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Elena Uruén, árbitra de voleibol turolense recién ascendida a la superliga: “En el arbitraje, como en la vida, debes aprender a vivir con el error y a superarte tras cometerlo” Elena Uruén, árbitra de voleibol turolense recién ascendida a la superliga: “En el arbitraje, como en la vida, debes aprender a vivir con el error y a superarte tras cometerlo”
Elena Uruén ejerciendo de árbitra en un partido de voleibol

Elena Uruén, árbitra de voleibol turolense recién ascendida a la superliga: “En el arbitraje, como en la vida, debes aprender a vivir con el error y a superarte tras cometerlo”

La colegiada se convertirá en la tercera figura aragonesa que dirige un partido de la máxima categoría nacional
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Elena Uruén es una árbitra turolense de voleibol que recientemente ha sido ascendida para dirigir partidos de la Superliga, la máxima competición de este deporte a nivel nacional, convirtiéndose en la tercera figura aragonesa que ha participado como colegiada en esta categoría tras Antonio Acín y Fátima Sánchez.

-¿Cuándo empezó su gusto por el voleibol?

-Empecé a jugar a vóley cuando era una niña de 8 años. Desde el primer momento me enganchó la energía y la dinámica del juego. A medida que fui creciendo, el voleibol se convirtió en una parte fundamental de mi vida, tanto a nivel personal como profesional.

Por esta razón, siempre le estaré agradecida a José Luis Torán por contagiarme la pasión por este deporte cuando era una niña.

-¿A qué edad empezó a arbitrar? ¿Por qué?

-Comencé a arbitrar a los 15 años. En aquel entonces, además de jugadora, era también entrenadora.

No tenía un motivo profundo para arbitrar, pero ante la constante necesidad de árbitros, decidí dar el paso y hacer el curso.

Con el tiempo, empecé a disfrutar de la emoción y la energía de estar tan de cerca en las jugadas, de la satisfacción que sientes cuando haces un buen trabajo, pero también fue un duro aprendizaje.

El arbitraje, como cualquier otra profesión, está lleno de momentos en los que uno se debe enfrentar y aprender de sus errores. Aprender a vivir con el error, superarse y aceptar que uno puede equivocarse es una parte crucial del crecimiento personal y profesional.

Esta capacidad de resiliencia no solo mejora tus habilidades en el ámbito del arbitraje, sino también tu vida personal, ya que fortalece tu carácter y te ayuda a manejar situaciones difíciles con mayor madurez y confianza.

-¿Sufren muchos insultos los árbitros en el voleibol?

-Afortunadamente, el voleibol es un deporte que, en general, se caracteriza por el respeto y la deportividad, lo que facilita mucho nuestra labor.

Un árbitro entiende el rol que tiene dentro de la cancha y es consciente de que las decisiones no siempre serán del agrado de todos. No obstante, es nuestra responsabilidad asegurar que estos valores se respeten, interviniendo de inmediato en caso de cualquier conducta ofensiva o grosera.

-¿Se puede vivir siendo árbitro de Superliga o necesita otra fuente de ingreso?

-Conozco árbitros que se dedican exclusivamente al arbitraje y logran vivir de ello, pero la gran mayoría tenemos otro trabajo. Como solemos decir, nuestro hobby es el arbitraje.

En mi caso, entre semana soy analista financiero y, los fines de semana, cambio el traje por el uniforme arbitral

-¿Tiene pensado seguir ascendiendo a categorías como la Champions League?

-Estoy muy emocionada por mi ascenso a Superliga y por el desafío que implica este nuevo nivel.

Quiero adaptarme y disfrutar de esta oportunidad. A medida que gane experiencia, consideraré nuevas metas y posibilidades para el futuro. Para los árbitros, las recompensas a nuestro trabajo se manifiestan en forma de designaciones, y me siento profundamente agradecida.

A lo largo de mi trayectoria arbitral, he tenido el privilegio de participar en diversos Campeonatos de España de categorías inferiores, así como en dos Copas Príncipe, dos fases de Ascenso a Superliga y dos torneos internacionales CEV U18 WEVZA.

-¿Le hace especial ilusión arbitrar algún partido en concreto de la temporada que viene?

-Cada partido de esta temporada será especial para mí. Voy a tener el privilegio de arbitrar junto a compañeros con muchísima más experiencia que yo, de quienes estoy segura que aprenderé mucho.

Además, algo que me encanta del voleibol es que, en cada pabellón, siempre me encuentro con gente maravillosa que me hace sentir como en casa. Para mí, eso ya es un regalo, y estoy comprometida a trabajar duro para disfrutar de cada partido y seguir aprendiendo de los mejores.

-¿Qué es lo más difícil a la hora de arbitrar un partido de voleibol?

-Lo más difícil es gestionar el partido de manera efectiva. Implica un importante factor psicológico, ya que es crucial no dejarse llevar por la presión y mantener la capacidad de reacción y la mente fría en todo momento.

La habilidad para tomar decisiones rápidas y justas bajo presión es esencial para desempeñar un buen arbitraje.