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David Sancho ‘Sanchón’ ilustrador: “Un libro sobre Nostradamus me inspiró para hacer mi propio diccionario de símbolos” David Sancho ‘Sanchón’ ilustrador: “Un libro sobre Nostradamus me inspiró para hacer mi propio diccionario de símbolos”
El ilustrador David Sancho con algunas de las ilustraciones que componen la exposición inspirada en Nostradamus

David Sancho ‘Sanchón’ ilustrador: “Un libro sobre Nostradamus me inspiró para hacer mi propio diccionario de símbolos”

Sancho plasma en 33 ilustraciones su interpretación de varias profecías, algunas vinculadas al cambio climático
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David Sancho ha expuesto durante el festival de artes escénicas Gaire celebrado el pasado fin de semana en Pancrudo, su pueblo natal, Nostradamus, apocalipsis y otros desvaríos, una serie de 33 ilustraciones inspiradas en un libro sobre el profeta que encontró en casa de su abuelo. El autor ha llevado al papel su propia interpretación de las profecías, en las que ha identificado situaciones actuales, como las vinculadas al cambio climático. En paralelo, acaba de entregar Barbecho, la obra con la que ganó el prestigioso Premio Internacional de Novela Gráfica Fnac-Salamandra Graphic, para su publicación el 21 de noviembre.

-¿Qué colgó en las paredes del Horno de Pancrudo?

-En esta exposición había dos partes. He vuelto a traer los cuadros con las ilustraciones que hice para Ara, escrito por la turolense Ana Torres. Y por otro, está la parte principal, que es la que he preparado a propósito para el Gaire bajo el título Nostradamus, apocalipsis y otros desvaríos. Es un juego personal de ilustración, que surgió a raíz del libro Nostradamus. Historiador y profeta, de Jean-Charles de Fontbrune, que regalaba en los años ochenta Caja Inmaculada y que me encontré fortuitamente en casa de mi abuelo. Me puse a leerlo y me resultó muy chocante.

-¿Qué fue lo que más le sorprendió?

-Me llamó mucho la atención que Nostradamus, un señor que vivió en el siglo XVI en un clima de pestes y guerras, pensara que tenía providencia divina y que podía adivinar el futuro, como dejó escrito en textos de cuatro versos. Y al leerlo, me sorprendió que proyectara cosas de la actualidad y que identificara conflictos o el cambio climático.

-Y esa fue la fuente de inspiración de sus ilustraciones...

-Entonces me pregunté porqué pasa esto. El autor del libro que encontré hacía un análisis y lo relacionaba con la guerra fría, como antes había hecho su padre con la guerra mundial. Me pregunté porqué la gente siempre le ha dado tanta importancia y porqué después de cinco siglos siguen proyectando situaciones actuales.

-¿Consiguió respuesta a esa pregunta?

-Lo que hace Nostradamus es coger símbolos generales de todo el mundo, cosas que hemos pasado durante toda la humanidad: pestes, guerras, caídas de gobiernos... y los mezcla con un lenguaje muy críptico. Las personas reconocen esos símbolos y se interesan por ellos. Entonces pasa un poco como con las cartas del tarot, que proyectas tu visión personal.

-¿Qué quiso transmitir finalmente con las ilustraciones que componen la exposición?

-Mi idea era transmitir todo eso al lenguaje a la ilustración, con la influencia del tarot y del simbolismo de las iglesias románicas. Me propuse hacer lo mismo que él: coger una serie de símbolos visuales colectivos y hacer una especie de diccionario de símbolos colectivos, de animales, luces, sombras y colores. Y, al igual que él, quise generar por mi cuenta distintas profecías con la repetición y con formatos pequeños. He tratado de hacer una interpretación de las profecías con la ilustración y generar un conjunto con todo este lenguaje de símbolos que se repiten.

-¿Cuál se acomoda más a la situación actual?

-No dejaba de pensar que hay muchos que hablan de que va a haber un cataclismo natural, como que las tierras serán yermas, todo se quemará, habrá nuevas guerras... Y no he dejado de relacionarlo todo el rato con el cambio climático. Sin querer, se traduce en un escenario posapocalíptico porque también la situación actual está un poco caótica. Realmente, hemos vuelto a sufrir todas esas cosas que pensábamos que no se repetirían en Occidente, como la pandemia o los conflictos bélicos. Son miedos de la humanidad que se replican y Nostradamus juega con eso.

-¿Qué técnicas ha utilizado?

-He utilizado técnica mixta, con tintas acrílicas fosforitas, gouache, rotulador blanco, lápices de colores... La manera en la que me he enfrentado al dibujo era con una mentalidad de lo inconsciente, de lo que te sale automático. He intentado no pensar mucho en la ilustración y volcarme más en la composición y el color, en lo que surgiese de modo natural, imaginándome como si fuese Nostradamus y que le surgía por casualidad.

-¿Cuántos dibujos componen la exposición?

-Hay 33 ilustraciones con la idea de que si la moviese a otro sitio se pudiera expandir. Son elementos individuales, pero componen una serie. La mitad hablan de la carta de Nostradamus a su hijo César, que es como un manual para interpretar las profecías, según los estudiosos del tema. Y la otra mitad corresponden cada uno a una profecía distinta.