Floren Alfaro, presidente del Colegio de Trabajo Social de Castilla-La Mancha: “Los políticos han de entender que no pueden trabajar solo por los entornos urbanos”
El Colegio Profesional de Trabajo Social de Aragón, con motivo de la celebración del día mundial de esta profesión, organizó en Teruel la conferencia-taller Relaciones humanas, intervención social y despoblación, que impartió Floren Alfaro, trabajador social en Servicio Social comunitario y presidente del colegio profesional de Castilla-La Mancha. El especialista abordó el papel de esta disciplina para empoderar al tejido social de los pueblos para que puedan transformar la situación que viven y defendió la importancia de que la población se haga oír con movilizaciones como las del 31 de marzo.
- ¿Qué papel tiene el trabajador social ante la realidad de los territorios despoblados?
- El mundo rural de Teruel no lo conozco pero yo vengo del mundo rural de Albacete y también he estado en Cuenca. Pretendemos crear un espacio de reflexión sobre cómo es cada entorno rural porque cada uno es distinto. Una vez analizada la situación, lo que yo propongo es desarrollar, más si cabe, el trabajo social comunitario: trabajar con las asociaciones, fortalecerlas y empoderarlas. Que la gente sea consciente de que se puede mejorar la situación de su entorno.
- ¿Lo principal de la labor de estos profesionales es entonces el asesoramiento?
- El trabajo social lo que tienen que hacer es acompañar, no liderar, para que sean los vecinos los que tomen el mando, la iniciativa para lograr esto.
- ¿Cuál debe ser el camino para esa transformación?
- Tenemos que aprovechar las supuestas debilidades del medio rural. Estas zonas tienen una población masculinizada y envejecida. Sin embargo, el recurso de la dependencia puede ser una oportunidad para desarrollar los recursos que permite la ley y fijar población. Conseguir puestos de trabajo en el entorno de los mayores y discapacitados. Se trata, además, de un trabajo que suele ser femenino y de esta forma se puede acabar con la sangría del éxodo de la mujer. En definitiva, se trata de establecer oportunidades de empleo aprovechando esas debilidades.
- ¿Qué experiencias destacaría de las que está desarrollando usted en el ámbito rural?
- Trabajo en la comarca de La Manchuela, en Albacete, que reúne a 25 pueblos y es bastante rural. Siempre hemos potenciado la dinamización comunitaria, especialmente en el campo de la discapacidad y de la dependencia. Estoy en un pueblo de 4.300 habitantes. Es un pueblo con una población envejecida y siempre se han potenciado los recursos destinados a mayores con residencia, con centro de estancias diurnas, ayuda a domicilio, comida a domicilio o rehabilitación para dependientes con grado 1, entre otros servicios. Esto permite que estos mayores no tengan que irse de su entorno y al mismo tiempo crea empleo femenino y da población del pueblo.
- Este ejemplo es en un pueblo de 4.500 habitantes. En Teruel buena parte de los municipios son mucho más pequeños. ¿Es posible una apuesta como esta en pueblos con menos población?
- El trabajo social por si solo no puede actuar. Necesitamos la participación de otras administraciones: de Fomento, del Gobierno autonómico para mejorar las comunicaciones, que lleguen las tecnologías de la información con la fibra óptica. Una de las ventajas que hay que aprovechar es que en las grandes ciudades, conforme se han disparado los alquileres, la gente se siente expulsada y el teletrabajo en entornos rurales puede ser una forma de reactivar los pueblos, pero sin acceso por carretera ni cobertura de móvil, no se puede conseguir. Desde el trabajo social tenemos que trabajar con la población para que exijan a las administraciones estas infraestructuras y servicios.
- ¿Qué pueden aportar los nuevos pobladores a estos territorios?
- La inmigración, que ahora hay partidos que lo ven como una amenaza, es una oportunidad. En Guadalajara el 70% de las tareas del campo se hacen gracias a inmigrantes: labores de pastoreo o agrícolas que no quiere hacer nadie y tienen niños y esto permite la reapertura de colegios que para un pueblo es abrir a la vida.
- ¿Qué opina de la revuelta de la España vaciada, de la manifestación del próximo 31 de marzo en Madrid?
- Es necesario salir. Es necesario manifestarse, atraer a los medios de comunicación porque son los políticos los que tienen que darse cuenta de que no solo se puede trabajar por los entornos urbanos. Hay una España se está despoblada, que está desapareciendo. Ahora es cuando más hay que salir y visibilizar estos anhelos y que escuchen a esta España.
