentarme a la página en blanco, soy un escritor de brújula, y la novela se va construyendo paulatinamente.
-¿Por qué nos fascina tanto Roma?
-Pues Roma se parece demasiado a nosotros, decimos que somos herederos directos de ellos y creo que la forma de conducirse de los antiguos romanos no difería mucho de nuestra forma de hacerlo. Nos han legado gran parte de nuestra cultura, como el Derecho Romano, por ejemplo, o las obras hidráulicas.
-¿Se basa en el presente para escribir del pasado?
-Uno de los grandes errores en los que puede incurrir un autor de novela histórica es el presentismo, poner en la mente de los personajes del pasado pensamientos o nociones del presente. Si olvidamos eso, creo que sí se puede trazar un paralelismo entre el presente y el pasado. En definitiva, la historia parece que es bastante cíclica.
-¿A la vista de esos paralelismos con la historia, el caos que vivimos hoy día puede conducirnos al fin como le pasó a Roma?
-La verdad es que la cosa no pinta nada bien si acudimos al pasado para intentar justificar el presente. Pero hay que ser optimistas. Como escritor intento mejorar mi mundo a través de la literatura, hacer feliz al lector y ofrecerle unas pautas de reflexión.