Enrique Gómez, director de la Residencia Santa Emerenciana de Teruel: “Sin esta residencia, muchos chicos no tendrían la oportunidad de estudiar”
La residencia Santa Emerenciana de Teruel quiere dar un nuevo paso que se conozca su labor en la ciudad de Teruel y en la provincia. Su director, Enrique Gómez, apuesta por actividades culturales abiertas a toda la población y por las redes sociales para llegar a todo el mundo.
- Quiere abrir más la residencia a la ciudad, ¿cuáles son las líneas de acción para ello?
- Tanto el Gobierno de Aragón como nosotros a nivel de la residencia vemos este establecimiento como un centro público que no solo se ciñe al ámbito académico sino también abierto a la participación de toda la ciudadanía. Además del servicio de alojamiento a los chicos que vienen a Teruel a estudiar, podemos abrirlo mucho más con actividades siempre relacionadas con la cultura y el arte.
- ¿Cuáles son las actividades a las que los chicos se muestran más receptivos?
- Permanentemente vamos tanteando qué inquietudes tienen. Últimamente les motivan talleres de cocina, clases de actividad física como zumba o baile. Tenemos varios alumnos de Bellas Artes y estos sí que tienen mucho interés en actividades de tipo cultural y artístico.
- ¿Se van a implicar en la organización de exposiciones y cosas culturales?
- Sí. Con el tema artístico tenemos previsto involucrarlos no solo con las exposiciones sino también a través de otro planteamiento. Tenemos una sala de televisión bastante amplia y como tenemos bastantes alumnos de Bellas Artes y de enseñanzas artísticas hemos planteado que la decoración de esta sala se realice a través de un concurso. Siempre pensamos en la participación de los chicos en todas las actividades
- ¿Cuánto chicos tiene y su perfil es cada vez más diverso?
- Tenemos 96 alumnos que se reparten entre enseñanzas obligatorias tanto de ESO como FP Básica y luego ciclos formativos de grado medio y superior e incluso universitarios. Ha cambiado muchísimo. La residencia se inauguró en el curso académico 1976-77. En esa época se concibe como apoyo al instituto Santa Emerenciana, que solo ofrecía enseñanzas técnicas de FP. El 100% eran chicos de 15-16 años que venían a estudiar una enseñanza técnica. El instituto se ha reconvertido y ofrece una variedad muy amplia de enseñanzas. Hemos tenido que adaptarnos a los nuevos tiempos. Ahora tenemos un amalgama de currículos, intereses, de edades,... tenemos chicos desde los 11-12 años hasta los 22. A nivel de gestión nos complica mucho. Tenemos reglas comunes pero luego hay que particularizar.
- Con más de 40 años de historia habrá antiguos alumnos que traen ya a sus hijos aquí, ¿qué cambios notan?
- Sí, ya hay padres que fueron antiguos residentes. Arquitectónicamente el edificio no ha cambiado en demasía lo que más se han modificado han sido las habitaciones. Antes eran de ocho con literas y hace unos años se modificó porque la sociedad cambia y ahora son de dos, para dar mejor calidad.
- Además de las exposiciones, ¿qué otras cosas se harán abiertas a la ciudad?
- Estamos valorando en qué podemos ayudar. Principalmente la utilidad que vemos es que tenemos una variedad de espacios multifuncionales que podríamos ofrecer para actividades culturales y artísticas. Estamos abiertos a que nos lleguen iniciativas.
- También se quiere dar a conocer más su labor.
- Uno de los problemas que tiene la residencia es que es un perfecto desconocido para la ciudad y para la provincia. Vamos a intentar hacer una campaña para que toda la población nos conozca. Lo primero ha sido mejorar su rotulación porque a muchos padres cuando vienen a traer a sus hijos les cuesta encontrarla. Vamos a intentar que la gente sepa qué hacemos. Este centro público tiene muchos gastos porque son muchos chicos, que hacen cinco comidas diarias y 27 trabajadores muy implicados. Pero queremos explicar que si no fuera por la residencia, muchos de los chicos que están aquí no tendrían oportunidad de estudiar o, al menos, no a este precio. Los de enseñanzas obligatorias estudian de manera gratuita y al resto les cuesta unos 200 euros. La gente no sabe esta labor social que es muy importante. En la provincia de Teruel, con la despoblación y la situación geográfica, si no se fomentaran este tipo de actuaciones aún habría más despoblación porque si no hay posibilidad de estudiar te tienes que mover.
- También se ha apostado por las redes sociales.
- Hicimos un estudio porque el hecho de que los chicos sean en su mayoría del ámbito rural eso no quiere decir que no usen nuevas tecnologías. La mayoría de los padres, el 50% o 60% utiliza sobre todo Facebook, los chicos emplean sobre todo Istagram (el 80%) y las administraciones usan más Twitter, con lo cual decidimos tener presencia en las tres redes.
- ¿Se han planteado visitar pueblos de la provincia?
- Vamos a visitar todos los institutos de Teruel y la provincia. Ha habido cambios en cuanto a horarios que aún no conocen todos. Como hay ciclos de FP por la tarde ahora hemos incorporado un profesor los viernes por la noche. Antes no estaba porque para evitar el desarraigo de los alumnos estos volvían los fines de semana a casa.