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Espido Freire, escritora y directora del curso de creación literaria de la UVT: “Escribir es reflexión, es estética y es emoción tamizada por la literatura” Espido Freire, escritora y directora del curso de creación literaria de la UVT: “Escribir es reflexión, es estética y es emoción tamizada por la literatura”
Espido Freire ha dirigido este semana un curso de creación literaria en la UVT

Espido Freire, escritora y directora del curso de creación literaria de la UVT: “Escribir es reflexión, es estética y es emoción tamizada por la literatura”

“Con este curso estamos creando una cantera importante de autores cuyo vínculo es Teruel y la UVT”
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Espido Freire ha estado esta semana en Teruel para impartir un curso ya imprescindible en la programación de la UVT, el de creación literaria que este año se ha centrado en el relato. Destaca la importancia de ofrecer herramientas para que los aficionados a la escritura puedan avanzar.

-Son ya muchos años con esta cita literaria en Teruel. 

-Sí. Fue con el curso de Psiquiatría infanto-juvenil como me vinculé con la UVT y luego surgió la oportunidad de llenar el hueco que en esos momentos había en la universidad que era un curso de creación literaria. Confiaron en mí entonces, que era mucho más joven y había menos tradición de cursos de creación literaria, y procuro responder con la misma fidelidad y el mismo entusiasmo.

-Los alumnos confían en este curso, ha habido mucha participación.

-Tenemos fieles incorruptibles, acabo de encontrarme con un veterano y lleva siete ediciones. Se mantiene el equilibrio entre gente que repite y que desea continuar ahondando en aspectos diferentes y gente nueva. Hay desde veinteañeros hasta personas jubiladas que dedican su tiempo ahora a mejorar o a dedicarse por fin a escribir. 

-¿Es complejo dar una clase con tantos perfiles?

-Como no podemos asegurar una base común, la facilitamos con unas lecturas guiadas, no obligatorias pero sí comunes a todos los alumnos, de manera que sepamos que estamos hablando de lo mismo. Independientemente de que vengan de las tradicionales letras o ciencias y que hayan tenido más lecturas o menos. Una vez elegidos esos textos de referencia es todo mucho más sencillo.

- ¿Qué han leído este año?

-Hay una parte que es creación pura con lo cual tenemos que leer sus propios relatos cortos. Hay otra parte que tiene que ver con la historia y con la tradición más clásica. Hay una gran división que es quienes han escrito en español (me da igual que sea nacionalidad colombiana, mexicana, uruguaya) y quienes han escrito en otro idioma y vamos a ver las traducciones como Edgar Alan Poe. En español tenemos clásicos que son ineludibles: Cortazar, Borges, Ignacio Quiroga... y otras más actuales como Patricia Arlés.

-¿Para los alumnos nuevos, cuáles son las claves para lanzarse a escribir?

-Lo primero, que no se lancen a escribir. Escribir no es una cuestión de lanzarse. Es reflexión, es estética y es emoción tamizada por la literatura, por la palabra. Tienen muchas ideas, ganas e impulsos... Lo que tenemos es que darles un método y herramientas para que sean capaces de ir generando su propia obra.

-¿Cuáles son esas herramientas?

-Es diferente si estamos hablando de relato que de novela. Los elementos comunes tienen que ver con un buen conocimiento literario. Consiste en proporcionarles una serie de atajos que por la lectura únicamente no van a conseguir y que, aunque tengan una formación clásica, es posible que no alcancen. Un buen análisis de lectura y una autocrítica sobre qué están escribiendo y cómo están escribiendo, es decir, todo aquello que el autor novato echa en falta: estoy escribiendo bien o mal, con quién me puedo comparar.

-¿Se ha vuelto a retomar el relato como género que atrae al lector?

-Aquí hay visiones contrapuestas. El autor más literario siempre ha escrito relato. Por otro lado, están los caprichos del lector y de lo comercial, hay temporadas en las cuales se pone de moda o se alcanza a un público mayor como pasó con Manual para señoras de la limpieza, de Lucía Berlín, que se convirtió en uno de los libros más vendidos pero sigue siendo un género que no compite con la novela.

-¿Ha tenido alumnos que luego han tenido un recorrido literario? 

-Sí, constantemente, de hecho vuelven. Escribir no es algo que se aprenda de un año para otro tiene que ver con la práctica. Para mí escuchar a colegas que están publicando en España o fuera significa una especie de reciclaje sobre qué estoy haciendo yo. No tiene tanto que ver con la experiencia como con la necesidad de continuar aprendiendo. Muchos alumnos vienen ya con obra publicada o a punto de publicarla. Estamos creando una cantera importante cuyo vínculo es Teruel.

-¿Es enriquecedor que entre ellos reflexionen, porque la labor del escritor es solitaria?

-Es un curso y pueden expresar su opinión pero las clases no están centradas en su opinión como sí ocurriría en un taller que tiene una metodología mucho más interactiva. Aquí sobre todo lo que absorben son conocimientos y herramientas porque yo no he encontrado otra manera de avanzar. Por otro lado, es solitario y es solidario. Quien intente disipar ese fantasma creo que se equivoca. Solos van a estar

-¿En qué está trabajando ahora?

-Tengo todo el verano con cursos, dirijo tres y soy profesora en siete que van desde psiquiatría, periodismo a literatura. De manera que el verano se rematará con  eso y con preparar el siguiente máster de Creación literaria que dirijo en la Universidad Internacional de Valencia. Publicaré novela espero que para el año que viene y estoy consolidando algo que esta teniendo mucho éxito que son los viajes literarios en los que vamos siguiendo la huella de un escritor o de varios, acabo de regresar de Bloomsday, con James Joyce y en octubre seguiremos a las hermanas Brontë.