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Fernando Cortel, artesano de la forja: “Mi afición a la forja viene de mi admiración por la obra de José Gonzalvo, que era de Rubielos” Fernando Cortel, artesano de la forja: “Mi afición a la forja viene de mi admiración por la obra de José Gonzalvo, que era de Rubielos”
Fernando Cortel, con una de sus espadas en el Castillo de Mora de Rubielos

Fernando Cortel, artesano de la forja: “Mi afición a la forja viene de mi admiración por la obra de José Gonzalvo, que era de Rubielos”

“Estamos haciendo promociones para enseñar el oficio y el arte de trabajar en el campo de la forja”
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La historia de las espadas es muy singular y muchos son los caballeros que se han apoyado en un arma como esta, tan poderosa en otros tiempos y hoy considerada un elemento de decoración. Varias son las famosas herramientas que dieron gloria a reyes, generales o simples soldados. Fernando Cortel Jarque (1974), Mora de Rubielos, es un forjador y no solo de espadas, sino de sueños y de pasión por el oficio, por el trabajo bien hecho. Su deseo es transmitir el oficio y la técnica, más allá del presente, como legado para futuras generaciones.

-¿Cuánto tiempo lleva forjando espadas?

- Realmente, no forjo espadas. Esta es una espada que hicimos en 2007. Mi socio y yo queríamos participar en la fiesta de las Bodas de Isabel y vestirnos de época como el resto, pero queríamos hacer algo un poco distinto. Decidimos hacernos dos espadas, aprovechando el trabajo al que nos dedicamos, que es la forja y el trabajo con los metales. Nos mimetizamos con la fiesta. No hicimos nada con fines comerciales. Después de eso, cuando vamos a las ferias que nos invitan y para promocionar nuestro trabajo, las llevamos como muestra y para enseñar un ejemplo.

-¿Con qué materiales suelen hacer estas piezas?

-Con acero principalmente. Se hace una mezcla de hierro y acero, que le da elasticidad y dureza. Esta es de hierro y por tanto no tiene resistencia. El acero tiene mayor flexibilidad que el hierro. Se utiliza más el acero aunque a veces se mezcla con hierro para dar mayor consistencia.

-¿Desde cuando en el oficio?

-Abrimos el taller en 2005, pero entonces no pensamos en esto. Esta espada la configuramos en 2007, y desde entonces llevamos haciendo espadas. Aunque no solo hacemos espadas. Tenemos clientes de todo tipo y con peticiones muy variadas.

-¿Ahora las hacen para competir o para decoración?

-Para decoración, ya que para competir hay que tener mucha maestría y dedicación a ello, casi exclusiva, pues requiere de una técnica y materiales apropiados. No es posible hacer espadas a modo de las de siglos pasados, pues se necesita tiempo, materiales y técnica.

-¿Cuánto cuesta una espada?

-Hacer una espada profesional, como las que salen en las películas y la historia ha reflejado en distintos documentos, debe llevar cuatro o cinco días; las espadas para decoración en un día, más o menos. En cuanto al precio, es muy variable puede pasar de los 1.000 euros o más, depende de los materiales y del uso que se le vaya a dar. Y si es para decoración unos 300 euros.

-¿Quién es el que compra este tipo de objetos? El amante de la espada, el coleccionista o el que quiere decorar su hogar

-En nuestro caso son coleccionistas y sí que hay personas que la quieren para decoración o las instituciones para señalar un acto o un lugar. La espada que hacía pareja de esta (la de mi socio) se la vendimos a un coleccionista. No la queríamos vender, pero en 2010 vino un coleccionista, la vio y regateó con nosotros hasta que se la vendimos. Fueron unos 500 euros. Nos resistíamos a venderla y fue subiendo la puja hasta que se la vendimos. Todo tiene un precio

-¿Conoce la historia de las espadas, las más famosas y sus dueños?

-No conozco mucho, pero sí que las más famosas son las espadas toledanas e incluso son de mayor calidad que las japonesas. Se perdió la información para hacer este tipo de armas. Tengo un amigo en Madrid que está investigando y documentándose para recuperar toda la información y documentación posible con el fin de volver a hacer espadas de ese tipo y con esa calidad. Conozco la del Cid, Tizona, y la del Rey Arturo, Excalibur -creo- o la del Señor de los Anillos, pero no es algo que forme parte de mi vida, pues me dedico a otras tareas dentro de la forja. Sé distinguir entre una espada árabe y una española. Es un mundo muy amplio porque también están las espadas deportivas para esgrima u otras especialidades.

-¿Por qué se dedica a esto?

-No me dedico en exclusiva, aunque hacemos algunas. Somos un taller en el medio rural y hacemos cosas de hierro. Trabajamos las puertas, ventanas, barandillas, escaleras, casi todo en hierro. De forja hacemos artículos de decoración y complementos para barandillas, barrotes. Y Esculturas, como la que estábamos haciendo en Peracense, que son por encargo.

-¿De dónde le viene esta afición, cuál es el origen?

El origen es mi admiración por la obra de José Gonzalvo de Rubielos, que era un artista con muchas esculturas, como el homenaje a la vaquilla de Teruel y otras. Mi predilección por él fue clave, además de la demanda que hay por parte de la gente, que te pide cosas para su casa. Hacemos esculturas en colaboración con otros artesanos (en Olba, Barcelona, etc) para exponer en galerías. También hacemos esculturas en directo, como la de Peracense y otras

-¿Es arte o simplemente un pasatiempo?

-Para mi es un trabajo, al que dedico muchas horas. Es mi pasión por el oficio. El año que viene, en 2025, es el aniversario de nuestra empresa y estamos haciendo promociones para enseñar el oficio y el arte de trabajar este campo. Las empresas más allás del fin comercial deben tener un fin social. Una labor, una misión y creemos que hay que intentar transmitir estos oficios, que se están perdiendo. Es demostrar que se puede tener un oficio y vivir bien.

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