Estefanía Escolano Ávila está al frente de Belleza sobre ruedas, con el que lleva los cuidados de estética al medio rural
Estefanía Escolano, dueña de Belleza sobre ruedas: “La belleza no es un servicio de primera necesidad, pero sube la autoestima en los pueblos”
“Hay muchos otros negocios a los que se les podrían poner ruedas para acercarlos así al medio rural”
Estefanía Escolano Ávila es esteticista de profesión y veraneante de Cubla, el pueblo donde nació su padre, Manuel. Su negocio está ubicado en una ambulancia reconvertida en salón de belleza con ruedas que pone guapas y guapos a los vecinos del medio rural granadino, provincia en la que ella reside. Hace ocho meses que montó el gabinete de belleza móvil y este verano decidió trasladarlo hasta su pueblo de veraneo, Cubla. Lo instaló en la plaza y no paró de trabajar en los 18 días que estuvo allí de supuestas vacaciones estivales.
-¿Cómo es Belleza sobre ruedas, que es el nombre que ha dado a su negocio?
-Una furgoneta móvil, dentro de una antigua ambulancia, que convertí hace ocho meses en centro de estética cumpliendo todas las normas higiénico sanitarias.
-Un centro de estética que extendió este verano a Cubla. ¿Ha pasado las vacaciones trabajando?
-Al final no ha sido trabajo porque es lo que quiero hacer, he llevado ahí mi trabajo, he tenido un acercamiento y me ha ido bastante bien. Como he tenido bastante en los 18 días que he estado, el año que viene mi intención es irme todo el mes de agosto e ir haciendo ruta por varios pueblos de Teruel, porque me llamaron de Valacloche, Cascante, pero no pude acercarme porque tenía tanto trabajo en mi pueblo que no me dio para más.
-¿Qué servicios ofrece?
-Depilación de cejas y labios, lifting y tinte de pestañas, micropigmentación de labios y cejas, microblading de cejas, que es como un tatuaje de cejas pero muy superficial, tratamientos faciales y venta de productos.
-Se trata de un servicio que no existe en esos pueblos, por lo que no hace competencia a nadie.
-No, ni en ese pueblo ni en los de alrededor, no hay competencia directa. Además como el transporte público no es demasiado bueno, no se tienen que desplazar, ya voy yo a ponerlas guapas para las fiestas.
-¿Le ha quedado algún día de descanso?
-Sí, los cuatro días de fiestas del pueblo me los cogí para descasar y disfrutar un poco.
-¿Ya había atendido a sus vecinas otros veranos, aunque fuera sin furgoneta?
-Nunca, ha sido la primera vez. Otros veranos sí que me preguntaba alguna vecina y hacía algo puntual, pero como todo el mundo sabe a lo que me dedico me propusieron traer la furgoneta para ver cómo funciona. Al año que viene me voy a organizar un poco mejor para poder ir a todos los pueblos de alrededor. Además no descarto, si me sale bastante trabajo, ir cada dos meses por Teruel, como me puedo mover no tengo ningún problema, siempre y cuando me compense.
-Y en Cubla tiene casa.
-Sí, pero dentro de la furgoneta, que era una antigua ambulancia Americana tengo para dormir, una ducha completa y también para hacer comida, lo tengo pensado porque a veces me quedo a dormir en una zona cinco días para que me salga rentable el desplazamiento y no ir y volver todos los días.
-¿Por qué zona de Granada trabaja?
-En la Alpujarra y muchos pueblos cercanos a Granada, son zonas rurales y muy turísticas y estoy empezando a expandirme por Almería y Jaén. Va a llegar un momento que no pueda abarcar todo, mi cabeza ya está pensando en un tipo de franquicia porque este tipo de modelo funciona.
-¿Es una forma de acercar los servicios al medio rural?
-Efectivamente, los acerco a lugares que carecen de ellos, ya no es sólo que aportes belleza, que realmente no es un servicio de primera necesidad, pero la gente del pueblo se anima más, le subes la autoestima y haces algo diferente. En unos meses voy a hacer talleres de cuidado facial en el medio rural, también quiero servir de ejemplo a otro tipo de negocios para que lo hagan sobre ruedas, sean itinerantes y puedan legar a esos medios rurales.
-¿Qué perfil de clientes ha tenido en Cub?
-La mayoría de mediana edad, entre 45 y 60, también mucha gente joven que va a veranear y también he tenido muchos hombres que acudían sobre todo a depilarse las cejas.
-¿Qué era lo más demandado en mujeres?
