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Enrique Bayona, impulsor del Grupo Arcoiris: “En el sector primario en Teruel, en vez de dispersos hay que ir unidos” Enrique Bayona, impulsor del Grupo Arcoiris: “En el sector primario en Teruel, en vez de dispersos hay que ir unidos”
Enrique Bayona, del Grupo Arcoiris, tras recibir el reconocimiento de la Cátedra de Economía Social de la Universidad

Enrique Bayona, impulsor del Grupo Arcoiris: “En el sector primario en Teruel, en vez de dispersos hay que ir unidos”

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La Cátedra Cooperativas y Economía Social Caja Rural de Teruel-Universidad de Zaragoza reconoció este martes la trayectoria del fundador del grupo Arcoiris, Enrique Bayona, que se jubila este mismo mes y que recordó sus 40 años al frente de este proyecto en el Matarraña. Durante su visita a Teruel también impartió una charla a alumnos de Administración y Dirección de Empresas de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas.  

- Este es un reconocimiento a la trayectoria de toda una vida dedicada al cooperativismo.

- Efectivamente. Esto empezó hace cuarenta años, precisamente en el año 78, el año de la Constitución, cuando se constituyó y se formó Ganadería Unida Comarcal y, a partir de ahí, ha venido todo el proceso de constitución del Grupo Arcoiris con las sociedades de base y con todas las sociedades mercantiles que cuelgan. Con una radiografía a fecha de hoy de 480 trabajadores en el régimen de la Seguridad Social, 100 granjas integradas, 500 socios de base, entre activos y excedentarios, con mucha participación y con una implantación en toda la Comarca del Matarraña de manera clara, buscando los valores añadidos y la generación de empleo.

- ¿Cómo ha sido esa evolución y qué es lo que más ha costado en este proceso?

- Los procesos de carácter cooperativo y de economía social requieren mucha dedicación y mucho tiempo porque siempre, sin querer, hay conflictos de intereses. Pero nosotros lo hemos centrado en base a generar grupos homogéneos de interés, es decir, creamos sociedades estancas, jurídicamente independientes. Los cunicultores con su sociedad, solamente cunicultores; los del porcino solo para el porcino; los de inseminación para cerdas solo estaban los que tenían cerdas; la fábrica de piensos los que consumían piensos;… Nuestra estrategia ha sido generar núcleos de interés y por lo tanto sociedades estancas aunque luego hay una solidaridad entre ellas en la medida en que, en un momento determinado, la sociedad que tiene excedentes crea un pagaré de empresas a favor de otra para apoyarle económicamente. La solidaridad y la cooperación siguen existiendo y la cúpula que es el Grupo Arcoiris es de donde cuelgan las sociedades mercantiles. Eso lleva un proceso de cuarenta años pero hoy está cumpliendo una función clave que es cubrir el empleo y el desarrollo en base a los recursos, ponerlos en valor y a las personas, que las hay muy buenas, formándolas adecuadamente.

- Se ha presentado el informe de la Economía Social en Aragón. ¿Cómo ve la situación en la Comunidad Autónoma y cómo se podría incrementar esta presencia de la Economía Social?

- El informe lo que viene a resumir es el año 2017, cómo se encuentra la Economía Social en Aragón. Hablan de 10.000 sociedades contando las sociedades de cooperativas, sociedades laborales, fundaciones, sociedades agrarias de transformación,… es decir, pone en valor un movimiento económico y laboral importantísimo. Partimos de una premisa que el Estado español, en la Constitución pone un artículo (el 129) que lo que pretende es fomentar el movimiento y el desarrollo cooperativo. Cosa que no existe en otros países. Existen en Europa cinco países que hacen y desarrollan la Economía Social, entre ellos España, cosa que no hacen otros países y por lo tanto eso juega a nuestro favor. Tenemos un campo extraordinario para poder desarrollar, sobre todo en zonas desfavorecidas. Hay ejemplos muy claros, hablo aquí del Grupo Arcoiris en Teruel pero existen en otras zonas de España otros movimientos cooperativos importantísimos de desarrollo agrario y desarrollo ganadero que cubren y desarrollan la riqueza en el territorio.

- Ahora que se habla tanto de luchar contra la despoblación en Teruel, ¿es una buena formula para ello la Economía Social?

-Por su puesto, en un territorio poner en valor lo que se tiene de agricultura, de ganadería, artesanía o de lo que sea y eso unirlo -porque nuestro lema es: La unión hace la fuerza-. Es decir, en vez de ir cada uno a vender sus cerdos o sus conejos independientemente, aglutinamos y creamos la unidad de acción. Lo primero, descubrir qué elementos tenemos, qué recursos positivos, que los hay, en este territorio y saber cohesionarlos. A partir de ahí, trabajarlos de cara a la comercialización. Por lo tanto, ahí hay mucho que hacer y mucho que descubrir. Falta mucho camino por hacer: en vinos, en aceite,... y eso que tenemos ya denominaciones de origen, marcas de calidad, indicaciones geográficas protegidas, etc, etc. Eso hay que saber ponerlo en valor y ahí sale un desarrollo extraordinario. Simplemente se trata de unificarlo desde un punto de vista productivo, de imagen. Intentar, en vez de ir dispersos, ir unidos, es decir, la marca Sarrión para la trufa o la marca de vinos del Bajo Aragón, pongo por ejemplo. Todos bajo un solo paraguas. Eso es lo que nos queda por hacer desde el sector primario.

- ¿Qué ha querido transmitir a los alumnos de ADE en su charla con ellos?

- Esos 40 años han generado una experiencia. Se trata de decir cómo partimos, cómo llegamos hasta hoy y qué pautas hemos seguido y qué ha marcado la posibilidad de desarrollarnos. En definitiva, cómo se gestó, cómo se desarrolló, dónde estamos actualmente y qué pautas podemos aconsejar.

- ¿Hace 40 años se imaginaba que el proyecto que comenzó se convertiría en lo que es hoy?

- Sinceramente, no. Pensé que era un movimiento asociativo que nacía con la fábrica de piensos. Como metodología nos abrió mucho los ojos el viajar, es este uno de los mensajes para los jóvenes. Podemos estar horas y horas hablando de un proyecto pero lo que más abre los ojos y mueve a la acción es el viajar. A partir de ahí, viajando, desarrollamos actividades en el matadero de conejos, cerdos, en centros de inseminación, etc, etc. Sinceramente no creí que llegáramos a tener cerca de 500 trabajadores en plantilla y mantenidos esos 500 trabajadores por la actividad productiva primaria que han desarrollado unos 500 socios ganaderos, pero la realidad es esa.