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Eduardo Bayona, autor del libro ‘Más de 100 maneras de pagar menos por la luz, el gas y la gasolina’: “El despliegue de las energías renovables está siendo completamente disparatado” Eduardo Bayona, autor del libro ‘Más de 100 maneras de pagar menos por la luz, el gas y la gasolina’: “El despliegue de las energías renovables está siendo completamente disparatado”
El peridista oscense Eduardo Bayona. EFE / Javier Cebollada

Eduardo Bayona, autor del libro ‘Más de 100 maneras de pagar menos por la luz, el gas y la gasolina’: “El despliegue de las energías renovables está siendo completamente disparatado”

El periodista compara el proceso con la destrucción de la campiña inglesa en los inicios de la industrialización
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El periodista oscense Eduardo Bayona (Esplús, 1969) ha condensado en una publicación Más de cien maneras de pagar menos por la luz, el agua y el gas, disponible en librerías de La Litera y Zaragoza y en Amazon. Con los precios de la energía disparados, es posible ahorrar con pequeños cambios en nuestros hábitos en el hogar, como cocinar con la cazuela tapada o no subir el termostato de la calefacción por encima de los 20 grados. Por otro lado, considera “completamente disparatado” el despliegue de las renovables que se está llevando a cabo en Aragón.

-En plena cuesta de enero, el ahorro energético parece más que necesario

-Es necesario siempre. Vivimos en un planeta con unos usos culturales, económicos y sociales según los cuáles no le hemos dado importancia a la energía, como si fuera un bien que sobra y que no va a faltar nunca. Pero ahora, es un bien bastante caro y de complicado acceso para mucha gente. Reducir el consumo por el factor precio es importante para tu propia economía, pero hay que pensar también en la huella que tiene un uso disparatado en el conjunto del planeta.

-Del centenar de medidas que reúne en su trabajo, ¿con cuáles se puede reducir más el consumo de energía?

-Por motivos obvios, la cocina supone más de la mitad del consumo de un hogar medio y ahí se puede ahorrar entre un 10% y un 15%. Donde más margen se tiene para ahorrar, es en los fogones: usar una cazuela que se ajuste al fuego o cocinar con tapa produce ahorros más que sorprendentes. También tener la parte trasera de la nevera a 10 o 15 centímetros de la pared y permitir que respiren las resistencias permite ahorrar.

-Según el Gobierno, en invierno los sistemas de calefacción no deberían superar los 19 grados...

-Respecto al confort térmico, a veces nos olvidamos de llevar la ropa adecuada dentro de casa. Usar una chaqueta o jersey y no ir descalzo nos permite tener la calefacción a 19 o 20 grados. De ahí en adelante, cada grado eleva un 7% el consumo, por lo que tenerla más baja supone un ahorro muy importante. También debemos jugar con las persianas y cortinas como aislantes.

-¿Qué opina de las fluctuaciones en el precio de la electricidad y de las medidas del Gobierno para contenerlo?

-El problema con el sistema de electricidad está en la producción, en cómo se valora y tarifica, y en el recibo. En un país donde la mitad de la energía la producen centrales nucleares e hidráulicas amortizadas, su precio no puede ser el mismo que el de instalaciones nuevas. Y a esto le sumamos el gas y el llamado coste de oportunidad. Debería hacerse una media ponderada y no esa cosa tan loca de aplicar el precio más caro, por pequeña que sea la participación de esa energía. Es como si vas al supermercado y compras patatas, solomillo y whisky de 12 años y te lo cobran todo al precio de este último.

-¿Qué le parece el despliegue de las energías renovables en la provincia de Teruel?

-Está siendo completamente disparatado y se están cometiendo en parte los mismos errores de la primera mitad del siglo XX en España, cuando se construían pantanos y si la gente no se quería ir, se la echaba. Se está produciendo un proceso muy similar al que ocurrió en los siglos XVII y XVIII en Inglaterra. La concentración de gente en las ciudades en una isla que no siempre se llevaba bien con sus vecinos llevó a arrasar la campiña inglesa, que se amojonó por completo porque el territorio se convirtió en un centro de producción de alimentos. Estamos cometiendo el mismo error que los ingleses, y los pagaremos caro, pasando por alto figuras de protección de los paisajes, imprescindibles por su biodiversidad y riqueza. Tendremos montones de hierro que nadie va a venir a quitar. Quienes solo ven kilovatios eólicos y solares en lugar de personas, animales y plantas tienen un problema muy serio. Seguimos con la concentración urbana y la invasión y destrucción del medio rural.

-¿Qué opina sobre el mantenimiento de los abonos gratuitos de Renfe y los descuentos en el transporte público mientras se elimina la bonificación a los carburantes?

-Esto es como cuando se te ríen pero sin el como. En un país como Aragón, es imposible de justificar y un agravio tremendo entre los habitantes de las grandes ciudades y los pueblos. Que siga la ayuda a la movilidad pública y compartida me parece estupendo. Pero en el medio rural, el coche es necesario para acceder a servicios básicos, como la alimentación y la sanidad. El coste de mantener la bonificación en los ámbitos rurales es pequeño y hay vías para limitarlo, como que solo puedan acceder los vehículos que pagan el impuesto de circulación en los pueblos.