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David Alegre, historiador: “Muchos supervivientes de la guerra civil se ven reflejados en las noticias sobre Siria” David Alegre, historiador: “Muchos supervivientes de la guerra civil se ven reflejados en las noticias sobre Siria”
David Soriano (izquierda), sostiene su libro junto a Jaurés Sánchez, que aporta uno de los testimonios personales de la obra

David Alegre, historiador: “Muchos supervivientes de la guerra civil se ven reflejados en las noticias sobre Siria”

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El turolense David Alegre acaba de irrumpir en el panorama editorial español nada menos que de la mano de La Esfera de Los Libros con La Batalla de Teruel. La investigación avanzada y la nueva historiografía militar se dan la mano para ofrecer una visión nueva, fresca y poliédrica de nuestro terrible invierno de 1937, en una obra que se presentó este viernes en el Museo de Teruel. 

- ¿Qué función está llamado a cumplir La Batalla de Teruel?

- Quiere ser un homenaje a la lucha de la gente de nuestros pueblos que tuvieron que reconstruir la vida y las estructuras que la guerra destrozo. Y está escrito sin ningún prejuicio porque quería una visión amplia, por lo que tienen cabida voces de muy diversa índole ideológica. 

- ¿Qué aporta de novedoso con respecto a lo ya escrito?

- Sobre todo integra muchos puntos de vista al mismo tiempo, algunos de los cuales nunca utilizados a la hora de hablar de la guerra civil, como el factor ambiental, la relación entre civiles y militares o la historia de género, con el papel de la mujer en la batalla. Hace hincapié en el concepto de guerra total, un tipo de guerra que abarca todos los aspectos de la sociedad y a la que nadie, ningún civil, puede sustraerse. En Teruel llegó a su apogeo tras la Primera Guerra Mundial. Y por último, hablo no tanto de lo que pasaba en la retaguardia, sino de cómo era el día a día en el frente, entre diciembre de 1937 y febrero de 1938; con los problemas de intendencia, de frío, de desnutrición y de pánico del combatiente. De algún modo utilizo esos hilos argumentales para romper los arquetipos de la historiografía bélica oficial, en la que la guerra es un asunto honorable y la máxima realización del hombre. Eso es mentira; la guerra no es más que miseria, muertos y dolor. Ningún ser humano soporta el combate sin sufrir graves problemas físicos y psicológicos, y sus consecuencias duran muchísimos años. La sombra de la guerra es alargadísima. 

- ¿Que fuentes ha consultado para escribir el libro?

- El Archivo General de la Administración, el Archivo General Militar de Ávila, varios diarios de ex combatientes y testimonios de varios supervivientes. Me ha llamado la atención que muchos de los entrevistados se ven perfectamente reflejados en las imagenes de los informativos que vieron de Bosnia o que ven de Siria.

- ¿Por qué Teruel fue la batalla decisiva de la guerra civil?

-  Lo que iba a ser una operación de distracción se convirtió en una batalla en la que los dos bandos se jugaban todo su prestigio, y por eso ambos movilizaron todas las fuerzas que pudieron. En ese sentido Teruel no es comparable a Verdún o Stalingrado en términos absolutos, pero sí en términos relativos, a escala de lo que era España. Franco sabía que toda la comunidad internacional estaba pendiente de España y quería jugar la baza de general invicto.

- En Teruel la perdió. ¿Crée que Franco odió esta ciudad?

- No puedo demostrarlo documentalmente, pero, a título personal, creo que sí. Teruel fue un golpe bajo para el ejército sublevado y supongo que, entre otras cosas, por eso Franco no vino hasta 1953. Tras la guerra, para condecorar a los ex combatientes, envío a su mujer en lugar de venir él. Y la leyenda negra contra Rey D’Harcourt tiene mucho que ver con eso.  

- La provincia fue además territorio del AGLA... ¿Crée que el maquis llegó a ser una auténtica amenaza para el régimen?

- No, nunca. En algunas zonas como el Maestrazgo tuvo cierta presencia por su orografía, pero era una resistencia testimonial por si llegaba a haber una intervención exterior. Pensar en un levantamiento popular era absurdo, porque la población estaba desarmada y totalmente controlada. 

- Su tésis doctoral habla sobre el papel de los voluntarios españoles, belgas y franceses luchando contra la URSS en la II Guerra Mundial. ¿Por qué le interesó el tema?

- Desde la perspectiva de la historia comparada demuestra que, en contra del tópico de que Spain is different, nuestra historia es la misma que la del resto de Europa hasta 1945, cuando aquí prevaleció el franquismo y fuera se evolucionó hacia la democracia. Cuando en Francia o Bélgica regresaron los voluntarios tras luchar contra la URSS, se integraron en el aparato de ocupación nazi y eso generó graves enfrentamientos con la resistencia, con violencia descontrolada muy similar en algunos casos a los primeros meses de la guerra civil española. Pero cada país tiene sus complejos y se cree el centro del mundo. En Alemania tienen su Sonderweg (camino particular) o en Francia su complejo de Vichy. Estas visiones son falsas porque, por desgracia, las visiones históricas que trascienden socialmente son simplificadoras. Supongo que la culpa es nuestra, porque desde la investigación histórica avanzada no estamos sabiendo llegar a la gente.