Daniel Rocafull, apicultor calandino: “Al sector apícola en Aragón lo han dejado de lado y apenas recibimos ayudas”
La industria de sulfatos quiere eliminar a los apicultores tradicionales para que todos ellos sean ecológicosDaniel Rocafull es un apicultor calandino de tradición familiar. Este lleva toda la vida dedicándose a esta entregada labor, pues su bisabuelo ya trabajó en ello y ahora es Daniel junto a su hermano David quienes están al frente de este negocio familiar Hermanos Rocafull.
¿Cuánto tiempo le dedica a esta labor?
Muchísimo. La apicultura es mi trabajo y hay que dedicarle todo el tiempo del mundo. Hay que trabajar todo el año porque hay que estar siempre cuidando de las abejas, al igual que pasa con el ganado. En ese sentido, la apicultura y la ganadería son muy similares.
¿Este trabajo le resulta fácil compaginarlo con la vida personal?
No. Esto es un poco lo de antes hay que dedicarle mucho tiempo y hay que hacer transhumancia, siempre está de un lado para otro y apenas te deja tiempo para dedicarle a la familia.
¿Ustedes trabajan con producto ecológico?
Sí, por supuesto.
¿En qué se diferencia el producto ecológico del adulterado?
En el tema de lo ecológico tú no puedes bajar a las zonas de la ribera, a los frutales donde sulfatan.... es decir, se trata de que el producto no contenga ningún producto químico y los tratamientos para ella son diferentes.
¿Cuáles cree que son los problemas y las demandas a las que debe hacer frente el sector?
El principal problema es que la industria está mezclando mucha miel de China con la nacional. A lo mejor un bote de cualquier supermercado está compuesto de un 90 por cien de china y el otro 10 por ciento de España y lo venden como producto nacional cuando no lo es. En China hacen miel sin abejas, dicen miel sin abejas y se debería de diferenciar la miel pura (España) de la adulterada (China) para que la gente sepa lo que come. El gobierno debería meter mano en este asunto para zanjar esta problemática. Por otro lado, a nosotros, los apicultores nacionales, nos pagan la miel igual que la China, siendo que ambas no pueden competir porque la calidad es diferente. Otro problema con el que tratamos de lidiar es con la barroa, sulfatos y hebicidas transgénicos y la industria de sulfatos quiere quitar del medio a los apicultores tradicionales, quiere que todos nos hagamos ecológicos para que nuestras abejas no bajen a los naranjos, girasoles…
¿Qué es la Barroa?
Es una enfermedad. Se trata de un parásito que chupa la sangre de la abeja, le contagia un virus y estas se lo transmiten de unas a otras y esto provoca la muerte de la colmena.
¿Este sector recibe alguna ayuda por parte del Estado?
Sí, pero cada vez ha ido disminuyendo. La ayuda económica se recibe por regiones y se recibe una cantidad dependiendo de la importancia que le del al sector apícola en cada comunidad. Aragón lo ha dejado mucho de la mano y por ello a penas recibimos ayudas. En cambio, Andalucía y La Rioja reciben mucho porque tienen una gran consideración sobre el sector.
¿Cuáles cree que son los puntos que quedan pendientes?
Lo ideal sería ir abandonando los transgénicos y sulfatos y apostar por una agricultura mas orgánica para que la abeja pueda vivir. Los envasadores deberían observar las importaciones chinas y tendrían que trabajar sobre una miel pura y no sobre sucedáneos. Los grandes supermercados de España venden miel adulterada, donde la mayoría de sus componentes son glucosa y otros componentes, pero realmente llevan suelen lleva un 10% de miel.
¿Cree que la sociedad de la apicultura habría que considerarla como un patrimonio que hay que proteger, al igual que la agricultura?
Por supuesto. Cada vez cuesta más que las abejas sobrevivan y son fundamentales para todos nosotros porque muchos productos que comemos los poliniza la abeja. hace una labor muy grande y el campo lo tiene todo para ella y las plantas van a más. El país multiplica los beneficios en el campo con ellas.
¿En qué punto se encuentra el sector apícola en estos momentos?
Ahora mismo estamos en la crisis más grande que ha habido. Los precios de la miel son muy elevados y por tanto está infravalorada. Además, en transhumancia se disparan los gastos.
Actualmente hay un declive de abejas debido al cambio climático, ¿teme que el sector desaparezca?
Sí el cambio climático en las abejas se nota mucho. Las altas temperaturas, los bruscos cambios de tiempo... les afecta mucho y las desorienta y eso hace que no trabajen como deberían de hacerlo.
¿Qué supondría esto para todos?
Si cae la abeja detrás va la agricultura y el campo. En España podría haber perdidas millonarias, una buena medida sería que los agricultores respetasen los periodos de sulfatos para no trastornar demasiado el trabajo de las abejas.
¿La gente desde casa puede aportar su granito de arena de alguna manera para evitar el rápido proceso de desaparición de las abejas?
Nosotros personalmente no podemos somos un hueso de oliva contra un elefante. El gobierno debería de apostar por la abeja e introducir alguna medida para protegerla, ya que si no son ellos los que mueven ficha, nosotros (los ciudadanos) no podemos hacer nada.