-Depilacion de cejas y tinte para tapar las canas y tinte facial.
-¿Cómo ha sido el funcionamiento este verano?
-En Cubla ha sido diferente a cómo funciono en Granada, planté la microvan en medio de la plaza y la gente venía a pedir turno como en la panadería, como son tratamientos algunos no muy largos se iban pidiendo la vez. Tuve mucha demanda, no esperaba tanta, estaba desde las 10 de la mañana a las 8 de la tarde y paraba una hora para comer.
-¿Cómo es Belleza sobre ruedas, que es el nombre que ha dado a su negocio?
-Una furgoneta móvil, dentro de una antigua ambulancia, que convertí hace ocho meses en centro de estética cumpliendo todas las normas higiénico sanitarias.
-Un centro de estética que extendió este verano a Cubla. ¿Ha pasado las vacaciones trabajando?
-Al final no ha sido trabajo porque es lo que quiero hacer, he llevado ahí mi trabajo, he tenido un acercamiento y me ha ido bastante bien. Como he tenido bastante en los 18 días que he estado, el año que viene mi intención es irme todo el mes de agosto e ir haciendo ruta por varios pueblos de Teruel, porque me llamaron de Valacloche, Cascante, pero no pude acercarme porque tenía tanto trabajo en mi pueblo que no me dio para más.
-¿Qué servicios ofrece?
-Depilación de cejas y labios, lifting y tinte de pestañas, micropigmentación de labios y cejas, microblading de cejas, que es como un tatuaje de cejas pero muy superficial, tratamientos faciales y venta de productos.
-Se trata de un servicio que no existe en esos pueblos, por lo que no hace competencia a nadie.
-No, ni en ese pueblo ni en los de alrededor, no hay competencia directa. Además como el transporte público no es demasiado bueno, no se tienen que desplazar, ya voy yo a ponerlas guapas para las fiestas.
-¿Le ha quedado algún día de descanso?
-Sí, los cuatro días de fiestas del pueblo me los cogí para descasar y disfrutar un poco.
-¿Ya había atendido a sus vecinas otros veranos, aunque fuera sin furgoneta?
-Nunca, ha sido la primera vez. Otros veranos sí que me preguntaba alguna vecina y hacía algo puntual, pero como todo el mundo sabe a lo que me dedico me propusieron traer la furgoneta para ver cómo funciona. Al año que viene me voy a organizar un poco mejor para poder ir a todos los pueblos de alrededor. Además no descarto, si me sale bastante trabajo, ir cada dos meses por Teruel, como me puedo mover no tengo ningún problema, siempre y cuando me compense.
-Y en Cubla tiene casa.
-Sí, pero dentro de la furgoneta, que era una antigua ambulancia Americana tengo para dormir, una ducha completa y también para hacer comida, lo tengo pensado porque a veces me quedo a dormir en una zona cinco días para que me salga rentable el desplazamiento y no ir y volver todos los días.
-¿Por qué zona de Granada trabaja?
-En la Alpujarra y muchos pueblos cercanos a Granada, son zonas rurales y muy turísticas y estoy empezando a expandirme por Almería y Jaén. Va a llegar un momento que no pueda abarcar todo, mi cabeza ya está pensando en un tipo de franquicia porque este tipo de modelo funciona.
-¿Es una forma de acercar los servicios al medio rural?
-Efectivamente, los acerco a lugares que carecen de ellos, ya no es sólo que aportes belleza, que realmente no es un servicio de primera necesidad, pero la gente del pueblo se anima más, le subes la autoestima y haces algo diferente. En unos meses voy a hacer talleres de cuidado facial en el medio rural, también quiero servir de ejemplo a otro tipo de negocios para que lo hagan sobre ruedas, sean itinerantes y puedan legar a esos medios rurales.
-¿Qué perfil de clientes ha tenido en Cub?
-La mayoría de mediana edad, entre 45 y 60, también mucha gente joven que va a veranear y también he tenido muchos hombres que acudían sobre todo a depilarse las cejas.
-¿Qué era lo más demandado en mujeres?
-Depilacion de cejas y tinte para tapar las canas y tinte facial.
-¿Cómo ha sido el funcionamiento este verano?
-En Cubla ha sido diferente a cómo funciono en Granada, planté la microvan en medio de la plaza y la gente venía a pedir turno como en la panadería, como son tratamientos algunos no muy largos se iban pidiendo la vez. Tuve mucha demanda, no esperaba tanta, estaba desde las 10 de la mañana a las 8 de la tarde y paraba una hora para comer.