Elena Prieto, profesora de música y violinista turolense: “El violín es muy versátil y cada vez hay más propuestas que lo demuestran”

La violinista turolense Elena Prieto combina la docencia en el IES Segundo Chomón con la interpretación en varias formaciones. Una de ellas es Guanaroca, un brillante y sorprendente cuarteto que no se parece a nada de lo que puede escucharse por ahí, y que esta tarde (19 horas) toca en la Ermita del Pilar de Andorra. 

- Guanaroca no se ha escuchado en Teruel capital todo lo que sería de desear, a pesar de que ya tiene algunos años...

- Nacimos en 2014 aunque su germen surgió antes en Cuba, con la compositora Arelys Espinosa. Actuamos más en Zaragoza, la verdad, aunque en Teruel llevamos varios años tocando en el acto institucional de la Diputación, para San Jorge, y el año pasado actuamos durante la Semana de la Música de Teruel. 

- Además ha habido cambios en la formación y se ha vuelto todavía más turolense.

- Sí, tenemos un nuevo flautista que es de Alcañiz, Alejandro Diestre, y aunque en Andorra hoy tocaremos con Dolos Miravete, se va a incorporar una nueva chelista que es de Teruel, María Simón. Y continuamos Arelys Espinosa a la guitarra y yo con violín. 

- ¿Qué van a escuchar los que acudan hoy al concierto de Andorra?

- Es difícil definir la música fusión, pero nosotras combinamos la música clásica con ritmos caribeños y americanos. En algunos temas también tenemos tintes jazzisticos, pero quizá menos que clásicos. Sobre todo hacemos composiciones propias que escribe Arelys Espinosa, aunque también tenemos alguna versión. 

- ¿Tienen discos?

- Todavía no. Estamos pensándolo, pero todavía no nos hemos puesto a ello. Sí que tenemos una maqueta que se puede escuchar en Youtube. 

- ¿En que otras formaciones podemos escucharla?

- De manera estable solo con Guanaroca, aunque en ocasiones colaboro con la Orquesta Reyno de Aragón, la Orquesta Ciudad de Zaragoza y la Orquesta del Teatro de las Esquinas de Zaragoza. 

- ¿Se puede vivir de la música en Teruel, o se ve emigrando antes o después?

- Realmente mi vocación profesional es la docencia, que es lo que más me gusta, aunque no quiero dejar de lado mi carrera artística. Pero soy profesora interina de música en el Segundo Chomón y estoy en las listas de violín de Conservatorio, así que en mi caso cada año es una aventura. 

- Yo pensaba que los músicos daban clases solo porque hay que pagar las facturas... 

- La docencia me encanta y me aporta muchas cosas. Tengo la suerte de que me gusta tanto como la música. Quizá cuando era más joven quería primar más la interpretación, pero cuando entré en contacto con la enseñanza comprobé que es una profesión preciosa. No podría decirte qué me gusta más, pero no podría dedicarme solo a la enseñanza o solo a tocar. 

- Hace unos días le vimos tocar junto a María Popa durante la Semana de la Música de Teruel, que se dedicó precisamente a esta profesora de violín. Cómo antigua alumna suya, qué importancia cree que ha tenido?

- Ha sido vital para Teruel porque ha contribuido a que toda una generación de violinistas hayan salido de nuestro Conservatorio. Ha sido un referente en la docencia de todo Aragón y me pareció muy acertado homenajearla en la Semana de la Música. Ella fue mi profesora durante 10 años, me ha enseñado casi todo lo que sé. Siempre ha sido muy exigente y le estoy muy agradecida por inculcarme el valor que tiene el esfuerzo. Yo la considero una buena amiga, y para mí fue precioso poder tocar con ella en el Claustro. 

- ¿Es cierto que tocar el violín requiere una dosis extra de sacrificio, por su dificultad, con respecto a otros instrumentos?

- La cuerda frotada es compleja, pero cualquier instrumento que quieras tocar de forma profesional lo es... 

- Pero eso de que no tenga trastes... ¿a quién se le ocurre?

- Eso te obliga a desarrollar mucho el sentido de la afinación, porque tienes que verificar constantemente lo que tocas mientras tocas. Pero hay otro aspecto que es tan complejo o más, y es el dominio del arco con la mano derecha para controlar la calidad el sonido. Esto hace que quien empieza tarde bastante tiempo en sacarle algún sonido bueno, pero pasa con otros instrumentos, como los viento metal, por ejemplo. Aunque es bonito comprobar que poco a poco lo consigues. 

- Imagino que el primer día que el estudiante de violín logra que no suene a gato hará fiesta gorda...

- La verdad es que no recuerdo cuando ocurrió eso en mi caso, como es un proceso tan paulatino y va tan poco a poco... De todas formas incluso a día de hoy sigo estudiando cosas nuevas, siempre practicas aquello en lo que tienes que mejorar, así que nunca estás completamente satisfecha. 

- Me da la sensación de que, en los últimos años, el violín ha pasado de ser un instrumento bastante encorsetado en la música clásica de cámara u orquesta, a convertirse en algo mucho más versátil con lo que puedes tocar de todo, y Guanaroca es buena prueba de ello.

- Sí, eso es algo que está ocurriendo con la mayoría de los instrumentos considerados clásicos. Y es muy bueno. Cada vez hay más propuestas que con este tipo de instrumentos hacen música contemporánea, urbana, tradicional... Este auge que está teniendo en España ahora en otros países se vivió hace mucho, no hay más que pensar en el violín dentro de la música celta.